¡°Ha sido una petici¨®n desde el amor¡±: la mujer con ELA que ha logrado la legalizaci¨®n de la eutanasia en Ecuador
Paola Rold¨¢n se felicita porque ahora no tendr¨¢ que huir de su pa¨ªs para lograr una muerte digna
Se pod¨ªa llegar a pensar que el instante en que se conoci¨® la sentencia de la Corte Constitucional de Ecuador que legalizaba la eutanasia ser¨ªa un momento de celebraci¨®n, pero no ha sido exactamente as¨ª. A Paola Rold¨¢n, la mujer con ELA que ha logrado con sus insistencia este cambio profundo en un pa¨ªs conservador y religioso, en el que la Iglesia es la segunda instituci¨®n con m¨¢s credibilidad de los ciudadanos, se le quiebra la voz. Lo mismo le ocurre a sus familiares y sus abogados. Saben que est¨¢n haciendo historia, es lo que quer¨ªan, pero significa que Paola tiene derecho a morir y es lo que ella desea. Uno no sabe si un final inminente te puede hacer brindar.
Los jueces hab¨ªan votado el caso el lunes en una sesi¨®n que no fue p¨²blica. La sentencia pod¨ªa darse en cualquier momento. As¨ª transcurrieron los d¨ªas hasta el mi¨¦rcoles por la tarde, que los noticieros informaron que la Corte dar¨ªa a conocer su decisi¨®n. La hab¨ªa preparado en solo seis meses, una celeridad poco com¨²n. En casa de Paola todo giraba alrededor de su hijo de cuatro a?os que corre y salta. ¡°Ve¨ªamos las noticias y mi hijo me dice: mami qu¨¦ linda est¨¢s en la tele. ?l nos aterriza¡±, dice Paola por tel¨¦fono unas horas antes de conocer los detalles de la sentencia. El d¨ªa ha pasado entre las cosas cotidianas de una casa y los mensajes de familiares con otras enfermedades catastr¨®ficas que tambi¨¦n esperaban la decisi¨®n. Entre lo com¨²n y lo trascendental.
Paola, de 42 a?os, fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotr¨®fica en agosto de 2023. La enfermedad degenerativa debilit¨® r¨¢pidamente los m¨²sculos de su cuerpo. Solo unos meses despu¨¦s ya no pod¨ªa caminar y estaba en cama con un respirador, sin poder moverse. Desde ah¨ª lidera todo en la casa. Organiza la c¨¢psula del tiempo para su hijo, regalos, cartas, fotograf¨ªas que ¨¦l recibir¨¢ en su cumplea?os, su graduaci¨®n, Navidades, d¨ªas especiales para cuando ella no est¨¦. ¡°Listas de compras para mi marido para que sepa qu¨¦ tiene que comprar y no tenga que preocuparse, tareas de la casa, arreglos de cuentas bancarias, he organizado todo, ahora quisiera dejar algo m¨¢s¡±, dice Paola. ?Qu¨¦ es? ¡°Una red de apoyo terap¨¦utico para las personas con enfermedades catastr¨®ficas y sus familiares, y luego descansar¡±.
Los ¨²ltimos meses su cuerpo se ha debilitado a¨²n m¨¢s, la ¨²ltima crisis de salud fue en diciembre. ¡°No sab¨ªamos qu¨¦ me pasaba, y luego descubrimos que mi cuerpo est¨¢ rechazando la alimentaci¨®n por v¨ªa. Ahora estoy solo con sueros y vitaminas y mi cuerpo sinti¨® un shock, no pod¨ªa ni despertarme, dorm¨ªa muchas horas. Ahora estoy un poco m¨¢s acostumbrada, perdiendo peso poco a poco¡±, explica.
Sus abogados analizan ahora la letra peque?a. No basta con que los jueces aprueben la despenalizaci¨®n de la eutanasia, desde cu¨¢ndo y c¨®mo se regular¨ªa era tambi¨¦n importante. En una segunda llamada con EL PA?S, Paola reacciona a la decisi¨®n: ¡°No s¨¦ c¨®mo poner en palabras que esto es una opci¨®n, no es una obligaci¨®n. Est¨¢ para quienes creemos en ella y tambi¨¦n para quienes les asusta, para quienes les repele. Y que es una decisi¨®n que ha sido una petici¨®n m¨ªa desde el amor, desde la compasi¨®n y siento que la sentencia refleja eso¡±.
La Corte acogi¨® el pedido casi total de Paola. Permiti¨® que bajo dos par¨¢metros se pueda acceder a la eutanasia. Que quien lo solicite responda a un padecimiento de intenso sufrimiento proveniente de una lesi¨®n corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable. Y que la persona exprese su consentimiento inequ¨ªvoco, libre e informado, y en caso de que no pueda hacerlo, un representante pueda decidirlo. ¡°Eso me ha producido muchas emociones, la Corte ha permitido que en ciertos caso los familiares puedan decidir, me desbordo de agradecimiento de haber sido un veh¨ªculo para tanta gente¡±, dice Paola.
Sus redes sociales est¨¢n llenas de mensajes de apoyo, de agradecimiento, llaman valiente, aunque no le gusta. Sabe el desenlace de esta noticia, en realidad lo sabe desde que le dijeron que tiene ELA, pero ahora tiene otra opci¨®n. ¡°Pensaba en algunos mensajes de mucha gente que me escribi¨® diciendo que porqu¨¦ no me voy a Colombia, donde la eutanasia es legal, y yo pensaba: qu¨¦ alegr¨ªa que ahora no tengo que huir de mi pa¨ªs. Hoy Ecuador me acoge un poco m¨¢s¡±.
¡ªRecuerdo que la primera vez que nos encontramos usted dijo que esto ten¨ªa que suceder, que tal vez no ocurrir¨ªa con usted, pero deb¨ªa pasar.
¡ª?Puedes creer que alcanc¨¦ a verlo? Cuando empec¨¦ esto, todo el mundo me dijo que era imposible, que la Corte se tomar¨ªa tres a?os en resolver y que no iba a poder verlo. Y yo dije bueno, no importa. Es como cuando plantas un ¨¢rbol y todo el mundo se sienta en la sombra. Pude verlo y yo tambi¨¦n me estoy sentando en la sombra del ¨¢rbol que plant¨¦.
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