El peligroso impacto de los bulos en las vidas de los hispanohablantes de Estados Unidos
Periodistas de distinto origen se unen para rastrear el recorrido de las noticias falsas y combatir la desinformaci¨®n m¨¢s viral en espa?ol, que afecta especialmente a las comunidades latinas en Estados Unidos
Las mentiras suelen tener mayor alcance que las verdades. Resultan mucho m¨¢s veloces. Un fen¨®meno que ha disparado la globalizaci¨®n. La desinformaci¨®n traspasa cada vez m¨¢s r¨¢pido pa¨ªses y continentes a trav¨¦s de las redes sociales y otros canales de comunicaci¨®n. Bulos que suelen crear mucha confusi¨®n medi¨¢tica alrededor de la actualidad: la guerra en Gaza y sus derivadas tensiones geopol¨ªticas con Israel con otros estados, las elecciones en Argentina o el anuncio de nuevas ley...
Las mentiras suelen tener mayor alcance que las verdades. Resultan mucho m¨¢s veloces. Un fen¨®meno que ha disparado la globalizaci¨®n. La desinformaci¨®n traspasa cada vez m¨¢s r¨¢pido pa¨ªses y continentes a trav¨¦s de las redes sociales y otros canales de comunicaci¨®n. Bulos que suelen crear mucha confusi¨®n medi¨¢tica alrededor de la actualidad: la guerra en Gaza y sus derivadas tensiones geopol¨ªticas con Israel con otros estados, las elecciones en Argentina o el anuncio de nuevas leyes migratorias en Estados Unidos; acontecimientos que tienen actualmente al mundo en vilo
Desde distintas coordenadas del planeta, verificadores de datos rastrean su recorrido y elaboran contenidos con evidencia para desmentir las noticias falsas m¨¢s virales. ?stas suelen girar siempre sobre las mismas tem¨¢ticas: pol¨ªtica, conflictos b¨¦licos, salud¡ e impactan en los derechos de los ciudadanos, especialmente en los de algunos. ¡°La comunidad hispanohablante en Estados Unidos es especialmente vulnerable¡±, se?ala Tamoa Calzadilla, periodista venezolana y una de las fundadoras de Factchequeado, una plataforma que sigue la pista a las desinformaciones que m¨¢s afectan a los hispanohablantes y lucha contra la intoxicaci¨®n medi¨¢tica en el pa¨ªs norteamericano, un desierto de informaci¨®n en espa?ol.
Los ciudadanos latinos representan casi el 20% de la poblaci¨®n estadounidense, ¡°pero est¨¢n hu¨¦rfanos de noticias en su lengua¡±, asegura Calzadilla. El periodismo de calidad en espa?ol es un bien muy escaso y apenas cuenta con financiaci¨®n. ¡°Las traducciones del ingl¨¦s suelen ser de mala calidad, no atienden a la forma en que se expresan los latinos. Y las secciones dirigidas a ellos son las primeras que se eliminan cuando los medios de comunicaci¨®n sufren recortes¡±, explica.
Los agentes de desinformaci¨®n aprovechan estos vac¨ªos informativos para difundir contenidos falsos o enga?osos ¡°que minan las instituciones democr¨¢ticas, afectan a los derechos migratorios, el acceso al voto o al cuidado de la salud¡±, destaca Calzadilla. El pasado septiembre, por ejemplo, voceros conservadores y pol¨ªticos republicanos impulsaron una narrativa desinformante en la que aseguraban que el Partido Dem¨®crata hab¨ªa propuesto que se permitiera el aborto por cualquier motivo hasta el noveno m¨¦s del embarazo. ¡°Algo completamente falso y que se difundi¨® mucho en espa?ol¡±, aclara la integrante de Factchequeado.
Adem¨¢s de la ling¨¹¨ªstica, la comunidad hispana enfrenta muchas otras barreras para acceder a fuentes confiables y estar informada, ¡°lo que los expone a ciertos peligros, como evidenci¨® de forma clara la pandemia¡±, cuenta Calzadilla. Las narrativas sobre la seguridad de las vacunas covid-19 no s¨®lo estuvieron entre las m¨¢s difundidas y con mayor impacto en las redes sociales en todo el mundo, sino que tuvieron efectos muy graves para muchos ciudadanos en Estados Unidos, como expuso en el 2021 un an¨¢lisis de First Draft, un proyecto contra la desinformaci¨®n online fundado en 2015 por algunas de las compa?¨ªas de datos m¨¢s importantes, como Google.
De acuerdo con este estudio, la desinformaci¨®n sobre las vacunas trajo graves consecuencias para los latinos, que tienen 2,8 veces m¨¢s probabilidades de ser hospitalizados por covid-19 y 2,3 veces m¨¢s probabilidades de morir a causa de la enfermedad que los blancos no hispanos. Las noticias falsas produjeron una gran confusi¨®n y rumores absolutamente acient¨ªficos: tratamientos alternativos para curar la infecci¨®n ¡°o afirmaciones absurdas como que las vacunas conten¨ªan microchips, cambiaban el ADN o estaban elaboradas de fetos abortados y eran obra del Anticristo¡±, ejemplifica Calzadilla.
Como expone Pablo Hern¨¢ndez, periodista y coordinador de investigaci¨®n acad¨¦mica en Maldita, plataforma pionera espa?ola para la detecci¨®n de noticias falsas y verificaci¨®n de contenidos, ¡°la pandemia fue un antes y despu¨¦s en la viralizaci¨®n de los bulos. La cantidad de mensajes desinformantes volcados en redes sociales y aplicaciones de mensajer¨ªas como whatsapp con supuestos remedios milagrosos para hacer frente al virus fue tremenda¡±. Bulos que influyen en la toma de decisiones importantes, ¡°y que pueden suponer la vida o la muerte¡±, agrega Calzadilla.
Adem¨¢s de los problemas para acceder a una informaci¨®n veraz sobre salud, los obst¨¢culos ling¨¹¨ªsticos tambi¨¦n propician el engorde de otros tipos bulos para los hispanohablantes, que conforman muchas comunidades diversas a la vez. ¡°Son ciudadanos que experimentan realidades sociales muy dif¨ªciles de las que se aprovechan las narrativas de la desinformaci¨®n. Lo observamos continuamente con las noticias de migraci¨®n¡±, denuncia la periodista de Factchequeado, plataforma que se ali¨® con Maldita para analizar en detalle qu¨¦ tipo de desinformaci¨®n perjudica especialmente a las comunidades latinas en Estados Unidos.
¡°En una encuesta que realizamos, todos los periodistas que cubren temas en espa?ol mostraron preocupaci¨®n por las confusas noticias que se difunden alrededor de las pol¨ªticas y procesos migratorios. Estas constituyen algunas de las fake news m¨¢s peligrosas. Por el tipo de informaci¨®n farragosa que les suele llegar a los hispanohablantes, pero tambi¨¦n por el temor que existe a la deportaci¨®n¡±, se?ala Hern¨¢ndez.
¡°Es muy f¨¢cil jugar con ese miedo cuando los procesos burocr¨¢ticos vinculantes a las leyes migratorias son complicados y casi siempre est¨¢n en ingl¨¦s¡±, matiza Calzadilla. El pasado mayo, su organizaci¨®n trabaj¨® sin descanso para desmentir un v¨ªdeo que circulaba por todas las redes y que pretend¨ªa advertir sobre el abandono masivo de latinos de Florida por la nueva ley de migraci¨®n. ¡°El v¨ªdeo se hab¨ªa grabado en otro a?o y, en realidad, mostraba a ciudadanos que hu¨ªan del hurac¨¢n Ian¡±, explica la venezolana y pone otro ejemplo actual: ¡°toda la desinformaci¨®n que se est¨¢ creando con la tan pol¨¦mica reforma de ley de migraci¨®n indocumentados en Texas que no afecta a otros estados, como a California, pero que se est¨¢ intentando difundir como si afectase al estatus migratorio de los latinos que viven all¨ª¡±.
¡°Ese tipo de noticias falsas les llegan por aplicaciones que usan a diario para comunicarse con sus familiares y por las que se enteran de la actualidad¡±, matiza Hern¨¢ndez. De acuerdo con una investigaci¨®n de Factchequeado, los hispanos y latinos no solo pasan m¨¢s tiempo en las redes sociales, sino que tienen m¨¢s del doble de probabilidades de utilizar aplicaciones de mensajer¨ªa, como Telegram y WhatAapp. ¡°De hecho, esta es la red favorita para comunicarse e informarse¡±, puntualiza Calzadilla. ¡°Se trata de una aplicaci¨®n por la que es muy f¨¢cil colar noticias falsas, sobre todo en aquellos que viven en un pa¨ªs de donde no son originarios y usan canales gratuitos para comunicarse con quienes dejaron atr¨¢s y no perder sus ra¨ªces. Esta circunstancia los hace muy vulnerables a la desinformaci¨®n¡±, matiza el periodista espa?ol y advierte de un factor clave para que las noticias falsas adquieran viralidad: apelar al componente emocional.
¡°Durante la pandemia todos est¨¢bamos pendientes de las noticias y con las emociones a flor de piel. Sobre todo porque no hab¨ªa informaci¨®n fiable a la que recurrir, ni siquiera desde organismos referentes como la OMS. Por lo que cualquier contenido que llegaba de alguien de confianza, un amigo, un primo, resultaba muy cre¨ªble¡±, expone el investigador de Maldita, desde donde han identificado ciertos patrones de los bulos que alcanzan el mundo entero. ¡°Un objetivo de la desinformaci¨®n es generar respuestas emocionales, hacer reaccionar de forma inmediata al receptor sin que se pare a pensar si lo que comparte es mentira o verdad¡±.
Las fake news tambi¨¦n se aprovechan de manipular una narrativa en el contexto internacional de m¨¢s actualidad. ¡°Cuando el inter¨¦s global est¨¢ dirigido a un acontecimiento espec¨ªfico la desinformaci¨®n se vuelve mucho m¨¢s r¨¢pida. A ra¨ªz de la guerra en Ucrania nos dimos cuenta de que, ?si los focos medi¨¢ticos se concentran en un tema, la desinformaci¨®n se dispara!¡±, explica Hern¨¢ndez.
Cuando en febrero del 202 tuvo lugar la invasi¨®n rusa y las noticias sobre el conflicto b¨¦lico empezaron a difundirse de forma viral el equipo de Maldita decidi¨® lanzar Ukrainefacts, una herramienta para desmentir los tantos contenidos falsos que estaban circulando por las redes sociales: im¨¢genes del pasado, de otros conflictos, de eventos no relacionados con otras guerras e incluso sacadas de videojuegos. ¡°Los mismos bulos aparec¨ªan en pa¨ªses distintos con muy poca diferencia de tiempo¡±, cuenta el periodista. Si su equipo estimaba que cada pieza de desinformaci¨®n pod¨ªa tardar semanas en saltar de un pa¨ªs a otro, en este caso se estaban viralizando en partes dispares del mundo al mismo tiempo. Desinformaciones que circulan el mismo d¨ªa en 17 pa¨ªses a la vez.
¡°Si bien se van repitiendo t¨¦cnicas y din¨¢micas para difundir el mismo bulo en distintos lugares, resulta muy dif¨ªcil hacer an¨¢lisis globales de una misma desinformaci¨®n, porque esta adquiere caracter¨ªsticas locales en cada pa¨ªs¡±, dice Hern¨¢ndez. Lo que s¨ª est¨¢ comprobado, afirma, ¡°es que si un influencer o un personaje p¨²blico difunde esa desinformaci¨®n, la repercusi¨®n en todo el mundo es tremenda¡±. Como cuando en el 2020 Donald Trump, entonces presidente, sali¨® a defender el uso de la hidroxicloroquina para tratar los s¨ªntomas por coronavirus, ¡°a pesar de que las autoridades sanitarias no lo avalaban¡±, pone de ejemplo Calzadilla. ¡°Que alguien con tanta influencia y autoridad respalde p¨²blicamente ese tipo de informaci¨®n s¨®lo hace que el problema se multiplique y se vuelva mucho m¨¢s peligroso¡±, concuerda el periodista de Maldita. El pasado 11 de octubre, la Casa Blanca tuvo que salir a desmentir un comunicado de Joe Biden en el que afirmaba haber visto un v¨ªdeo de beb¨¦s israel¨ªs decapitados por Ham¨¢s. Pol¨ªticos y analistas de actualidad de todo el mundo hicieron declaraciones al respecto desde sus cuentas personales, pero nadie pudo probar su existencia.
¡°Seguir el rastro de noticias as¨ª, con tanto impacto emocional e influencia mundial, es muy complicado. Muchas veces el mismo bulo se replican palabra por palabra en distintos lugares, pero necesitamos homogeneizar las bases de datos de los distintos fact checkers en otros pa¨ªses y buscar colaboraciones para tener una visi¨®n completa¡±, explica Hern¨¢ndez el periodista de Maldito, que tiene un objetivo ambicioso: crear una especie de mapa de la seda para la desinformaci¨®n. De momento, su plataforma ya cuenta con distintos aliados en Am¨¦rica Latina y Estados Unidos, como Factchequeado. De esta colaboraci¨®n entre rastreadores espa?oles y latinoamericanos surgieron iniciativas como LatamChequea, que ha conseguido reunir ya a 32 medios de 15 pa¨ªses.
¡°En un panorama como el de Estados Unidos, que contin¨²a desierto de informaci¨®n en espa?ol, es fundamental que cada vez nos unamos m¨¢s periodistas para luchar contra los bulos¡±, agrega Calzadilla. Como recuerda la venezolana, ¡°la vida de los ciudadanos se rige por las pol¨ªticas de los pa¨ªses donde residen, est¨¢n limitadas por un contexto muy particular. Pero los bulos, que tanto da?o hacen, no tienen fronteras¡±.
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