El Supremo de Brasil ordena detener a m¨¢s de 200 acusados de v¨ªnculos con el asalto golpista de Brasilia

Brasil ha sido testigo este jueves de una nueva y amplia operaci¨®n policial relacionada con el asalto golpista a las sedes de los tres poderes que protagonizaron miles de bolsonaristas el 8 de enero de 2023. El juez del Tribunal Supremo que lidera la investigaci¨®n, Alexandre de Moraes, ha ordenado la detenci¨®n y el ingreso en prisi¨®n de 208 personas condenadas o investigadas en relaci¨®n con la asonada a las que acusa de saltarse las medidas caut...

Brasil ha sido testigo este jueves de una nueva y amplia operaci¨®n policial relacionada con el asalto golpista a las sedes de los tres poderes que protagonizaron miles de bolsonaristas el 8 de enero de 2023. El juez del Tribunal Supremo que lidera la investigaci¨®n, Alexandre de Moraes, ha ordenado la detenci¨®n y el ingreso en prisi¨®n de 208 personas condenadas o investigadas en relaci¨®n con la asonada a las que acusa de saltarse las medidas cautelares o huir al extranjero. Los agentes de la Polic¨ªa Federal han logrado localizar y arrestar a 49 de los buscados. Se sospecha que parte de los que siguen pr¨®fugos han escapado a pa¨ªses vecinos como Argentina o Uruguay.

El expresidente Jair Bolsonaro es el investigado de m¨¢s alto perfil en este megacaso. La polic¨ªa acusa al l¨ªder ultraderechista de urdir un golpe de Estado junto a un pu?ado de generales para impedir que el izquierdista Lula regresara al poder. La justicia todav¨ªa analiza las pruebas e indicios recabados para decidir si pide su procesamiento y el del supuesto n¨²cleo duro de la trama. Mientras, y como medida cautelar, el juez le ha retirado el pasaporte al exmandatario, por lo que no puede salir al extranjero, y tiene prohibido contactar a otros investigados.

Los esfuerzos para depurar responsabilidades por el asalto violento del Congreso, la Presidencia y la sede del Tribunal Supremo contin¨²an en varios ¨¢mbitos. Prosiguen las investigaciones para localizar a todos los implicados en perpetrar, financiar, instigar o, en el caso de las fuerzas de seguridad, no impedir el ataque mientras los jueces del Tribunal Supremo juzgan a los acusados de irrumpir violentamente en los edificios y arrasar con todo a su paso una semana despu¨¦s de que Lula tomara posesi¨®n.

Eduardo Bolsonaro, diputado e hijo del expresidente, se ha quejado en X tras la operaci¨®n policial. ¡°Detener preventivamente a 208 personas no condenadas por creer que pueden huir a Argentina¡­¡±, ha tuiteado junto a un v¨ªdeo que en tono victimista una mujer llama la atenci¨®n sobre el arresto de dos septuagenarias y muestra c¨®mo ¡°un patriota¡± se despide de su familia para regresar a la c¨¢rcel. Estampado, un mail al que hacer donaciones.

Hasta ahora m¨¢s de 200 personas han sido condenadas, seg¨²n el recuento de Folha de S.Paulo, por ser parte de aquella multitud bolsonarista vestida con la camiseta de la selecci¨®n de futbol y bandera nacional en ristre que asalt¨® el coraz¨®n del poder. Durante toda la transici¨®n desde la victoria de Lula estuvieron acampados ante cuarteles por todo el pa¨ªs reclamando a las Fuerzas Armadas que intervinieran. Aquel domingo 8 de enero intentaron sembrar el caos en la plaza de los Tres Poderes para que los militares entraran en escena. Fracasaron. El presidente Lula nombr¨® un interventor de la seguridad p¨²blica y neutraliz¨® la asonada.

Pocos de los acusados que se han sentado en el banquillo por esos hechos han sido absueltos, entre ellos, un sin techo que logr¨® convencer a los jueces de la m¨¢xima corte de que ¨¦l no particip¨® en la intentona golpista. Los primeros condenados recibieron penas ejemplares, hasta 17 a?os de c¨¢rcel, por parte de unos jueces que esperan que la severidad del castigo disuada a potenciales imitadores.

Dos d¨ªas despu¨¦s del asalto, m¨¢s de mil bolsonaristas fueron detenidos cuando la polic¨ªa desmantel¨® el campamento ante la sede del Ej¨¦rcito en Brasilia. La mayor¨ªa fue directa a prisi¨®n. Y en los meses siguientes, el juez que lleva el caso ha ordenado cientos de arrestos m¨¢s. Por ejemplo, envi¨® a prisi¨®n al coronel Mauro Cid, ayudante de Bolsonaro mientras era presidente, y a Anderson Torres, que fue su ministro de Justicia. Tras varios meses, ambos fueron excarcelados con medidas cautelares. La c¨²pula de la Polic¨ªa Militar de Brasilia tambi¨¦n pas¨® una temporada tras las rejas pero ha abandonado la c¨¢rcel aunque la acusaci¨®n de omisi¨®n sigue en pie.

Casi a?o y medio despu¨¦s de los hechos, el polarizado Brasil ni siquiera est¨¢ de acuerdo en c¨®mo calificar lo que all¨ª ocurri¨®. Para dos tercios de los brasile?os fue un mero acto vand¨¢lico, para el tercio restante fue un intento de golpe, seg¨²n una encuesta de Datafolha en marzo pasado. El juez Moraes, que encabeza las investigaciones, comparte la opini¨®n minoritaria. Por eso ha incluido las acusaciones de abolici¨®n del Estado de democr¨¢tico derecho e intento de golpe de Estado para la mayor¨ªa de los procesados.

El mes pasado, el medio UOL identific¨® a 10 bolsonaristas implicados en el caso que hab¨ªan destruido sus tobilleras electr¨®nicas y huido a Argentina y Uruguay. Siete de ellos estaban ya juzgados y condenados. El nuevo presidente de Argentina, el ultra Javier Milei, es el principal aliado del bolsonarismo en Sudam¨¦rica. Uno de los fugitivos ha asegurado que ha pedido asilo pol¨ªtico en el pa¨ªs vecino.

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