El eterno retorno de Keiko Fujimori
La hija de Alberto Fujimori ha dejado la puerta entreabierta para tentar por cuarta vez a la presidencia de Per¨², no sin antes criticar al Gobierno de Boluarte y dejarle dicho que el adelanto de elecciones es un proyecto latente para su bancada.
¡°Los cr¨ªticos dicen que Keiko no le gana ni al panet¨®n. Bueno, si no le gano a nadie cu¨¢l es el problema que yo postule¡±. Con estas palabras, haciendo alusi¨®n al bizcocho de origen italiano que se suele consumir en Navidad, Keiko Fujimori ha puesto de manifiesto sus intenciones de candidatear por cuarta vez consecutiva a la Presidencia del Per¨². En cada una de esas veces pas¨® a segunda vuelta y en dos ocasiones perdi¨® por poco m¨¢s de 40.000 votos. En la h¨ªpica podr¨ªa decirse que la hija de Alberto Fujimori siempre pierde por una cabeza; en el atletismo, por mil¨¦simas; y en la reposter¨ªa, que el pan acostumbra quem¨¢rsele en la puerta del horno. En pol¨ªtica, sus opositores prefieren decir que es una mala perdedora.
Keiko Fujimori ha reaparecido p¨²blicamente despu¨¦s de tres reveses: su separaci¨®n del estadounidense Mark Vito, el padre de sus dos hijas; una visita al cirujano para extirparle cuatro tumores benignos en el cuello; y la orden judicial que le impide salir del pa¨ªs en los pr¨®ximos 36 meses por el juicio oral que se le avecina por el caso C¨®cteles, donde se le acusa de lavado de activos y de liderar una organizaci¨®n criminal que habr¨ªa recibido aportes ilegales de la constructora brasile?a Odebrecht bajo la fachada de su partido Fuerza Popular. Sin embargo, su retorno a la escena est¨¢ lejos de ser el de una pol¨ªtica convaleciente y cercada por la justicia, sino m¨¢s bien el de una lideresa que posee mayor¨ªa en el Congreso, en un Gobierno sin bancada propia y con una desaprobaci¨®n por encima del 75%.
Hace m¨¢s de una semana, la lideresa de Fuerza Popular retom¨® las riendas de su agrupaci¨®n, y le enmend¨® la plana a la presidenta Dina Boluarte: dijo que ¡°tiene una actitud triunfalista con cero autocr¨ªtica¡±, critic¨® a varios de sus ministros, con duros calificativos y poco despu¨¦s sostuvo que el proyecto de adelanto de elecciones todav¨ªa es algo ¡°latente¡±. Un dardo directo hacia Boluarte que en los ¨²ltimos d¨ªas se ha empecinado en recalcarle a la poblaci¨®n y a sus adversarios que ese tema ¡°est¨¢ cerrado¡± y que ¡°seguir¨¢ trabajando hasta julio de 2026¡å.
Es la primera confrontaci¨®n entre ambas. Keiko Fujimori, en realidad, ha respaldado a Boluarte en sus seis meses de gesti¨®n, sobre todo para defenderla de los presidentes de la regi¨®n que se han negado a reconocer su investidura y que han criticado su manera de encarar las protestas en su contra: Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, de M¨¦xico, y Gustavo Petro, de Colombia. Incluso reconociendo impl¨ªcitamente que no hubo fraude en las elecciones generales de 2021, donde Boluarte integr¨® la plancha de Pedro Castillo como su primera vicepresidenta. ¡°Respaldo decididamente a quien ha llegado a la presidencia en forma legal y constitucional. Ese es el rol que nos toca a todos como peruanos¡±, tuite¨® Fujimori a mediados del mes pasado. Sus recientes declaraciones sobre el Ejecutivo exhiben un cambio de estrategia en el ajedrez pol¨ªtico.
La mandataria Dina Boluarte le respondi¨® con una sugerencia que son¨® a desaf¨ªo. ¡°Si la se?ora Fujimori ha salido con esto, yo le sugiero que su bancada lo vuelva a plantear porque nosotros como Ejecutivo lo hemos planteado dos veces y ah¨ª qued¨® (¡) Nosotros, alegremente, estar¨ªamos al d¨ªa siguiente, de aprobarse en el Parlamento, convocando a elecciones generales¡±, dijo con una sonrisa impostada. Hasta el momento las declaraciones de Fujimori han causado una remoci¨®n en el gabinete: la renuncia en el Ministerio de Salud de Rosa Guti¨¦rrez, quien pasar¨¢ a la historia con una promesa incumplida: que su sector era capaz de controlar el dengue en dos semanas. Lo dijo a mediados de mayo. A la fecha se reportan 161.000 contagios y 287 fallecidos.
La reaparici¨®n de Keiko Fujimori ha tra¨ªdo consigo tambi¨¦n un giro de tim¨®n en las consignas de Fuerza Popular. El partido naranja reaviv¨® la discusi¨®n sobre las ventajas de tener un Congreso bicameral y promovi¨® su aprobaci¨®n en el Pleno para evitar un refer¨¦ndum ciudadano. Hace dos semanas se quedaron a un voto de lograrlo ¡ªnecesitaban 87 votos¡ª y todo qued¨® en suspenso nuevamente. Mientras Hernando Nano Guerra Garc¨ªa, vocero de la agrupaci¨®n, esgrim¨ªa una defensa a la importancia de contar con un Senado, Fujimori le dec¨ªa lo contrario a los medios: ¡°Esa p¨¦sima imagen [del Congreso en las encuestas] deber¨ªa hacer reflexionar a todos los grupos si es que este es el momento y si es que este es el Congreso que tiene legitimidad para crear una C¨¢mara adicional. Yo pienso que no¡±. La segunda legislatura ordinaria del Periodo Anual de Sesiones 2022-2023 concluy¨® esta semana sin novedades al respecto despu¨¦s que Fujimori le bajara el pulgar.
Sobre la posibilidad de que se presente nuevamente como la gran carta de Fuerza Popular en las pr¨®ximas elecciones generales, el expresidente Mart¨ªn Vizcarra ha dicho socarronamente que incluso si postulara sola quedar¨ªa en el segundo lugar. ¡°Le van a ganar los votos blancos, nulos, viciados, los que no van, esos le ganar¨ªan¡±. Por su parte, el periodista C¨¦sar Hildebrandt le ha vaticinado un ¡°sepelio electoral¡±. ¡°Esta vez el rigor mortis puede ser definitivo. No hay regreso despu¨¦s de cuatro p¨¦sames, no hay vampiro que aguante cuatro estacas¡±. Para el director del semanario Hildebrandt en sus Trece su anuncio podr¨ªa ser un intento por tener una presencia m¨¢s decorosa en el juicio del caso C¨®cteles. ¡°La se?ora quiere estar sentada en el banquillo con la aureola de ser lideresa de un partido y no como lo que de veras es: la jefa de una organizaci¨®n criminal que cuenta con una poderosa representaci¨®n parlamentaria¡±.
El retorno de quien sucedi¨® a su madre como primera dama del Per¨² en los a?os noventa tambi¨¦n ha venido con una obra bajo el brazo: Keiko Fujimori se encuentra en la escritura de su primer libro. Un volumen anticipado de memorias a sus 48 a?os. ¡°Entre las cosas que me faltaba hacer estaba contar mi vida, mis sufrimientos, pero tambi¨¦n lo positivo. Quiero dejar un legado¡±, dice la pol¨ªtica que se encamina hacia su cuarta postulaci¨®n. Nadie podr¨¢ decir que no lo intent¨®.
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