Los presos pol¨ªticos liberados en Venezuela: en casa, pero en el limbo
Sin haber sido informados sobre su nuevo estatus legal, 20 prisioneros exonerados conviven con la incertidumbre. Se espera que otros 20 de los 300 que hay en las c¨¢rceles puedan ser beneficiados en el mediano plazo
Los 20 prisioneros pol¨ªticos que acaban de ser liberados en Venezuela est¨¢n aliviados por volver a pisar la calle, pero a¨²n desconocen cu¨¢l es su estatus jur¨ªdico y cu¨¢les son los l¨ªmites de las medidas sustitutivas que les han otorgado. Varios de estos activistas civiles fueron informados de que quedaban en libertad luego de haber afrontado duras penas en calidad de sentencia firme, en la mayor¨ªa de los casos acusados de terrorismo, sedici¨®n y traici¨®n a la patria.
En medio del regocijo por el inesperado regreso a casa -algunos de ellos hab¨ªan sido sentenciados hasta a 16 a?os de prisi¨®n-, los presos reci¨¦n liberados tienen muy presente que se han convertido en moneda de cambio en medio de un acuerdo marco que los sobrepasa, y por eso tienen, con frecuencia, renuencia a contar sus historias.
¡°Hay unos 20 prisioneros que han podido salir en el acuerdo que ha permitido liberar a Alex Saab¡±, explica el abogado Alonso Medina Roa, especializado en derechos humanos, involucrado en este proceso. ¡°Hay una enorme incertidumbre sobre la condici¨®n procesal que tienen, cu¨¢l es su futuro. No ha existido claridad en los tribunales. Por los caminos verdes nos hemos enterado de que tienen un r¨¦gimen de presentaci¨®n, cada 15 d¨ªas, sobre el cual nos ocuparemos ahora que empiece el a?o¡±.
Un dirigente estudiantil que ha preferido no identificarse y que conoci¨® esta medida de gracia despu¨¦s de afrontar duras condiciones de reclusi¨®n, asegura que, pesar de la sentencia, siempre tuvo la convicci¨®n de que iba a salir. ¡°Me puse como meta 2025 con la concreci¨®n del ciclo electoral¡±, cuenta. Sobre su vida en prisi¨®n, explica que todo es cuesti¨®n de dinero. ¡°Lo que uno necesite se lo tiene que pagar a los guardias, a los custodios. Estuve detenido en La Yaguara con presos comunes, con ellos me llev¨¦ algunas sorpresas porque pudimos organizarnos. Fui torturado en interrogatorios, aunque debo decir que a posteriori el trato ya no fue hostil¡±, dice.
Para Joel Garc¨ªa, abogado defensor de algunos de estos presos pol¨ªticos, el criterio usado por el Gobierno chavista para liberar presos en detrimento de otros no tiene coherencia. ¡°En Venezuela existen todav¨ªa unos 300 presos pol¨ªticos, entre civiles y militares. En octubre salieron cinco de ellos, dos de los cuales fueron defendidos por m¨ª, como lo fueron Roland Carre?o y Juan Requessens. Hasta diciembre, salieron 10 estadounidenses, junto a los seis dirigentes sindicales condenados el a?o pasado por conspiraci¨®n. El 23 sale John Alvarez. Muchos otros presos estaban esperanzados de medidas para ellos, pero no hay nada concreto sobre futuras liberaciones. No obedece al tiempo de reclusi¨®n ni a la gravedad de los casos¡±. Garc¨ªa asegura que en los corrillos circundantes de este caso, se comenta que en el mediano plazo podr¨ªa estar planteada la liberaci¨®n de unas 15 o 20 personas m¨¢s.
Uno de los dirigentes sindicales sentenciados a 16 a?os de prisi¨®n acusado de terrorismo, N¨¦stor Astudillo, s¨ª quiere dar su nombre: ¡°Fui hecho prisionero por razones de persecuci¨®n pol¨ªtica. No le tengo miedo al Gobierno. Venezuela vive una dictadura disfrazada de democracia¡±. Recluido con presos comunes, Astudillo pas¨® cuatro meses en la c¨¢rcel.
Al ser sentenciados acusados de terrorismo, el pasado mes de agosto, el fiscal general, Tarek William Saab, justific¨® la medida porque personas como Astudillo, presuntos dirigentes sindicales de acuerdo a la prensa, ¡°ni est¨¢n inscritos en el seguro social como empleados, ni pertenecen a sindicato alguno, ni laboraron jam¨¢s como lucha sindical, ni presentaron esas evidencias supuestamente de ser l¨ªderes sindicales en el propio juicio¡±.
Astudillo cuenta su detenci¨®n: ¡°Fui llevado a un s¨®tano de la DGICIM -Direcci¨®n General de Contrainteligencia Militar-, estuve en unos calabozos subterr¨¢neos al comienzo, aislado. No me pegaron, pero ese es un centro clandestino y s¨¦ de otros presos pol¨ªticos que s¨ª han torturado, como el capit¨¢n Acosta Ar¨¦valo. Los presos comunes son extorsionados, maniatados. No nos agredieron f¨ªsicamente, pero se violan derechos, se cobra el agua, la luz del sol, se paga por todo, no se garantiza la alimentaci¨®n, todo hay que pagarlo. El sistema carcelario en Venezuela est¨¢ privatizado de facto¡±.
Otro activista que ha preferido no identificarse dice que est¨¢ ¡°feliz de estar con la familia, en la casa, pero con una enorme incertidumbre¡±. ¡°No sabemos qu¨¦ nos depara el futuro, pero continuaremos con nuestra lucha en el pa¨ªs¡±, a?ade. Esa sensaci¨®n de no saber se repite en todos ellos.
¡°Estamos en la calle en un proceso de incertidumbre, jur¨ªdicamente esa es nuestra situaci¨®n: 16 a?os de prisi¨®n, a pesar de que nos liberaron¡±, afirma Astudillo. ¡°Estamos esperando que nos informen. Yo nunca tuve dudas de que no iba a estar preso esos 16 a?os. Estaba convencido de que se acercaba un acuerdo pol¨ªtico, nuestra lucha ha sido pol¨ªtica. Nosotros logramos romper con la rutina penitenciaria, hicimos planteamientos, trabajamos, fuimos escuchados por los otros presos. No nos doblegamos frente a este r¨¦gimen. Ahora seguiremos defendiendo la democracia, la lucha contra la injusticia desde nuestros espacios¡±.
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