Seis d¨ªas de v¨¦rtigo en Venezuela: as¨ª arranca el camino hacia las elecciones de 2024
Los ciudadanos reciben con esperanza contenida la reanudaci¨®n de las negociaciones, el alivio de las sanciones de EE UU, la liberaci¨®n de presos y el ¨¦xito de movilizaci¨®n en las primarias de la oposici¨®n. El chavismo marca su l¨ªnea roja: no permitir¨¢ a Mar¨ªa Corina Machado ser candidata
Los venezolanos se conocen todos los estados de ¨¢nimo. En dos d¨¦cadas de chavismo han transitado por la ilusi¨®n, la incredulidad, el miedo, el enfado, la lucha y la desilusi¨®n hasta instalarse en el m¨¢s grave de todos: la desesperanza. La frase de que la mayor¨ªa de venezolanos estaban m¨¢s preocupados por sobrevivir en el d¨ªa a d¨ªa de la crisis que de buscar un cambio pol¨ªtico ha protagonizado los ¨²ltimos a?os. La han repetido analistas, polit¨®logos, l¨ªderes opositores y medios de comunicaci¨®n, incluido este. Por eso nadie vio venir el ¨¦xito de participaci¨®n en las primarias de la oposici¨®n celebradas el pasado domingo. Unas elecciones organizadas de forma manual de las que dudaron hasta sus promotores, pero a las que respondieron dos millones de venezolanos dentro y fuera del pa¨ªs. Resulta que los ciudadanos no estaban anestesiados y la mayor sorpresa se la llev¨® el propio chavismo, que ha respondido abriendo una investigaci¨®n judicial contra los organizadores del proceso.
En Venezuela puede no pasar nada durante meses y en una semana pasar de todo. Estamos justo en ese momento. Para resumir, en los ¨²ltimos d¨ªas se reanudaron las negociaciones entre el chavismo y la oposici¨®n, se acord¨® celebrar unas elecciones presidenciales en 2024 con observaci¨®n internacional, Estados Unidos anunci¨® el levantamiento de sanciones al gas y el petr¨®leo venezolanos, el chavismo liber¨® a cinco presos pol¨ªticos y la oposici¨®n celebr¨® unas primarias autogestionadas con un ¨¦xito inesperado. Para un pa¨ªs que vive instalado en el d¨ªa de la marmota desde hace a?os, cualquiera de estos acontecimientos por s¨ª solo ser¨ªa noticia, todos juntos suponen una bomba informativa. Pero hablando de Venezuela, las cautelas se imponen. ?Hay motivos para pensar en una transici¨®n?
El chavismo acord¨® con la oposici¨®n en la mesa de negociaciones en Barbados permitir la celebraci¨®n de las primarias, pero no habilitar a Mar¨ªa Corina Machado, la pol¨ªtica que se sab¨ªa que ganar¨ªa de forma abrumadora esa consulta. Nicol¨¢s Maduro puso su situaci¨®n como una l¨ªnea roja, seg¨²n fuentes consultadas. El presidente venezolano no quiere bajo ning¨²n concepto enfrentarse a ella en unas elecciones presidenciales con garant¨ªas, en las que llevar¨ªa todas las de perder. La estrategia de la oposici¨®n, unida desde el domingo en torno a Machado, pasa por exigir la rehabilitaci¨®n de los derechos pol¨ªticos de todos los ciudadanos, pero la realidad es que la mayor¨ªa reconoce que es muy dif¨ªcil que Maduro vaya a permitir a la ganadora inscribirse como candidata.
Frente a esta situaci¨®n, un atropello m¨¢s del r¨¦gimen que controla el ¨®rgano judicial que dicta las inhabilitaciones por las razones m¨¢s absurdas, Machado podr¨ªa decidir echarse a un lado para elegir a otro candidato de unidad o exigir su derecho a presentarse a toda costa. ¡°Esto ¨²ltimo abrir¨ªa un escenario de conflictividad que radicalizar¨ªa al Gobierno¡±, vislumbra Luis Vicente Le¨®n, director de la firma Datan¨¢lisis. En el otro escenario, la debilidad actual del oficialismo y la fuerza renovada de la oposici¨®n dan alas a las versiones que aseguran que cualquier candidato que apoye toda la oposici¨®n unida podr¨ªa ganar al chavismo.
Le¨®n cree que no hay ninguna posibilidad de que Maduro se exponga a perder el poder en unas elecciones realmente democr¨¢ticas (¡±probabilidad cero¡±). Si eso ocurre, existe la posibilidad de que Estados Unidos recupere las sanciones ¡ªcuya retirada depende de que el chavismo d¨¦ pasos hacia la apertura¡ª y el presidente de Venezuela se enroque en su posici¨®n autoritaria. ¡°Entrar¨ªamos en un nivel de autocracia superior. Maduro estar¨ªa nicarag¨¹izando el pa¨ªs¡±, contin¨²a. Otros analistas, como Geoff Ramsey, director para Venezuela y Colombia del Atlantic Council, conf¨ªan en no llegar a esa situaci¨®n. A Washington le interesa el comercio con Caracas, al chavismo le interesa que en el pa¨ªs se mueva dinero y a la oposici¨®n le interesa que se celebren elecciones. En medio de ese tri¨¢ngulo se juega el futuro de Venezuela. ¡°No veo inter¨¦s en Washington en volver al status quo de antes¡±, asegura Ramsey.
La oposici¨®n tendr¨¢ que decidir en las pr¨®ximas semanas qu¨¦ hacer si el chavismo se niega a rehabilitar a Machado. La mayor¨ªa de fuerzas democr¨¢ticas son partidarias de buscar un sustituto y aplicar lo que ya se conoce como la estrategia de Barinas. En esa regi¨®n del pa¨ªs, la oposici¨®n le gan¨® las elecciones al chavismo en 2021, pero el oficialismo no acept¨® los resultados y el Tribunal Supremo de Venezuela orden¨® su repetici¨®n. El ganador fue inhabilitado, igual que los dos sucesivos candidatos que present¨® la oposici¨®n, la artima?a del chavismo para no dejarse arrebatar el feudo natal de Hugo Ch¨¢vez. El cuarto candidato s¨ª fue considerado apto y volvi¨® a ganar en las urnas. Hoy gobierna la regi¨®n. Bajo esa l¨®gica, la oposici¨®n tendr¨ªa que designar un nuevo candidato y, frente a posibles inhabilitaciones, presentar tantos como sean necesarios hasta que uno de ellos reciba la autorizaci¨®n para enfrentarse a Maduro con el respaldo de todos.
Ese escenario resulta incierto. No parece nada f¨¢cil que la oposici¨®n ¨Den la que hay sensibilidades muy diferentes¨D mantenga la unidad frente al reto inmenso que tiene por delante. Otras fuerzas pol¨ªticas que no han participado en las primarias tambi¨¦n podr¨ªan presentarse por su cuenta y fracturar el voto unido, lo que favorecer¨ªa a Maduro. Los que act¨²an de manera independiente son conocidos como los alacranes, una oposici¨®n ad hoc para el Gobierno que no representa en realidad ninguna amenaza para el oficialismo. ¡°En este momento, cualquier candidato podr¨ªa ganar a Maduro si toda la oposici¨®n va unida. Si va dividida, va a tener muy poco chance¡±, opina Geoff Ramsey.
Una candidata del ala m¨¢s dura
Mar¨ªa Corina Machado ha ca¨ªdo como un meteorito en medio de la negociaci¨®n. Ni Estados Unidos ni la Plataforma Unitaria de Venezuela ¡ªla uni¨®n de partidos opositores que negocian en Barbados¡ª ni el chavismo contaban con su aparici¨®n arrolladora hace unos meses, que la ha llevado a vencer las primarias con m¨¢s del 90%. ¡°Ninguno de los tres actores es especialmente fan de ella¡±, desliza una fuente al tanto del proceso. Los negociadores de ambos lados parten de unas l¨ªneas b¨¢sicas de entendimiento ¡ªpactadas en 2021 en M¨¦xico antes de que el chavismo congelara las negociaciones¡ª que ahora con Machado quedan en cuesti¨®n.
Ella nunca estuvo de acuerdo con abrir procesos de negociaci¨®n con el Gobierno, al considerarlo una forma de legitimar el r¨¦gimen, aunque es cierto que ha moderado sus posiciones en los ¨²ltimos meses. La pol¨ªtica tampoco apoy¨® durante a?os a que la oposici¨®n concurriera a las elecciones y ahora planea hacerlo. Por eso la decisi¨®n que tome en las pr¨®ximas semanas es una inc¨®gnita.
A pesar de las mil aristas de un conflicto que corre el riesgo de enquistarse, todo indica que algo se est¨¢ moviendo en Venezuela. ¡°Es un momento de esperanza¡±, resume Paola Alem¨¢n, vicepresidenta nacional de programas de Primero Justicia y doctora en ciencias pol¨ªticas. Considera que las ¡°dictaduras se equivocan¡±, que Maduro pensaba que ¡°el miedo y el terror¡± eran suficientes para frenar a la gente, pero desconoc¨ªa la capacidad de resiliencia de la oposici¨®n, que despu¨¦s de muchos a?os de tensi¨®n y errores fue capaz de movilizar el domingo a dos millones de personas. Alem¨¢n reconoce que ahora la ¡°l¨ªder indiscutible¡± es Machado y que ese voto debe ¡°traducirse en una maquinaria electoral que sea capaz de superar los obst¨¢culos que se van a presentar¡±. Primero, para pelear por su habilitaci¨®n y, en el horizonte, para lograr que la oposici¨®n vaya unida a 2024 y ¡°derrote a Maduro¡±.
Si eso llegara a pasar, ?abandonar¨ªa el chavismo el poder por voluntad propia? ¡°Es muy poco probable¡±, a?ade Ramsey, ¡°pero eso no significa que la comunidad internacional deba dejar de ofrecerle incentivos a actores claves del chavismo para apoyar una transici¨®n. Hay gente dentro a quienes les interesa un futuro pol¨ªtico y apoyar¨ªan una transici¨®n negociada¡±. Le¨®n pone como ejemplo el relevo de la dictadura a la monarqu¨ªa parlamentaria que se llev¨® a cabo en Espa?a, donde se promulg¨® una ley de amnist¨ªa. Tambi¨¦n para ¨¦l resulta dif¨ªcil creer que Maduro, sobre el que pesa una recompensa en Estados Unidos de 15 millones de d¨®lares, abandone el poder sin m¨¢s. Las voces que piden que, as¨ª como Chile super¨® pac¨ªficamente la dictadura de Pinochet, Venezuela avance hacia lo mismo son cada vez m¨¢s numerosas. Es lo que defiende, por ejemplo, el l¨ªder opositor Henrique Capriles, n¨¦mesis en el bloque opositor de Machado.
Por los ¨²ltimos movimientos del chavismo, se percibe cierto nerviosismo entre sus filas. Uno de los problemas m¨¢s inmediatos que se le puede presentar a la oposici¨®n es la judicializaci¨®n de las primarias. Tarek William Saab, el fiscal general del pa¨ªs, ha anunciado una investigaci¨®n penal contra los organizadores y este viernes ha pedido que tres de ellos ¨DJes¨²s Mar¨ªa Casal, Mildred Camero y Roberto Abdul-Hadi Casanova¨D vayan a declarar en calidad de investigados. Saab ha recordado en un mensaje en redes sociales que la Constituci¨®n recoge que la organizaci¨®n de eventos como este deben correr a cargo del Centro Nacional Electoral (CNE). Y aunque eso es cierto, la verdad es que la oposici¨®n estuvo meses esperando a que el CNE les respondiera a su solicitud de apoyo y, cuando lo hizo, ya era tan tarde que se vieron obligados a gestionarlas por su cuenta. Queda ahora la duda de si las imputaciones de las instituciones chavistas se extender¨¢n al resto de implicados en las primarias, lo que supondr¨ªa un incumplimiento del acuerdo firmado Barbados, donde se llamaba a respetarlas.
¡°Es un momento de inflexi¨®n porque el Gobierno no se lo esperaba, firm¨® el acuerdo y no contaba con que la gente saliera a votar, pensando que la gente estaba harta de la pol¨ªtica. Y resulta que s¨ª, que los venezolanos votaron en masa¡±, explica Margarita L¨®pez Maya, historiadora venezolana. En eso coincide Luis Vicente Le¨®n, que calcula que a estas alturas Maduro se tiene que estar lamentando por haber permitido su celebraci¨®n. L¨®pez Maya ve ahora una ventana de oportunidad y considera que el momento favorece a la oposici¨®n: ¡°El chavismo est¨¢ en una posici¨®n en la que no le queda m¨¢s remedio que negociar. Cuando se conoci¨® el acuerdo [de Barbados] pens¨¦ que era un strike de Estados Unidos a Jorge Rodr¨ªguez (jefe del equipo negociador del Gobierno). Firmaron sin prever lo que iba a pasar y ahora se les puede enredar el papagayo¡±. L¨®pez Maya tambi¨¦n est¨¢ segura de que, en unas elecciones justas, el chavismo sabe que no puede ganar.
Venezuela lleva un lustro estancada en una negociaci¨®n que da pasos adelante y, despu¨¦s, dos pasos atr¨¢s. Los m¨¢s pesimistas consideran que estos acercamientos entre las partes est¨¢n condenados al fracaso. Los optimistas, que el pa¨ªs se encuentra en un momento de cambio, qui¨¦n sabe si definitivo. Por delante a¨²n quedan muchas batallas por librar, pero la oposici¨®n se ha anotado el primer tanto despu¨¦s de a?os de estrategias err¨¢ticas. La mejor prueba de ello son los nervios del chavismo.
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