Marco Sifuentes, el periodista peruano que destap¨® el esc¨¢ndalo de los Rolex: ¡°Nadie cree a Boluarte¡±

Marco Sifuentes (Lima, 44 a?os), periodista peruano, lanz¨® un podcast en 2020 para analizar a los candidatos a las elecciones presidenciales que gan¨® Pedro Castillo. Lo hac¨ªa ¨¦l solo en su casa, grab¨¢ndose con un celular, y lo llam¨® La Encerrona. Era un proyecto breve, como la vida de una mariposa. Pero funcion¨® muy bien, el programa se volvi¨® influyente y a partir de ah¨ª Sifuentes comenz¨® a diseccionar a diario la actualidad de su pa¨ªs natal. Lo hace desde Madrid, donde vive, y eso no ha sido un impedimento para poner contra las cuerdas a la presidenta de Per¨², Dina Boluarte, al revelar que usa Rolex y otros relojes de lujo cuya procedencia no ha podido acreditar. El reportero Ernesto Cabral cotej¨® miles de im¨¢genes y pas¨® semanas investigando. Sifuentes ha convertido La Encerrona en una empresa y ahora mismo tiene contratadas a cuatro personas, y ha demostrado, de paso, que un podcast tambi¨¦n puede ser un veh¨ªculo para investigar y hacer periodismo de alto vuelo.

Pregunta. ?Por qu¨¦ dice usted que la versi¨®n de la presidenta Boluarte de que su colecci¨®n de relojes son prestados y sus joyas son pr¨¢cticamente baratijas es inveros¨ªmil?

Respuesta. Por varias razones, pero quiz¨¢ la principal es porque las fechas la convierten en una versi¨®n rid¨ªcula. Ya est¨¢ demostrado que el Rolex, el que denominamos reloj N¡ã 9, fue comprado el d¨ªa de su cumplea?os, el 31 de mayo de 2023 y su primera aparici¨®n documentada por nosotros fue el 5 de junio. Publicamos el destape el jueves 14 de marzo, y su ¨²ltima aparici¨®n fue el lunes 11 y, de hecho, el martes le enviamos a Palacio algunas preguntas, con lo cual es un pr¨¦stamo que ocurre apenas se compra el bien y termina un d¨ªa antes de que la prensa empiece a hacer preguntas sobre ese bien. No tiene ning¨²n sentido como pr¨¦stamo.

P. Usted ha investigado las fechas, pero tambi¨¦n se ha fijado en las propias palabras de la presidenta.

R. Hay varios cambios de discurso. Efectivamente, en alg¨²n momento dijo que era de anta?o y fruto de su trabajo, luego sus voceros salieron a decir que quiz¨¢s el Rolex era una imitaci¨®n, una copia. Luego otro vocero suyo dijo que quiz¨¢s era el regalo de un ¡°fan enamorado¡±. Esas fueron sus palabras. El propio Wilfredo Oscorima, el gobernador regional de Ayacucho, que ahora se sabe es el que le dio esos Rolex neg¨® tener algo que ver. Ha habido demasiadas versiones. La presidenta ha dado tres mensajes a la naci¨®n sobre este asunto, y nadie le cree.

P. ?Qui¨¦n es Wilfredo Oscorima y qu¨¦ se puede entender por esta ¡®relaci¨®n especial¡¯ con la presidenta?

R. Wilfredo Oscorima es alguien que por tercera vez es gobernador regional de Ayacucho. En la segunda ocasi¨®n su mandato se interrumpi¨® por una orden de detenci¨®n en su contra. ?l estuvo pr¨®fugo algunos meses. Seg¨²n la polic¨ªa, cuando lo detuvieron ¨¦l les ofreci¨® 100.000 soles (27.000 d¨®lares) para evitar ser capturado. Al final ocurri¨® y pas¨® un tiempo en prisi¨®n. Antes de eso, en su primera postulaci¨®n hubo una denuncia sobre la que ¨¦l ha sido bien ambiguo: ¨¦l le regal¨® unos Rolex al presidente del Jurado Electoral de su regi¨®n. Es una persona con mucho dinero al que se le ha investigado por lavado de activos y vinculaciones con el narcotr¨¢fico. ?l, por supuesto, asegura que todo proviene de sus negocios legales que son casas de apuestas, casinos, que est¨¢n agrupados bajo el nombre legal Oscorp. Esto es divertido, es el mismo nombre legal de las corporaciones del Duende Verde, el super villano de Spiderman.

P. En la ¨²ltima conferencia de Boluarte no qued¨® claro si Oscorima solo le prest¨® un Rolex o los 17 relojes. Y lo otro: ?qui¨¦n compra un reloj de alta gama para prestarlo durante m¨¢s de un a?o?

R. Lo ¨²nico claro es que no ha quedado nada claro en toda esta situaci¨®n. Hildebrandt en sus Trece, una publicaci¨®n local de investigaci¨®n, asegur¨® la semana pasada que ella estaba buscando r¨¦plicas, tanto de las joyas como de los relojes. Parece que fue muy dif¨ªcil encontrar r¨¦plicas exactas de los relojes, porque los Rolex son altamente personalizables. Eso es algo que he aprendido en estos d¨ªas en los que me he vuelto un experto en Rolex. Se personaliza el color, la correa, el borde, el fondo, todo. Un mismo modelo puede tener decenas de combinaciones. Ante la imposibilidad de encontrar una r¨¦plica, todo indica que la presidenta ha optado por esta salida.

P. ?De cu¨¢ntos Rolex finalmente estamos hablando?

R. Fuimos muy cuidadosos, sobre todo teniendo en cuenta que los Rolex son los relojes m¨¢s imitados del mundo. En nuestra investigaci¨®n inicial solo aseguramos un Rolex. Luego otros medios detectaron dos, tres, hasta cuatro. Ya despu¨¦s de ver m¨¢s fotograf¨ªas y consultar con m¨¢s expertos nos decantamos por tres Rolex. Efectivamente, la presidenta ha admitido que son tres.

P. Las redes sociales no son el term¨®metro m¨¢s exacto de una sociedad, pero s¨ª un indicador. Por lo que ha podido leer y observar, ?c¨®mo ha tomado la poblaci¨®n peruana lo dicho por Boluarte?

R. Absolutamente nadie le ha cre¨ªdo. Creo que para todos est¨¢ claro lo que est¨¢ sucediendo. Hay que decir que Boluarte es una presidenta muy impopular que se mantiene en el poder porque le sirve a quienes gobiernan realmente, que es esta coalici¨®n a la guatemalteca en el Parlamento. De hecho, en el Per¨² se habla de dictadura congresal. En la medida que ella sea funcional a nivel formal para esta dictadura congresal la van a seguir apoyando. Varios de los representantes de los partidos salieron en los primeros d¨ªas firmes y contundentes a exigir que la ?presidenta d¨¦ explicaciones, pero apenas vieron que esto se sal¨ªa de control y la Fiscal¨ªa ¡ªque ahora es independiente¡ª entr¨® a la casa de la presidenta, all¨ª todos los partidos que controlan el Congreso salieron a decir: ¡°hasta aqu¨ª nom¨¢s. Nosotros apoyamos a Boluarte¡±. Su permanencia no se explica por su popularidad o impopularidad, sino porque es funcional a la gente que de verdad est¨¢ gobernando el pa¨ªs.

P. Sin embargo, el Rolexgate no ha encendido la chispa de la protesta, no ha habido un brote contundente de indignaci¨®n en las calles.

R. Ha habido protestas en varios sitios, pero peque?as. Y tiene que ver con las masacres impunes perpetradas en este Gobierno. Casi un a?o y medio despu¨¦s, no hay ni una sola persona presa. Ni siquiera los mandos m¨¢s bajos. Lo que hay es un polic¨ªa pr¨®fugo y ya est¨¢. Hay una sensaci¨®n de impunidad y de miedo.

P. El primer ministro, Gustavo Adrianz¨¦n, dijo en CNN que le extra?aba que una crisis de Gobierno fuera desatada por un asunto como este. ?Por qu¨¦ cree que el Rolexgate no es una frivolidad?

R. Estamos hablando del desbalance patrimonial de una presidenta. En ning¨²n lugar del mundo eso es una frivolidad. No estamos hablando solo de relojes, sino de joyas con un valor bastante alto.

P. Algunos han cuestionado su trabajo diciendo que fue una filtraci¨®n.

R. No fue una filtraci¨®n. A nosotros nadie nos dio un documento donde dec¨ªa que la presidenta tiene un Rolex. Nos dieron un dato, ciertamente, pero luego Ernesto Cabral revis¨® durante semanas 10.000 fotograf¨ªas de alta resoluci¨®n que estableci¨® en una base de datos y orden¨® en una l¨ªnea de tiempo. La l¨ªnea de tiempo es crucial porque los relojes de alta gama reci¨¦n aparecen cuando ella ya es presidenta. La l¨ªnea de tiempo la desmiente completamente.

P. Henry Shimabukuro, uno de los asesores de Pedro Castillo, ha asegurado que durante la campa?a Boluarte usaba relojes de pl¨¢stico.

R. S¨ª, y ella misma dijo que no ten¨ªa recursos y que su campa?a hab¨ªa sido pundonorosa, esforzada y sufrida. Que la gente colabor¨® con su econom¨ªa porque era una candidata del pueblo. Pero est¨¢ claro que hay una diferencia notable entre la Dina Boluarte de la campa?a y la Dina Boluarte presidenta. Una diferencia que no se explica con el sueldo presidencial que es bastante reducido.

P. M¨¢s all¨¢ de este blindaje desde el Congreso y el apoyo de las Fuerzas Armadas, ?son los d¨ªas m¨¢s vulnerables de la presidenta?

R. Yo creo que ya se ha visto vulnerable. Creo que los peruanos, que estamos s¨²per acostumbrados a los esc¨¢ndalos pol¨ªticos, nunca hemos visto que con una comba le rompan la puerta a la casa de la presidenta. Eso es nuevo incluso para nosotros.

P. ?Cu¨¢nto resistir¨¢ una presidenta que en las encuestas no llega ni al 10% de aprobaci¨®n?

R. Aqu¨ª van a entrar los c¨¢lculos de los partidos. La coalici¨®n partidaria que gobierna el Per¨² ahora mismo, lo que llamamos dictadura congresal, ha cambiado la Constituci¨®n hace muy poco. En marzo cambi¨® 50 art¨ªculos de la Constituci¨®n. Algunos dicen superficialmente, pero no. Ha cambiado la estructura misma del Estado peruano. Casi ha convertido a nuestra Constituci¨®n en una nueva, donde el legislativo tiene un peso desproporcionado. Entonces, puede ser que hagan la evaluaci¨®n y digan: ¡°ya no la necesitamos¡±. Tenemos el suficiente poder ahora mismo, como para no necesitar a esta se?ora tan d¨¦bil. Boluarte siempre ha sido d¨¦bil: no tiene bancada. Lleg¨® con Pedro Castillo al poder y se pele¨® con ¨¦l casi al t¨¦rmino de su r¨¦gimen, y renunci¨® al que era el partido de gobierno. Ella depende de la coalici¨®n actual para continuar. El otro lado de la ecuaci¨®n es que esta coalici¨®n partidaria ha sufrido un golpe muy duro a fines del a?o pasado cuando cay¨® la exfiscal de la naci¨®n Patricia Benavides, que era su aliada y que era la principal persecutora de los opositores. Es lo ¨²nico que explica que la Fiscal¨ªa actual haya podido actuar en este caso y romperle la puerta a Boluarte. En la medida en que el Congreso decida hasta cu¨¢ndo Boluarte les es ¨²til y en la medida que la Fiscal¨ªa que ahora es independiente pueda seguir avanzando, no s¨¦ si vaya a caer. Pero est¨¢ viviendo d¨ªas muy dif¨ªciles.

P. ?Qu¨¦ dice del argumento del Gobierno de que hay que pasar la p¨¢gina del Rolexgate para no ahuyentar la inversi¨®n extranjera?

R. No tiene mucho sentido. Todos los aliados del actual Gobierno se pasaron petardeando a Castillo y tratando de hacerlo caer. Uno puede estar de acuerdo o no con Castillo, pero eso es objetivo. Desde el d¨ªa uno se plante¨® su vacancia y ¨¦l tampoco se abstuvo de generar esc¨¢ndalos. Ellos trataron de baj¨¢rselo y Castillo dio un golpe de Estado inaceptable para todos. Pero entonces esa excusa es absurda viniendo de ellos. Peor desde el fujimorismo. Desde el 2016 ellos han apoyado siete intentos de vacancia presidencial. De pronto la inestabilidad que ellos han generado desde el 2016 reci¨¦n les importa en el 2024.

P. ?Este pacto con el Congreso qu¨¦ tanto se fortaleci¨® con la excarcelaci¨®n de Alberto Fujimori?

R. La decisi¨®n ¨²ltima de excarcelar al dictador Fujimori fue de este Gobierno. Recay¨® en el INPE, el organismo que administra las c¨¢rceles que es parte del Ejecutivo. A cambio, Fujimori en su ¨²nica declaraci¨®n desde que est¨¢ en libertad fue: ¡°el fujimorismo ha decidido que Dina Boluarte se quede hasta el 2026¡å.

P. Acerca de la realidad nacional, el polit¨®logo Alberto Vergara ha dicho: ¡°La mayor¨ªa del pa¨ªs no milita en el proyecto pol¨ªtico del Rolex y la bala. Pero no tiene voz, no est¨¢ en la mesa de negociaci¨®n¡±. ?De qu¨¦ manera los intereses del pueblo pueden volver a estar en esa mesa? ?C¨®mo rescatar al Congreso?

R. El actual Congreso a vista y paciencia de todo el mundo ha dado leyes que benefician a las mafias de la miner¨ªa ilegal, a las mafias de la educaci¨®n, tanto b¨¢sica como universitaria, a las mafias del transporte informal. La lista es largu¨ªsima. Es importante que esto lo entienda el p¨²blico no peruano: no es una coalici¨®n ideol¨®gica. Estamos hablando de una coalici¨®n mafiosa. Una serie de mafias que controlan una serie de bancadas y hacen intercambios entre ellos. Es bien dif¨ªcil rescatar a este Congreso. Incluso las reglas de juego electorales las han alterado para seguir en el poder. El Per¨² va a seguir cayendo hasta que comencemos a recuperarlo, porque el nivel de destrucci¨®n institucional que ha habido desde el gobierno de Castillo, va a hacer que la reconstrucci¨®n sea bien lenta, prolongada y dolorosa.

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