Los ¡®mochasueldos¡¯, los congresistas de Per¨² que roban el sueldo a sus trabajadores
Un excongresista ha sido condenado a 22 a?os y cinco meses de prisi¨®n por un delito muy extendido en el Congreso
Hace quince a?os, la historia de Wilson Michael Urtecho Medina aspiraba a ser un best seller de superaci¨®n personal. Naci¨® con un s¨ªndrome cong¨¦nito que debilitaba sus m¨²sculos y desde los cinco a?os aprendi¨® a movilizarse en una silla de ruedas. Nunca pudo correr ni saltar como los dem¨¢s ni?os. Pero ello no le impidi¨® acabar el colegio ni tampoco recibirse como ingeniero qu¨ªmico. En el 2006, despu¨¦s de algunos intentos fallidos, se convirti¨® a los 36 a?os en congresista de la Rep¨²blica en representaci¨®n de la regi¨®n coste?a de La Libertad. Un gui?o del destino para quien sol¨ªa repetirse que las limitaciones solo est¨¢n en la mente.
La solidaridad y la admiraci¨®n que despertaba su historia llev¨® a Michael Ortecho a ser reelegido para el periodo 2011-2016. Una de sus banderas de campa?a era la lucha por mejores oportunidades para los discapacitados. Ocup¨® la Mesa Directiva del Congreso como segundo vicepresidente, fue secretario de la Comisi¨®n de Trabajo y la Comisi¨®n de Inclusi¨®n Social y presidi¨® la Comisi¨®n de Discapacidad durante cuatro a?os. Se hac¨ªa notar en los pasillos del Parlamento. Y los medios de comunicaci¨®n de aquel entonces lo destacaban como alguien ejemplar que hab¨ªa sorteado adversidades y adem¨¢s era una figura pol¨ªtica ascendente.
¡°Nunca he tenido una silla el¨¦ctrica nueva. Esta me cost¨® 3.500 d¨®lares. Una nueva puede llegar a los 32.000 d¨®lares¡±, dijo, con humildad, en una entrevista en el 2012. Al a?o siguiente, en septiembre de 2013, una investigaci¨®n period¨ªstica se trajo abajo la imagen que hab¨ªa construido: tres trabajadores del despacho congresal de Urtecho denunciaban que durante a?os el legislador del extinto partido Solidaridad Nacional les hab¨ªa pagado un sueldo infinitamente menor del que les correspond¨ªa.
A una pareja de esposos, a quienes conoci¨® en la congregaci¨®n evang¨¦lica Agua Viva, donde era uno de los l¨ªderes, Urtecho los convirti¨® en empleados fantasma del Parlamento. Supuestamente Jorge Luis Huiman deb¨ªa cobrar 1.100 soles (297 d¨®lares) como coordinador de su despacho, pero en la pr¨¢ctica era alguien que lo asist¨ªa en su casa y percib¨ªa por ello 200 soles (54 d¨®lares). Su esposa Elvia Azucena Urbina figuraba como asesora, y por ello sus haberes deb¨ªan ser de 4 mil soles (1.081 d¨®lares), sin embargo, se ocupaba de la limpieza y la cocina en el hogar de Urtecho y cobraba 400 soles (108 d¨®lares). Evelyn Goicochea Miranda s¨ª se desempa?aba como asesora de Michael Urtecho, pero a fin de mes solo recib¨ªa 2 mil soles (540 d¨®lares) cuando en realidad le correspond¨ªa 3 mil soles (810 d¨®lares). Por todo ello fue bautizado por la prensa como el congresista Mochasueldo.
Fueron en total siete los extrabajadores que denunciaron que Michael Urtecho, quien parad¨®jicamente en septiembre de 2013 era miembro de la Comisi¨®n de ?tica, el organismo encargado de fiscalizar a los parlamentarios. Otro caso grave que se destap¨® despu¨¦s fue el de Teresa Ch¨¢vez a la que se le depositaba 800 soles (216 d¨®lares) en su cuenta por asesorar al legislador. Grande fue su sorpresa cuando se enter¨® que deb¨ªa ser 4.627 soles (1.250 d¨®lares).
Si ser un Mochasueldo sistem¨¢tico era una verg¨¹enza sin precedentes, loo que se supo despu¨¦s de Michael Urtecho hundi¨® su credibilidad en un pantano. El hombre que nunca pudo correr ni hacer deporte fue denunciado por presuntamente haberle metido u?a a una donaci¨®n de sillas de rueda para discapacitados cuando encabezaba la Comisi¨®n Especial en el Parlamento. Se le entregaron 1.014 sillas de ruedas y solo pudo demostrar la entrega de 393. En diciembre de 2013 se aprob¨® su destituci¨®n ¡ªun hito por ser el primer legislador en perder su esca?o por arrebatarle una tajada de sus honorarios a su despacho¡ª y una inhabilitaci¨®n por diez a?os para ocupar cargos p¨²blicos.
Las v¨ªctimas del congresista Mochasueldos han encontrado justicia este jueves despu¨¦s de un proceso legal que se dilat¨® durante una d¨¦cada. La Sala Penal Especial de la Corte Suprema conden¨® a Michael Urtecho a 22 a?os y cinco meses de prisi¨®n por los delitos de enriquecimiento il¨ªcito y concusi¨®n en agravio del Estado Peruano y, adem¨¢s, se le ha extendido la inhabilitaci¨®n para ejercer cargos p¨²blicos por tres a?os y ocho meses m¨¢s. La pena para su esposa Claudia Gonzales Valdivia ha sido mayor, pues m¨¢s que c¨®mplice era quien administraba el dinero robado. Dos joyitas. A ella se le ha impuesto 28 a?os de prisi¨®n por los delitos de concusi¨®n, apropiaci¨®n il¨ªcita, lavado de activos y peculado. Ambas penas, no obstante, deber¨¢n ser confirmadas en segunda instancia para que sean efectivas.
Se calcula que la pareja Mochasueldo se habr¨ªa beneficiado con 430 mil soles (116.216 d¨®lares). El Poder Judicial ha dispuesto que paguen una reparaci¨®n civil de 2 millones 407 mil 990 soles (650 mil 808 d¨®lares). Aparte, Urtecho deber¨¢ pagarle al Estado peruano otros 630 mil 666 soles (170 mil 450 d¨®lares). ¡°Tarde o temprano los ¡®mochasueldos¡¯, los violadores o coimeros terminan en la c¨¢rcel¡±, ha dicho la exministra de Justicia, Marisol P¨¦rez Tello.
Para muchos entendidos este fallo marca un precedente para otros congresistas que podr¨ªan ser sentenciados si incurren en estos delitos. Actualmente son nueve los congresistas que han sido denunciados por sus propios trabajadores de haberles recortado el sueldo o incluso de haberles pedido plata para donaciones o actividades. Son los casos de Edgar Tello (Bloque Magisterial), Mar¨ªa Cordero Jon Tay (No agrupada), Heydi Ju¨¢rez (Podemos Per¨²), Magaly Ruiz (Alianza para el Progreso), Ros¨ªo Torres (No agrupada), Katy Ugarte (No agrupada), Mar¨ªa Acu?a (Alianza para el Progreso), Marleny Portero (Acci¨®n Popular) y Jos¨¦ Arriola (Acci¨®n Popular). Ninguno ha perdido su esca?o en el Parlamento. Han sido blindados por sus pares y afrontan investigaciones preliminares. Michael Urtecho, el congresista Mochasueldos, ha dejado escuela.
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