¡°Nadie me habl¨® de riesgos¡±: lo que no se cuenta de los vientres de alquiler
Madres gestantes en Estados Unidos se quejan de contratos ineficientes, malos pagos y falta de apoyo, en una pr¨¢ctica donde prevalece el negocio sobre el trato a las mujeres
Cuando Camila Vintimilla-Caster lleg¨® al sal¨®n de parto del Baylor University Medical Center, el coraz¨®n de la beb¨¦ ya hab¨ªa dejado de latir. El 14 de julio de 2021 en Texas, una calurosa ma?ana de verano, Camila iba a dar a luz a una ni?a de ocho libras (3,6 kilos) que no era suya, tras firmar un contrato gestacional. Reci¨¦n cumpl¨ªa 39 semanas de un embarazo hasta entonces perfecto. D¨ªas antes, le coment¨® a su ginec¨®loga que hab¨ªa vomitado y perdido dos libras (casi un kilo) de peso. Le recetaron una medicina para las n¨¢useas. El domingo 12 de julio hizo una llamada telef¨®nica para reportar que la beb¨¦ se estaba moviendo diferente. Le dijeron que no hab¨ªa problema. El d¨ªa programado para la ces¨¢rea, Camila lleg¨® al hospital a las cinco de la madrugada. Poco despu¨¦s, un doctor confirm¨® la muerte de la beb¨¦.
Para la joven colombiana empez¨® un largo camino sin apoyo de la agencia que la contrat¨® para ser madre gestacional y un luto que arrastra hasta hoy. ¡°Cuando sal¨ª del hospital, me preguntaba: ?Por qu¨¦ yo?; ?qu¨¦ hice?¡±, cuenta Camila, de 33 a?os. ¡°Esos padres invirtieron tiempo y dinero. Me sent¨ª tan mal, tan culpable, no quer¨ªa que pensaran que yo le hice algo a la beb¨¦¡±, dice en referencia a la pareja que iba a recibir el beb¨¦ que ella gest¨®.
Camila y su esposo hab¨ªan firmado el contrato gestacional acorde con los requisitos establecidos en el C¨®digo de Familia de Texas. El documento, entre otros aspectos, establece que la madre gestacional renunciaba ¡°a toda patria potestad y deberes respecto del ni?o concebido mediante reproducci¨®n asistida¡±, y que ser¨ªa informada de los posibles riesgos asociados a la implantaci¨®n de embriones m¨²ltiples, as¨ª como a los medicamentos para la fertilidad, y los efectos psicol¨®gicos derivados del proceso. ¡°Nadie nunca me habl¨® de riesgos¡±, asegura Camila, madre de dos ni?os de 5 y 9 a?os. ¡°La subrogaci¨®n es un tema tan tab¨², especialmente en las comunidades latinas. Nadie me hab¨ªa alertado de esto¡±.
Estilista en la ciudad texana de Forth Worth, Camila apenas conoc¨ªa la zona gris del alquiler de vientres, una industria que en 2022 report¨® a nivel mundial un valor estimado de 14.000 millones de d¨®lares, y alcanzar¨¢ los $129.000 millones en los pr¨®ximos diez a?os, seg¨²n una investigaci¨®n de Global Market Insights. Pa¨ªses como Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Reino Unido o Tailandia se consideran destinos a los que la gente va para beneficiarse de esta pr¨¢ctica, mientras que en Espa?a est¨¢ prohibida y en Canad¨¢ se admite s¨®lo si es de manera altruista. En todo el mundo, despierta un inacabable debate legal y ¨¦tico.
¡°Aunque las mujeres que sirven como madres de alquiler pueden tener cualidades afectivas, el prop¨®sito de la industria es crear beb¨¦s y ganar dinero¡±, asegura Jennifer Parks, profesora asociada de Estudios de la Mujer y Estudios de G¨¦nero en la Universidad de Loyola, Chicago. ¡°No creo que la maternidad subrogada sea intr¨ªnsecamente inmoral, pero no tengo muchas esperanzas de que el sector evolucione hacia un modelo que d¨¦ m¨¢s voz y poder a las mujeres pobres de color, que suelen ser las contratadas para los servicios de maternidad subrogada en el mercado mundial¡±.
¡°La agencia quer¨ªa que todo en m¨ª fuera perfecto¡±
La primera vez que Camila habl¨® con los encargados de la agencia de fertilidad Shared Conception fue para averiguar qu¨¦ opciones ten¨ªa una de sus amigas ante la infertilidad. Como la agencia ten¨ªa su contacto, tras varios meses le escribieron para proponerle comenzar un proceso con una pareja de Oklahoma que no pod¨ªa tener hijos.
Camila reun¨ªa las caracter¨ªsticas que una agencia busca en una candidata: hab¨ªa sido madre antes, era saludable, ten¨ªa entre 21 y 42 a?os, contaba con el apoyo de su pareja, era financieramente estable, no recib¨ªa ayuda del Gobierno, era residente por m¨¢s de 90 d¨ªas del estado de Texas, y no viv¨ªa ni en Michigan, Nebraska o Luisiana, donde el alquiler de vientres es ilegal.
¡°Cuando empec¨¦ el proceso, en la agencia quer¨ªan que todo en m¨ª fuera perfecto. Queremos que tu ¨²tero est¨¦ perfecto, me dec¨ªan, que tu sangre est¨¦ perfecta, pero nadie me advirti¨® que esto pod¨ªa pasar¡±, afirma. La agencia Shared Conception fue contactada por EL PA?S, pero hasta el momento no se ha obtenido una respuesta.
Los Centros de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades (CDC) informaron que en 2020 el 90% de las cl¨ªnicas de reproducci¨®n asistida en EE UU ofrec¨ªan servicios de ¡°portadoras gestacionales¡±. Seg¨²n una encuesta de ese organismo, en alrededor del 75% de los casos, el embarazo sale adelante. Una vez que la mujer queda embarazada, la tasa de ¨¦xito de un parto sano alcanza el 95%. En 2020, nacieron 73.602 beb¨¦s de vientres de alquiler, seg¨²n la Sociedad de Tecnolog¨ªas de Reproducci¨®n Asistida (SART, por sus siglas en ingl¨¦s). Sin embargo, un estudio publicado en Human Reproduction revel¨® que los embarazos logrados por fecundaci¨®n in vitro tienen cuatro veces m¨¢s riesgo de muerte fetal.
¡°Todos te sugieren, te aconsejan que lo hagas, que es hermoso, y nadie me dijo: ¡®S¨ª, es hermoso, pero debes saber lo otro¡±, cuenta Camila. ¡°Nadie nunca me hab¨ªa dicho que a las 40 semanas el beb¨¦ se puede morir. Lo que le dicen por lo general a la mujer es que despu¨¦s de las 12 semanas todo est¨¢ bien¡±.
Una industria en crecimiento, a pesar de los riesgos
Camila supo de qu¨¦ hab¨ªa muerto la beb¨¦ que llevaba en su vientre cinco d¨ªas despu¨¦s de perderlo. Los centros m¨¦dicos no siempre informan las causas, por lo que Camila tuvo que pagar las pruebas de laboratorio. El documento detalla que la placenta examinada presentaba ¡°una grave villitis cr¨®nica difusa¡±, una inflamaci¨®n de las c¨¦lulas T maternas.
Nazca Fontes, directora y fundadora de la agencia ConceiveAbilities, establecida en Nueva York y con m¨¢s de 25 a?os de experiencia, asegura que el proceso de los vientres de alquiler es ¡°complejo y exigente¡± y que ¡°entra?a riesgos tanto para las madres de alquiler como para los futuros padres¡±. Y dice que las mujeres que llegan a su agencia con la idea de poner sus cuerpos para dar a luz al hijo de otra persona o pareja est¨¢n ¡°plenamente informadas sobre dichos riesgos¡±.
Lo mismo dice Perla Piekutowski, directora de Crecimiento y Compromiso de la agencia FairFax Surrogacy, establecida en Maryland. Seg¨²n ella, en FairFax ¡°se avisa de las complicaciones¡±, como la posibilidad de terminar ¡°en una ces¨¢rea, que des a luz muy temprano, que te suba la presi¨®n, que puedes perder al beb¨¦, tu ¨²tero, tu vida¡±, explica.
Aun as¨ª, en los ¨²ltimos a?os se habla de un aumento de las cl¨ªnicas de fertilidad en Estados Unidos, un pa¨ªs con una poblaci¨®n femenina de 168,8 millones, donde el 10% de las mujeres de 15 a 44 a?os tienen dificultades para quedar embarazadas o mantener el embarazo. El doctor Fernando Akerman, director del Fertility Center of Miami y miembro de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), sostiene que ¡°el riesgo m¨¢s frecuente en la subrogante es si uno llega a transferir m¨¢s de un embri¨®n y ella tiene un embarazo m¨²ltiple¡±. ¡°Yo les digo: ¡®Si quieres que yo te asegure que no va a haber ninguna complicaci¨®n, no te puedo tratar¡±, afirma.
Los datos p¨²blicos sobre gestaci¨®n subrogada en Estados Unidos no est¨¢n actualizados. Los CDC refieren que entre 1999 y 2013 hubo 13.380 partos de vientres de alquiler, de los que nacieron 18.400 beb¨¦s. Una cifra muy inferior a los m¨¢s de 70.000 que registr¨® la SART solo en 2020.
El incremento de esta pr¨¢ctica ha tra¨ªdo consigo la apertura acelerada de agencias que contratan los servicios de alquiler de vientres y una explosi¨®n de reclutadores en Internet. TikTok o Instagram hoy son espacios donde muchas mujeres cuentan sus procesos de subrogaci¨®n y alientan a otras a comenzar los suyos. La web de clasificados Craigslist, por ejemplo, tiene anuncios al estilo ¡°Surrogate mother needed¡± (¡°Se busca una madre gestante¡±), por precios de entre 57.000 y 70.000 d¨®lares.
Un ¡°negocio¡± mal pagado
Camila acord¨® cobrar por su proceso 45.000 d¨®lares, en pagos de poco m¨¢s de 3.000 cada mes. La pareja que se quedar¨ªa con el ni?o, por su parte, le pag¨® a la agencia unos 150.000 d¨®lares. ¡°Hay mucha gente que lo hace como negocio, yo no necesariamente lo hice porque necesitaba el dinero¡±, dice.
No obstante, no cree que ese dinero compense el sacrificio que hacen las mujeres con sus cuerpos cuando los padres pagan a las agencias sumas mucho mayores. ¡°A veces, los padres pagan hasta 200.000 d¨®lares y a la subrogante, que est¨¢ haciendo m¨¢s trabajo, solo le dan 40.000. Tiene m¨¢s sentido que sea al rev¨¦s, pero desafortunadamente es as¨ª¡±, sostiene.
En su caso, incluso ha tenido que pagar terapias psicol¨®gicas extras tras la muerte del beb¨¦, porque la agencia solo cubri¨® tres sesiones. ¡°La verdad, me sali¨® peor¡±, dice. ¡°Esto me ha afectado en varios aspectos de mi vida. Les tuve que explicar a mis hijos qu¨¦ pas¨®, a mis clientes, he tenido ansiedad, depresi¨®n¡±. Otras mujeres han fundado sus propias agencias o se han convertido en reclutadoras para procesos de alquiler de vientres. Yessenia Latorre, de ra¨ªces puertorrique?as y quien gest¨® a un beb¨¦ para una familia hace dos a?os, se define como ¡°educadora de maternidad subrogada¡± en Instagram. Aunque dice que el principal motivo para involucrarse en el proceso fue el de ayudar, tambi¨¦n reconoce que solo lo har¨ªa gratis para un amigo o familiar.
¡°Ha terminado siendo un negocio, pero nunca lo esper¨¦¡±, dice. ¡°Cuando compart¨ªa mi proceso online nunca imagin¨¦ que tantas personas se interesaran o me pidieran ayuda. Se necesitan muchas madres de alquiler. Creo que es importante que haya gente como yo que comparta su historia, que sea abierta al respecto, para que no sea un tema tab¨²¡±.
La joven de Georgia, de 25 a?os y madre de dos hijos, dice que ¡°adora estar embarazada¡±. Por su proceso gan¨® 45.000 d¨®lares, m¨¢s que sus ingresos en un a?o en su trabajo de esteticista. ¡°Muchas personas dicen que no es suficiente dinero por la subrogaci¨®n, pero no entienden que no todos los padres que est¨¢n haciendo uso de la subrogaci¨®n son ricos¡±, sostiene.
Como contadora senior en un hospital de Florida, la puertorrique?a de 27 a?os Aymar Santana-R¨ªos nunca gan¨® en un a?o m¨¢s de los 45.000 d¨®lares que gan¨® en 2022 como madre subrogante de un ni?o que luego entreg¨® a una pareja gay de California. Con el dinero, ayud¨® a pagar una parte de la deuda de su casa. ¡°Yo no ten¨ªa en el banco esos 45.000 d¨®lares. Obvio que es una ayuda, pero no era mi motivaci¨®n. Mi motivaci¨®n era ayudar¡±.
Otras mujeres como Yohana Sacasas, una joven de 27 a?os nacida en Miami y de ra¨ªces colombianas, cobran cifras mayores. Tiene diez semanas de embarazo y ganar¨¢ 70.000 d¨®lares luego de que d¨¦ a luz al beb¨¦ y termine el proceso junto a la agencia ConceiveAbilities. Yohana, quien remodelar¨¢ su casa cuando finalmente cobre todo el dinero, dice que pagar menos de 50.000 d¨®lares por estos procesos le parece muy poco. ¡°30.000 o 40.000 es muy poco para todo lo que hay que hacer¡±.
Los pagos var¨ªan seg¨²n la agencia y el Estado en que se haga el proceso. Perla Piekutowski, de FairFax Surrogacy, asegura que su agencia tiene paquetes fijos para padres de intenci¨®n de 130.000 y 150.000 d¨®lares, que incluyen la compensaci¨®n de la gestante, los cuidados, los reembolsos, abogados de ambas partes, viajes, psic¨®logos y seguro m¨¦dico si la gestante lo necesita. Piekutowski asegura que la agencia gana unos 30.000 d¨®lares, mientras que las gestantes obtienen entre 45.000 y 50.000, un pago que le parece justo.
¡°Yo pienso que cuando empiezas a pagar 80.000 o 100.000 d¨®lares a una gestante, estamos olvidando la raz¨®n principal por la que hacemos este trabajo¡±, dice. ¡°Yo no creo que se debe retribuir mucho m¨¢s¡±. Sin embargo, Aymar cree que el dinero que ganan no es suficiente. ¡°Si t¨² haces la matem¨¢tica, te est¨¢n pagando menos de lo que te pagan en un McDonald, es algo bien m¨ªnimo¡±, insiste. ¡°Para m¨ª es un trabajo, el embarazo es algo dif¨ªcil, y no pagan lo suficiente¡±.
?Qui¨¦n protege a las mujeres?
Aunque los vientres de alquiler existen en Estados Unidos desde los a?os 70, hasta hoy no hay leyes federales que regulen esta pr¨¢ctica con la que han nacido los hijos de Kim Kardashian, Ricky Martin, Nicole Kidman o Sarah Jessica Parker, y que ha cobrado auge entre las familias que pueden costear los servicios.
En Estados Unidos, cada Estado regula los procesos, que pueden ser distintos seg¨²n las agencias y los contratos que firmen las partes involucradas. Mientras en Nueva York, Texas, Florida o California esta pr¨¢ctica cuenta con un respaldo legal, en Louisiana, Nebraska o Michigan la ley la proh¨ªbe.
Quienes han estudiado este mercado, insisten en la importancia de los contratos firmados antes del proceso, que establecen la protecci¨®n y los derechos que tendr¨¢ la madre gestacional en los meses restantes. ¡°Los contratos de gestaci¨®n subrogada pueden dar a las parejas que los encargan un alto grado de control sobre las condiciones de la gestaci¨®n¡±, dice Parks, a quien le preocupa el posible trato de las mujeres como ¡°incubadoras¡±. ¡°Todo ello plantea el riesgo de tratar a las madres de alquiler como recipientes al servicio de las parejas contratantes¡±, afirma.
A Aymar, por ejemplo, los futuros padres le pidieron que no tomara caf¨¦ durante el embarazo o que se pintara las u?as. ¡°Yo cambi¨¦ todas esas cosas¡±, dice. ¡°Los contratos son muy distintos. Por eso es muy importante que la gente diga lo que quiere en ese primer encuentro con la familia. Como mismo los pap¨¢s exigen mucho de nosotras, t¨² tienes el derecho tambi¨¦n de exigir de ellos¡±.
Hace dos a?os, el Estado de Nueva York promulg¨® la Declaraci¨®n de Derechos de las Madres de Alquiler Gestacional, una ley que pretende garantizar que las madres gestantes conozcan sus derechos respecto a su salud y bienestar, tengan acceso a un asesor jur¨ªdico independiente, seguro de enfermedad y gastos m¨¦dicos, seguro de vida y protecci¨®n en caso de rescisi¨®n del contrato. El asesoramiento legal de un experto tambi¨¦n es crucial en este proceso, de acuerdo con la abogada Gina-Marie Madow, directora de Servicios Jur¨ªdicos de la agencia ConceiveAbilities. Seg¨²n Madow, como el panorama legal del alquiler de vientres es diferente en cada Estado y cambia constantemente, ¡°es imperativo que los abogados est¨¦n al d¨ªa¡± y ¡°sepan lo que hay que hacer para proteger a la madre de alquiler, as¨ª como a los futuros padres involucrados¡±.
¡°Yo no encontr¨¦ nada de apoyo¡±
Aymar recuerda el d¨ªa en que dio a luz y se fue del hospital a la casa sin el beb¨¦, pero con leche en los senos, sangrando y con el cuerpo adolorido e hinchado. ¡°Eso fue lo m¨¢s dif¨ªcil, nadie te puede preparar para ese momento. Me puse a llorar, porque naturalmente mi cuerpo estaba buscando, estaba pidiendo, y yo no ten¨ªa qu¨¦ darle¡±. Dice adem¨¢s que el posparto es una etapa en la que las agencias se desentienden. Una vez que la mujer da a luz, atraviesa muy sola el camino de la recuperaci¨®n.
¡°A veces te cubren hasta las seis semanas posparto, pero muchos de los problemas no pasan en estas seis semanas. La depresi¨®n no pasa en seis semanas, a veces pasa despu¨¦s. Para m¨ª es muy importante que no se olviden de la mujer en posparto, que las agencias, los contratos, apoyen a la mujer en esa etapa¡±, sostiene.
Por su parte, Camila insiste en que, durante una parte del proceso, la agencia estuvo al tanto de su salud. Pasado un tiempo, no supo m¨¢s de ellos. ¡°Ten¨ªamos comunicaci¨®n cuando todo estaba bien, pero termin¨¦ mis tres sesiones de terapia y nunca m¨¢s nadie me ha llamado para saber c¨®mo estoy, si me he recuperado, si estoy bien. Nada, ni una llamada¡±.
Ella cree que es necesario que se hable de manera directa de los riesgos a los que se exponen las madres gestantes. ¡°Le pregunt¨¦ a mi doctora por qu¨¦ nunca me hab¨ªa dicho del riesgo y me dijo que no me quer¨ªa asustar. Es para que la gente no se asuste de estar embarazada, de ser subrogante¡±, asegura Camila. ¡°Ellos ganaron, le cobraron a los clientes y se lavaron las manos despu¨¦s de eso¡±. Tambi¨¦n recuerda que la terapista que le ofreci¨® su agencia no ten¨ªa experiencia con muertes fetales o duelo, un proceso que atraviesa hasta hoy. ¡°Es necesario que exista m¨¢s apoyo para madres subrogantes¡±, dice. ¡°Yo no encontr¨¦ nada de apoyo, nadie me pod¨ªa ayudar, nadie sab¨ªa qu¨¦ hacer. Es raro, como si nunca lo hubieran visto, pero pasa tantas veces. A uno como subrogante la sociedad le hace sentir que el beb¨¦ no es de una, que no deber¨ªas hablar de esto, no deber¨ªas decir a nadie, y no est¨¢ bien, porque uno es quien carga al beb¨¦. Pas¨¦ meses que no quer¨ªa ir al trabajo, ir a la tienda, sent¨ªa que no pod¨ªa hablar porque esta no era mi historia. Hasta que tuve que reclamar esta historia, y decir: ¡®Yo cargu¨¦ a este beb¨¦, es mi cuerpo, yo puedo hablar de esto¡°.