Un libro infantil de la editorial del Congreso peruano reivindica el autogolpe de Estado de Fujimori

Un grupo de ni?os eleva sus celulares con el a?o de 1993 en sus pantallas. La sincronizaci¨®n entre todos los equipos invoca la presencia de una peque?a m¨¢quina voladora que contiene un cerebro llamado Memoriax que se presenta ante ellos como quien ¡°almacena la historia tal cual ocurri¨®¡± y les cuenta que viajar¨¢n al Per¨² de los a?os noventa. Con esta escena empieza Constituci¨®n Pol¨ªtica del Per¨² para escolares, el libro m¨¢s reciente del Fondo Editorial del Congreso peruano que esta semana ha despertado las cr¨ªticas de la opini¨®n p¨²blica por falsear un acontecimiento delicado para el pa¨ªs: el autogolpe de Estado del expresidente Alberto Fujimori ocurrido el 5 de abril de 1992.

La publicaci¨®n en clave de c¨®mic fue presentada en la quincena de julio en unos de los salones del Parlamento y luego fue puesta a la venta en la ¨²ltima edici¨®n de la Feria Internacional del Libro de Lima. Pero su existencia hab¨ªa pasado desapercibida. Hasta que hace unos d¨ªas, la congresista Ruth Luque de la bancada Cambio Democr¨¢tico-Juntos por el Per¨² revis¨® uno de los ejemplares y denunci¨® su contenido en las redes sociales. ¡°?Recursos del Congreso pueden usarse para reescribir la historia y ense?arles mentiras a escolares? Es inaceptable justificar el Golpe de Estado fujimorista se?alando que fue la opci¨®n correcta¡±, cuestiona de entrada.

Se ha podido conocer que el libro le ha costado al Estado peruano 24.700 soles (6.700 d¨®lares) y que se han imprimido cinco mil ejemplares. En la hoja de cr¨¦ditos no figura ning¨²n autor ni ilustrador de las vi?etas, pero s¨ª tres funcionarios p¨²blicos que pertenecen a las filas del fujimorismo: Martha Moyano, presidenta del Consejo del Fondo Editorial del Congreso; y las excongresistas Milagros Takayama Jim¨¦nez y Milagros Salazar de la Torre, que ocupan el cargo de jefa y editora general, respectivamente.

La p¨¢gina 22 es la que ha causado mayor indignaci¨®n. Es una vi?eta que representa el mensaje a la naci¨®n que dio Alberto Fujimori la noche del domingo 5 de abril de 1992 donde disolvi¨® el Congreso de la Rep¨²blica y desmantel¨® el sistema judicial. Un autogolpe de Estado conocido tambi¨¦n como Fujimorazo. Sin embargo, ni en la ilustraci¨®n ni en ninguna de las 140 p¨¢ginas del libro la acci¨®n del padre de Keiko Fujimori recibe esa denominaci¨®n, pero adem¨¢s se le justifica aduciendo que fue por el bien del Per¨².

¡°Dej¨® sin efecto la Constituci¨®n de 1979 a fin de devolvernos la paz y reconstruir la econom¨ªa del pa¨ªs. Esta medida permiti¨® superar aquellos problemas que amenazaban a todos los peruanos y se retomara la tranquilidad en el territorio nacional¡±, dice la publicaci¨®n. Para diversos actores pol¨ªticos esta afirmaci¨®n no solo falta a la verdad, sino que resulta peligrosa porque avala una medida dictatorial y, adem¨¢s, est¨¢ dirigida a un p¨²blico adolescente y juvenil. A ello se suma que hace tan solo ocho meses, el expresidente Pedro Castillo intent¨® un Autogolpe de Estado, motivo por el cual se le ha dictado prisi¨®n preventiva por el presunto delito de rebeli¨®n.

¡°Estamos viendo nuevamente el uso de los recursos del aparato institucional como el Congreso, que deber¨ªa servir para ser la voz de los peruanos, en un instrumento partidario de difusi¨®n de mentiras. Esta mentira sobre qui¨¦n fue Alberto Fujimori la han querido imponer los fujimoristas desde hace a?os. Claro, con ese discurso y esas mentiras han fracaso pol¨ªticamente varias veces y, como ahora han capturado el Parlamento, piensan que usando los recursos del Congreso van a poder reescribir la historia¡±, ha denunciado la exparlamentaria Indira Huilca.

Por otra parte, hay quienes consideran que el contenido de Constituci¨®n pol¨ªtica del Per¨² para escolares es causal del delito de apolog¨ªa tipificado en el art¨ªculo 316 del C¨®digo Penal. ¡°El que quien p¨²blicamente exalte, justifique o enaltezca un delito o a la persona condenada por sentencia firme como autor o part¨ªcipe ser¨¢ reprimido con pena privativa de libertad no menor de un a?o ni mayor de cuatro a?os¡±, dice el art¨ªculo. ¡°Es el caso de Fujimori que est¨¢ en prisi¨®n¡±, ha dicho el constitucionalista Omar Cairo al portal de investigaci¨®n Epicentro TV.

Para Franco Garc¨ªa, tambi¨¦n constitucionalista, una de las faltas en las que incurre el libro es que no diferencia con claridad el contenido de la Constituci¨®n de 1993 y el autogolpe de 1992. ¡°Mienten sutilmente. En aquel Golpe no solo se disolvi¨® el Congreso, sino que se intervino el Colegio de Abogados de Lima, y a toda la prensa radial, escrita y televisiva, interviniendo su se?al abierta, as¨ª como otras instituciones como el Tribunal Constitucional. Los ni?os merecen la verdad, porque en lo que parpadea un ojo ser¨¢n los que conduzcan el pa¨ªs en puestos importantes del Estado¡±, anota Garc¨ªa.

En la p¨¢gina 23, el libro intenta respaldar la Constituci¨®n del 93, cuyo cambio es motivo de debate en cada proceso electoral. ¡°Recuerden, amiguitos, que para realizar esta Constituci¨®n participaron 80 congresistas de diversos partidos pol¨ªticos (¡­) El pueblo peruano vot¨® a favor del S¨ª con un 55.3%¡±, dice la publicaci¨®n. Seg¨²n se ha podido cotejar con cifras oficiales, en el refer¨¦ndum para aprobar aquella Carta Magna se produjo un ausentismo may¨²sculo de casi 3 millones y medio de peruanos de una poblaci¨®n electoral de 11 millones 620 mil. Pero adem¨¢s el 55.3% que figura en el libro es errado: el S¨ª gan¨® con el 52.3% de los votos v¨¢lidos. Adem¨¢s, se tergiversa la pluralidad del Parlamento, omiti¨¦ndose que 44 de los 80 congresistas eran adherentes al fujimorismo.

Hasta ahora no ha habido ning¨²n pronunciamiento de la presidenta Dina Boluarte ni de ninguna autoridad del Poder Ejecutivo, as¨ª como tampoco de la Fiscal¨ªa de la Naci¨®n.

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