La oposici¨®n lleva a la calle el pulso contra el chavismo: ¡°?No tenemos miedo!¡±

El pulso entre el chavismo y la oposici¨®n se mantiene, ahora en las calles de todo el pa¨ªs. La semana de represi¨®n no repleg¨® a la gente y desde varias ciudades de Venezuela miles de personas respondieron a la convocatoria de Mar¨ªa Corina Machado para manifestarse este s¨¢bado. Hab¨ªa arrojo y la esperanza intacta en poder demostrar la victoria en las presidenciales de hace una semana, en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE) dio como ganador a Nicol¨¢s Maduro sin mostrar los resultados desagregados ni las actas, como s¨ª lo hizo la oposici¨®n con las que pudo obtener de sus testigos. La aparici¨®n de Machado, sin la presencia del candidato Edmundo Gonz¨¢lez, marc¨® la protesta en Caracas al grito multitudinario de ¡°?No tenemos miedo!¡± dirigido al chavismo. El oficialismo no se qued¨® atr¨¢s. Horas despu¨¦s, las bases chavistas ti?eron de rojo las calles de la capital en apoyo al presidente.

En el barrio caraque?o de Las Mercedes, cientos de personas esperaban por la ma?ana a la l¨ªder opositora, que el pasado martes hab¨ªa anunciado estar en la clandestinidad porque tem¨ªa por su vida. Muchos de los venezolanos salieron a la calle con la intenci¨®n de hacer presencia, confirmar que Machado aparec¨ªa y retirarse r¨¢pido por temor a una posible respuesta del chavismo. ¡°Tenemos miedo, sobre todo de hablar en las redes sociales por el psicoterror que est¨¢n aplicando, pero confiamos en que vamos a salir de esto, no ma?ana ni la pr¨®xima semana, es un proceso¡±, dec¨ªa Rebeca, de 49, que prefiere ocultar su apellido. ¡°Conf¨ªo en los planes de Mar¨ªa Corina¡±. La opositora, horas antes en redes sociales, hab¨ªa lanzado una advertencia a Maduro: ¡°Nadie podr¨¢ robarnos lo que logramos¡±.

El chavismo ha emprendido una persecuci¨®n usando lo que llama la inteligencia social. Se trata de animar a los vecinos a delatar e incluso denunciar a quien protesta contra los resultados electorales a trav¨¦s de una aplicaci¨®n creada por el Gobierno. Eso ha llevado a la gente a ajustar sus configuraciones de seguridad en los servicios de mensajer¨ªa y a cambiar sus fotos de perfil para evitar ser identificados, en medio de un temor generalizado que, sin embargo, no ha paralizado a la mayor¨ªa. Maduro incluso ha pedido penas de c¨¢rcel para los l¨ªderes opositores y los que han acompa?ado a Machado en su reclamo de fraude. Se calcula que hay m¨¢s de un millar de detenidos, hasta 20 muertos y un centenar de heridos en apenas una semana.

Mar¨ªa Corina Machado lleg¨® a la concentraci¨®n oculta en un su¨¦ter con capucha. No recorri¨® la ciudad en el cami¨®n que ha venido usando en sus actos, pero se subi¨® a ¨¦l cuando ya hab¨ªa llegado a su destino, en donde la recibieron otros dirigentes de oposici¨®n. Edmundo Gonz¨¢lez no estuvo esta vez. Machado asegur¨® que la transici¨®n en Venezuela hab¨ªa comenzado y que ven¨ªa una nueva etapa. ¡°Nosotros no promovemos la violencia. Salir a protestar c¨ªvica y pac¨ªficamente no es violencia. No vamos a renunciar a nuestro derecho a la protesta c¨ªvica¡±, dijo.

En medio de la multitud, Argelia Silva, de 55 a?os, acompa?aba a un grupo de sindicalistas. ¡°Aqu¨ª vamos a seguir protestando pac¨ªficamente. No hay distinci¨®n en el descontento, por eso ahora tambi¨¦n est¨¢n reprimiendo a la base¡±, denunci¨® la mujer que conoce a dos testigos que se llevaron detenidos. Entre los manifestantes existe el convencimiento de que la organizaci¨®n social ha despertado de nuevo despu¨¦s de varios a?os de par¨¢lisis y permitir¨¢ seguir la movilizaci¨®n, incluso sin dirigentes. ¡°La gente ha tomado consciencia y est¨¢ organizada para seguir as¨ª sea en la clandestinidad¡±, coment¨® Areani Bruzual, de 64 a?os.

El chavismo respondi¨® a la marcha opositora con una demostraci¨®n de fuerza. Decenas de motorizados recorrieron una ciudad en la que tambi¨¦n se desplegaron varios equipos antimotines y se bloquearon v¨ªas para evitar las movilizaciones opositora. En la avenida Libertador, un nutrido grupo comenz¨® a marchar hacia el Palacio de Miraflores para esperar una nueva aparici¨®n de Maduro, que con el de este s¨¢bado suma cuatro actos p¨²blicos esta semana y ha lanzado mensajes diarios en televisi¨®n para reafirmar su reelecci¨®n el domingo pasado. Una marea roja ti?¨® las calles de la capital para escuchar al presidente, que otro d¨ªa m¨¢s no se movi¨® de su discurso vencedor. ¡°Sabemos c¨®mo acaba esta pel¨ªcula: ganan los buenos¡±, dijo.

La exhibici¨®n de fuerza en las calles de la oposici¨®n y el chavismo es, a?os despu¨¦s, otra muestra de que el conflicto en Venezuela ha vuelto a escalar. Desde 2019, con la pol¨¦mica irrupci¨®n de Juan Guaid¨®, que se autoproclam¨® presidente interino con el apoyo de decenas de democracias occidentales, no se hab¨ªa vivido tanta tensi¨®n y tanto movimiento como en los ¨²ltimos siete d¨ªas. La oposici¨®n y el chavismo mantienen el pulso por el resultado de las elecciones del 28 de julio en medio de profundas sospechas de fraude que rodean la versi¨®n oficial y unos n¨²meros que otorgan la victoria a Nicol¨¢s Maduro. Una semana despu¨¦s de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por mayor¨ªa chavista, no ha mostrado una sola prueba con la que poder verificar el resultado que dio. La candidatura encabezada por Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia rechaza rotundamente los dos boletines que ha dado en este tiempo el CNE y reivindica su triunfo por mayor¨ªa aplastante, seg¨²n las actas que obran en su poder y que est¨¢n accesibles para todo el mundo.

La reacci¨®n a la jornada electoral ha sido antag¨®nica. Ante la falta de pruebas y las manifestaciones espont¨¢neas, Maduro y el chavismo ha respondido con opacidad y una represi¨®n desmedida. Hasta este s¨¢bado, seg¨²n los c¨¢lculos de organismos en defensa de los derechos humanos, se hab¨ªan registrado entre 10 y 20 muertos, varias decenas de heridos y m¨¢s de 1.200 detenidos, tras una semana ag¨®nica de enfrentamientos entre ciudadanos enfurecidos denunciando fraude y la Polic¨ªa Nacional Bolivariana. Las denuncias de detenciones, allanamientos y desapariciones reportadas en la ¨²ltima semana superan con creces a las protestas de 2014 y 2017, los otros dos ciclos de m¨¢xima tensi¨®n en las calles, donde a¨²n no se hab¨ªa consumado la gran ola migratoria de venezolanos que abandon¨® el pa¨ªs. Entre los detenidos hay varios dirigentes pol¨ªticos, siendo Freddy Superlano, muy pr¨®ximo al equipo de Mar¨ªa Corina Machado, el m¨¢s relevante. Menos visibles son las detenciones y la represi¨®n a los l¨ªderes comunitarios que participaron en la jornada electoral en las zonas m¨¢s populares del pa¨ªs.

Hasta las presidenciales del domingo pasado la oposici¨®n venezolana parec¨ªa haber evitado los continuados intentos del chavismo, que controla todos los resortes del Estado, por quebrarla. No sin fricciones con los distintos partidos de su alianza, Machado logr¨® conducir la ruta electoral pese a haber sido inhabilitada y aglutinar los apoyos en torno a la candidatura de Gonz¨¢lez, su sustituto. Todas las encuestas fiables pronosticaban su victoria, sin matices. Para el d¨ªa de los comicios, el equipo de campa?a o comando de Con Venezuela tambi¨¦n se prepar¨® con una extensa red de testigos con una ¨²nica misi¨®n: traerse la mayor cantidad de actas posibles para, en tiempo r¨¦cord, digitalizarlas y presentar la evidencia ante el mundo. La maniobra ha dejado al Consejo Nacional Electoral (CNE), tambi¨¦n bajo el control gubernamental, desnudo, sin resultados desglosados que presentar ante una comunidad internacional que los exige ante la sospecha de que Maduro haya sido reelecto tras un fraude.

Aunque la oposici¨®n ha puesto al Gobierno contra las cuerdas, la violenta respuesta represiva del chavismo en contra de dirigentes opositores y testigos y manifestantes que han rechazado los resultados oficiales los ha obligado a replegarse. Tanto Maduro como el n¨²cleo duro del aparato han pedido p¨²blicamente c¨¢rcel para Machado y Gonz¨¢lez. El candidato y la dirigente que el martes recorrieron la zona de Altamira con una enorme movilizaci¨®n de seguidores detr¨¢s a los que aseguraron que defender¨¢n el triunfo optaron por alejarse de la primera l¨ªnea durante unos d¨ªas. La mayor¨ªa de los representantes de la Plataforma Unitaria se mueven con cautela en medio de los acontecimientos. Pocas declaraciones, pocas apariciones p¨²blicas. En su ¨²ltimo mensaje en redes sociales, Edmundo Gonz¨¢lez cambi¨® el fondo de la ciudad con guacamayas que ten¨ªa en el balc¨®n de su apartamento, por una pared blanca que revela que tambi¨¦n se ha mudado a un sitio m¨¢s seguro.

Adem¨¢s de intensificar la represi¨®n, el chavismo ha dado muestras de que su estrategia pasa por atrincherarse, como ha hecho en el pasado, si acaso en esta ocasi¨®n con menos apoyos. En anteriores ocasiones, y esta parece que no es la excepci¨®n, Maduro ha buscado ganar tiempo y tratar de recuperar la iniciativa. Ello pasa, de nuevo como ha ocurrido previamente, por tratar de desvirtuar y dividir a la oposici¨®n. Hasta el momento, esto no ha sido posible, porque la dupla Machado-Gonz¨¢lez se ha mostrado s¨®lida, cada uno jugando su papel. En este sentido, Maduro celebr¨® los intentos de mediaci¨®n de Brasil, Colombia y M¨¦xico, cuyos planes pasar¨ªan por restar protagonismo a Machado y poner en el centro de la conversaci¨®n a Gonz¨¢lez.

En cualquier caso, algo que Maduro ignora de momento es el clamor internacional para que muestre las actas y las pruebas de los resultados electorales. La principal autoridad electoral, Elvis Amoroso, amigo cercano de la pareja presidencial, guard¨® silencio durante cinco d¨ªas desde que declar¨® ganador a Maduro, para dar este viernes unas nuevas cifras globales que consolidan el supuesto triunfo del l¨ªder chavista, pero sin aportar ninguna prueba tangible. Una supuesta conspiraci¨®n urdida en Macedonia del Norte para atacar el sistema inform¨¢tico durante la transmisi¨®n de los votos, que no ha sido probada, es el argumento en el que se apoyan para no mostrar los resultados que ahora han quedado en manos del Supremo.

Maduro ha renunciado a presentar pruebas sobre lo sucedido con las actas electorales en la noche de la elecci¨®n, las sospechas de fraude y el desglose de las votaciones en las mesas y ha seguido adelante con su narrativa de candidato ganador. El CNE le atribuye casi nueve puntos de ventaja y a esos datos se aferran. El sucesor de Ch¨¢vez insiste en que las corrientes ¡°de la extrema derecha fascista venezolana¡± tienen planes, desde hace meses, ¡°para desconocer los resultados electorales e incendiar al pa¨ªs por los cuatro costados¡±, su principal argumento endurecer la intervenci¨®n de las fuerzas de seguridad contra quienes protestan.

Maduro ha afirmado, en sus continuas apariciones de esta semana, tener ¡°el 100 por ciento de las actas¡±, y ha presentado un amparo ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, que controla pol¨ªticamente, con del objeto de que ¡°dirima las diferencias existentes¡± y ¡°autentique las actas¡±, asumiendo sus atribuciones ¡°como m¨¢ximo tribunal de la rep¨²blica¡±. Al mismo tiempo, en Miraflores ha ofrecido varias ruedas de prensa en cadena nacional de radio y televisi¨®n para hacer valer sus puntos de vista, y ha desatado toda una persecuci¨®n en contra de los integrantes de los ¡°comanditos¡±, la red de testigos de la oposici¨®n, acusados por el oficialismo de formar parte de una conspiraci¨®n.

La incredulidad en torno a las cifras que ofrece el Colegio Nacional Electoral ha tocado algunas zonas del chavismo militante, hecho evidente en las redes sociales, y es abiertamente objetada por sectores independientes alejados de la oposici¨®n, activistas de izquierda y la mayor¨ªa de los candidatos minoritarios que participaron en la elecci¨®n. Maduro se abre paso haciendo uso de su fuerza en el poder, asentado en las entra?as del estado venezolano como jefe ¨²nico, secundado por el Poder Legislativo, el Judicial, la Fiscal¨ªa, la Defensor¨ªa del Pueblo, el Consejo Nacional Electoral y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que han secundado y amparado todas sus decisiones como un solo cuerpo pol¨ªtico.

Independientemente de los reclamos de la comunidad internacional, de la falta de pruebas, de la popularidad de sus adversarios o del calado de sus manifestaciones, Maduro ha optado por atrinchearse y permitir que, de nuevo, la crisis institucional, pol¨ªtica y diplom¨¢tica entre en un callej¨®n sin salida. Un camino de no retorno en el que hasta estatuas de Ch¨¢vez han sido derribadas por primera vez en dos d¨¦cadas.