Alex Saab y el camino hacia unas elecciones pactadas en Venezuela
La oposici¨®n considera que Maduro, una vez logrado el regreso del empresario, ya no tiene excusas para no avenirse a un acuerdo electoral y medirse con Mar¨ªa Corina Machado
El intercambio de prisioneros que ha tenido lugar entre los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, que ha vuelto a poner sobre la mesa los acuerdos de Barbados y ha permitido liberar a varias decenas de activistas pol¨ªticos, ha sido recibido con acritud imposible en ciertos sectores del antichavismo. La raz¨®n principal: Alex Saab, el empresario colombiano amigo del Palacio de Miraflores, devenido en diplom¨¢tic...
El intercambio de prisioneros que ha tenido lugar entre los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, que ha vuelto a poner sobre la mesa los acuerdos de Barbados y ha permitido liberar a varias decenas de activistas pol¨ªticos, ha sido recibido con acritud imposible en ciertos sectores del antichavismo. La raz¨®n principal: Alex Saab, el empresario colombiano amigo del Palacio de Miraflores, devenido en diplom¨¢tico, y, en ¨²ltima instancia, operador internacional del madurismo en tiempos de sanciones econ¨®micas, termina libre, reivindicado por el chavismo con total sangre fr¨ªa independientemente de las acusaciones que se le hacen.
Luego de pasar varios meses preso en Florida acusado de sobornos y lavado de dinero tras ser capturado en 2020 en Cabo Verde, el regreso a Caracas de Saab, que parec¨ªa inconcebible apenas hace semanas, es un punto a favor para el oficialismo y quita a sus adversarios una valiosa pieza de intercambio y presi¨®n. Nicol¨¢s Maduro logra aquello que parec¨ªa imposible, y, tal como afirma Maryhen Jim¨¦nez, doctora en Ciencias Pol¨ªticas y acad¨¦mica de la Universidad de Oxford, ¡°exhibe una nueva muestra de poder¨ªo pol¨ªtico¡± en su careo con los Estados Unidos.
Reaparecen, en las redes sociales y en los grupos de activistas en WhatsApp, voces que le recuerdan cu¨¢nto ha sido subestimado Maduro como operador en los momentos decisivos para negociar. La liberaci¨®n de Saab hab¨ªa sido colocada como un prerrequisito por el oficialismo para entablar cualquier conversaci¨®n en torno a unas elecciones pactadas y verificables. En acuerdos anteriores, Estados Unidos ya hab¨ªa hecho otras concesiones importantes a Maduro, muy especialmente haber liberado y librado de cargos a algunos prisioneros acusados de corrupci¨®n que son familiares suyos. Las sanciones energ¨¦ticas a Venezuela tambi¨¦n han quedado suprimidas, con algunas condiciones, luego de los acuerdos de Barbados.
Sin negar que se respira en la parte de la sociedad civil un ambiente ¡°de indignaci¨®n¡± por la liberaci¨®n de Saab, en virtud de las graves acusaciones que se le formulan, para el polit¨®logo, escritor y acad¨¦mico Diego Bautista Urbaneja, lo fundamental ¡°es que Saab, como prisionero, hab¨ªa perdido todo valor de uso. Lo que le quedaba era cierto valor de cambio. Ya hab¨ªa dicho todo lo que sab¨ªa, se le interrog¨®, debe haber colaborado y soltado todo con la justicia de Estados Unidos. Si entregarlo serv¨ªa para liberar 30 presos de la oposici¨®n, incluyendo 12 estadounidenses, a lo mejor el procedimiento val¨ªa la pena¡±.
Urbaneja no avizora consecuencias muy visibles producto de la liberaci¨®n de Saab en el orden interno. ¡°El problema que tenemos es el mismo: lograr un cambio pol¨ªtico en paz, por la v¨ªa electoral y probablemente negociada. Eso pasa por el hecho de que Mar¨ªa Corina Machado, la ganadora de las primarias, pueda participar como candidata.¡±
Poco despu¨¦s de concretados los anuncios, la propia candidata presidencial de la oposici¨®n emiti¨® un comunicado en el cual deja entrever que particip¨® en estas negociaciones. ¡°Es de conocimiento p¨²blico que Estados Unidos y el r¨¦gimen de Maduro han establecido una negociaci¨®n complementaria a la Mesa de Barbados. Si bien no somos parte de ella, nos hemos involucrado, para contribuir a lograr el objetivo de que se den unas elecciones libres y los intereses de los venezolanos est¨¦n ¨ªntegramente representados.¡±
La dirigente, sin embargo, no deja de tomar nota de la insatisfacci¨®n existente: ¡°La ruta electoral es compleja y enfrenta m¨²ltiples amenazas. Quienes detentan el poder utilizan todos sus recursos para desmoralizarnos; por ello convierten a un delincuente que ha explotado el hambre de nuestro pueblo en su ficha predilecta de cambio en la negociaci¨®n¡±.
Julio Castillo, articulista, activista y analista pol¨ªtico, comenta que lo que es necesario rescatar es que el proceso de di¨¢logo no est¨¢ en un punto muerto. ¡°Una cosa son las expectativas de los Estados Unidos, y otras las de la oposici¨®n venezolana¡±, afirma. ¡°Lo m¨¢s importante es que hay un flujo de comunicaciones abierto, las conversaciones se est¨¢n dando, es un proceso y las negociaciones se mantienen.¡±
¡°Es muy temprano para extraer conclusiones definitivas sobre la utilidad inmediata de estos intercambios¡±, afirma Jim¨¦nez. ¡°Minimizar el alcance de la liberaci¨®n de estos 30 prisioneros pol¨ªticos -algunos ya condenados a graves penas-, como hacen algunos en la oposici¨®n, es un error. Esos liderazgo regresa a sus comunidades, su influencia quedar¨¢ amplificada y sus familias reciben un enorme alivio¡±.
Jim¨¦nez encuentra particularmente interesante el nuevo tono de Mar¨ªa Corina Machado el el contexto que tiene frente a s¨ª. ¡°Esta circunstancia puede ser un buen term¨®metro para medir su influencia. Mar¨ªa Corina se ha dado cuenta de que ya no es la l¨ªder de un nicho de los sectores radicales, sino que est¨¢ a la cabeza de un proceso complejo, de unidad nacional, que debe ser incremental, pero no maximalista. Es otra su conducta¡±.
Por lo pronto, a la espera de una respuesta del Tribunal Supremo de Justicia sobre su derecho a participar como candidata presidencial luego de haber ganado las primarias opositoras en octubre pasado, Machado se ha limitado a se?alar que, cumplidas todas sus demandas, -el fin de sanciones energ¨¦ticas, la liberaci¨®n de Saab y el fin de la judicializaci¨®n a algunos de sus familiares- Nicol¨¢s Maduro ¡°no tendr¨ªa ninguna excusa¡± para medirse con ella en unas elecciones presidenciales libres, honradas y verificables en el venidero 2024.
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