Objetivo: c¨®mo romper el ¡®statu quo¡¯ en Venezuela
Las iniciativas internacionales para lograr una salida en Venezuela, incluso desde la izquierda, se topan con el atrincheramiento de Maduro y su negativa a conceder nada
El asesor de Nicol¨¢s Maduro se siente bastante tranquilo pese a la derrota. No han pasado siquiera dos d¨ªas desde que la oposici¨®n arrebatara en las urnas el control del Parlamento al chavismo, pero a esta persona de confianza del presidente venezolano no se le nota demasiado preocupado. ¡°La respuesta tiene que ser m¨¢s socialismo¡±, suelta, lo que luego se traducir¨¢ en que el chavismo no aceptase el varapalo. ...
El asesor de Nicol¨¢s Maduro se siente bastante tranquilo pese a la derrota. No han pasado siquiera dos d¨ªas desde que la oposici¨®n arrebatara en las urnas el control del Parlamento al chavismo, pero a esta persona de confianza del presidente venezolano no se le nota demasiado preocupado. ¡°La respuesta tiene que ser m¨¢s socialismo¡±, suelta, lo que luego se traducir¨¢ en que el chavismo no aceptase el varapalo. El asesor de Juan Guaid¨® llega euf¨®rico a la mesa, del bolsillo interior de su chaqueta saca una petaca y se sirve un trago. Radiante, vaticina que la ca¨ªda de Maduro es inminente. ¡°Su salida se ha vuelto un negocio¡±, es su forma de celebrar la presi¨®n internacional, particularmente de Estados Unidos. Ambas escenas, en las que este periodista est¨¢ presente, se dan en diferentes lugares de Caracas: la primera en diciembre de 2015 y la segunda, en marzo de 2019. Cinco a?os y decenas de d¨ªas decisivos e hist¨®ricos despu¨¦s, las dos boutades siguen permeando en gran parte de la l¨®gica pol¨ªtica venezolana. El atrincheramiento y la represi¨®n del chavismo es cada vez mayor y un sector de la oposici¨®n a¨²n vislumbra ideas m¨¢gicas e imposibles para lograr una salida. Mientras, las iniciativas internacionales se topan con algo que sigue impert¨¦rrito: Nicol¨¢s Maduro y el c¨ªrculo de intereses que lo rodean. Y una pregunta cada vez resuena m¨¢s: ?c¨®mo romper el statu quo en Venezuela?
Existe consenso sobre varios asuntos entre la decena de personas, desde asesores de la oposici¨®n, diplom¨¢ticos y fuentes al tanto de las conversaciones de la troika de potencias latinoamericanas -Brasil, Colombia y M¨¦xico- que fueron consultados para esta cr¨®nica y que hablaron bajo condici¨®n de anonimato: la percepci¨®n de que la elecci¨®n del 28 de julio fue fraudulenta; las dudas que generan las instituciones controladas por el chavismo -el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Superior de Justicia en el que se ampara Maduro para dirimir la controversia- y la sensaci¨®n de que para Maduro el costo de dejar el poder es mucho mayor que el de permanecer en ¨¦l a base de implementar una represi¨®n brutal. Mientras, desde el oficialismo niegan cualquier escenario de crisis. ¡°El pueblo est¨¢ en sus tareas, el Gobierno tambi¨¦n y el imperio en lo suyo¡±, conced¨ªa estos d¨ªas un alto cargo del chavismo.
Consensos aparte, los datos, que ya se sabe que cuentan historias, narran una terrible en Venezuela: en la ¨²ltima d¨¦cada m¨¢s de siete millones de venezolanos se han visto obligados a dejar su pa¨ªs; los pol¨ªticos perseguidos, presos o inhabilitados se cuentan por decenas. El colapso econ¨®mico ha sido notable durante a?os, agudizado por las sanciones de Estados Unidos al pa¨ªs caribe?o. Cuatro oleadas de brutal represi¨®n se han llevado por delante miles de detenidos y cientos de fallecidos; solo desde el 28 de julio, el d¨ªa de las elecciones, m¨¢s de 1.400 personas han sido arrestadas, seg¨²n organizaciones independientes, una cifra que Maduro ha elevado a m¨¢s de 2.000. El presidente ha ordenado trasladar a muchas de esas personas a las c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad. El descaro es tal que el jefe de la Polic¨ªa Nacional Bolivariana (PNB) escrib¨ªa en sus redes sociales este viernes antes de la nueva marcha de la oposici¨®n: ¡°El s¨¢bado hay transporte gratis para Tocor¨®n (una de las prisiones) solo de ida¡±.
Cada crisis se asemeja a la anterior en Venezuela, pero siempre trae algunas diferencias. Una de las m¨¢s significativas ha sido el rechazo de Brasil, Colombia y M¨¦xico a reconocer la victoria de Maduro que proclam¨® la autoridad electoral. Las tres potencias de izquierda en Am¨¦rica Latina, cuyos presidentes, Lula, Petro y L¨®pez Obrador han sido aliados de Maduro y del chavismo han insistido en una ¡°verificaci¨®n imparcial¡± de los resultados y en lograr una salida negociada a la crisis. Con los d¨ªas, las ansias por lograr una soluci¨®n r¨¢pida son casi inversamente proporcionales al entusiasmo que suscita la iniciativa de una troika que, para muchos, se ha convertido en dupla al difuminarse el papel de M¨¦xico.
Brasil es quien lidera todos los esfuerzos diplom¨¢ticos, coinciden en apuntar las personas al tanto de las conversaciones, que no pocas definen como ¡°tanteos¡± o ¡°intenciones¡±. Lula, Celso Amorim, su asesor para temas internacionales y Mauro Vieira, el actual canciller, han hecho valer el poder de Itamaraty para convencer al mundo democr¨¢tico de que acompa?en la iniciativa que impulsan. Colombia, con su canciller, Luis Gilberto Murillo, al frente mantiene contacto permanente con la oposici¨®n y sus pares brasile?os y estadounidenses -Murillo fue embajador en Washington-, pieza clave en el rompecabezas venezolano. M¨¦xico se involucr¨® en un principio y aunque la canciller, Alicia B¨¢rcena, est¨¢ informada por Brasilia y Bogot¨¢ de cada paso, ha dejado de jugar un papel activo en comparaci¨®n con los otros dos pa¨ªses. Estados Unidos, la Uni¨®n Europa, con Espa?a a la cabeza y un nutrido grupo de pa¨ªses latinoamericanos, contribuyen a intensificar la presi¨®n internacional de forma conjunta, sin que cada pa¨ªs no renuncie a sus posiciones individuales. En cualquier caso, coinciden todas las fuentes consultadas, se est¨¢ evitando llegar a la pol¨ªtica de m¨¢xima tensi¨®n que se vivi¨® en 2019 tras el reconocimiento de Juan Guaid¨® como presidente interino por m¨¢s de 60 pa¨ªses y que result¨® un sonoro fracaso.
Lula y Petro han sido los m¨¢s avezados al sugerir nuevas elecciones o un Gobierno de coalici¨®n transitorio. Mientras el presidente colombiano lanz¨® la idea a trav¨¦s de su cuenta de X, el l¨ªder brasile?o ha sido m¨¢s duro en sus declaraciones. ¡°Maduro sabe que le debe una explicaci¨®n al mundo¡±, dijo el mi¨¦rcoles en referencia a la transparencia en los resultados. Un d¨ªa despu¨¦s, cuando se le pregunt¨® si considera a Venezuela una dictadura, respondi¨®: ¡°Yo creo que Venezuela tiene un r¨¦gimen muy desagradable. No creo que sea una dictadura, es un Gobierno con un sesgo autoritario¡±.
Las propuestas de Lula y Petro se han topado con el rechazo tanto de la oposici¨®n como del chavismo y el desprecio del propio Maduro. En un corrillo con periodistas, el presidente de Venezuela lanz¨® un dardo a ambos presidentes y varios mensajes entre l¨ªneas. ¡°Nosotros no practicamos la diplomacia del micr¨®fono¡±, asegur¨® el l¨ªder chavista, antes de recordar que en Brasil, Bolsonaro clam¨® fraude en la elecci¨®n que devolvi¨® a Lula al poder y Venezuela se mantuvo al margen. De Petro dijo que hablan ¡°mucho en privado, por tel¨¦fono¡± y que Venezuela seguir¨¢ apoyando el proceso de paz que Colombia mantiene con la guerrilla del ELN y muchas de cuyas conversaciones se han celebrado en Caracas.
¡°A Brasil y Colombia no les es f¨¢cil reconocer un Gobierno como el de Maduro, pero tampoco nadie quiere romper con ¨¦l¡±, resume una de las personas consultadas, que ha mantenido contactos con sendos gobiernos. Para ambos, pero sobre todo Colombia, una nueva ola de migraci¨®n venezolana supondr¨ªa otra crisis interna, al tiempo que necesita tener controlada su frontera. En el caso de Brasil, se le suma la actividad econ¨®mica que mantiene con Venezuela y una cuesti¨®n de liderazgo que compromete a Lula, no solo regionalmente, sino con Estados Unidos y Europa.
Caso aparte es el papel de M¨¦xico. Al menos tres personas que han mantenido conversaciones con el Gobierno de L¨®pez Obrador muestran una profunda desilusi¨®n con su actitud. Creen que M¨¦xico ha mareado, o lo que en jerga mexicana se conoce como cantinflear. El presidente saliente de M¨¦xico acept¨® en un primer momento ser parte de la troika, pero luego desisti¨® y pidi¨® no involucrarse. El argumento que deslizan fuentes mexicanas es que Brasil y Colombia tienen razones internas para tratar de lograr una salida al conflicto. Adem¨¢s, desde M¨¦xico critican la ¡°falta de claridad en la ruta a seguir¡±.
¡°Las distintas declaraciones internacionales denotan que no existe una mediaci¨®n activa con comunicaci¨®n fluida con los actores venezolanos, sino unas propuestas te¨®ricas para tratar de impulsar la resoluci¨®n del conflicto¡±, escrib¨ªa esta semana Mariano de Alba, abogado venezolano experto en derecho internacional y diplomacia, que a?ad¨ªa: ¡°Sin flexibilidad y disposici¨®n para considerar las propuestas para una soluci¨®n al conflicto, Venezuela se encamina a una calle ciega de incierta duraci¨®n, donde el impacto del conflicto lo sufrir¨¢n los ciudadanos ante los muy serios obst¨¢culos para una recuperaci¨®n econ¨®mica¡±. En este mismo sentido, Maryhen Jim¨¦nez, doctora en Ciencias Pol¨ªticas por la Universidad de Oxford, asegura que el papel de Brasil y Colombia ¡°es importante, pero a la vez limitado¡±. ¡°La capacidad de poder influir depender¨¢ de la coordinaci¨®n efectiva entre actores de la regi¨®n. Las propuestas que han hecho, hasta ahora, no lucen coordinadas entre s¨ª. En segundo lugar, est¨¢ por verse hasta qu¨¦ punto estos actores puedan influir en las preferencias del gobierno y de la oposici¨®n para considerar alternativas negociadas¡±, comenta.
Prudencia, paciencia, discreci¨®n son algunas de las palabras que estos d¨ªas sobrevuelan las conversaciones sobre la posible salida. Palabras que, por otra parte, van contra la tradici¨®n reciente de la pol¨ªtica venezolana, donde cada paso se amplifica por multitud de altavoces. La toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno en Venezuela ser¨¢ el 10 de enero del pr¨®ximo a?o. ¡°Va a ser un proceso largo¡±, se resignaba estos d¨ªas una persona cercana a Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, el candidato de la oposici¨®n que, seg¨²n las actas en su poder, gan¨® a Maduro con el 67% por el 30% del l¨ªder chavista. Varias de las fuentes valoran la experiencia diplom¨¢tica de Gonz¨¢lez, que fue embajador en Argentina y Argelia y estuvo destinado tambi¨¦n en El Salvador. ¡°?l siempre va a ser proclive a una negociaci¨®n¡±, coinciden.
Mar¨ªa Corina Machado ha insistido en dar incentivos para lograr que Maduro acepte dejar el poder, una actitud en la que va de la mano con Estados Unidos. ¡°Maduro no tiene un est¨ªmulo para negociar¡±, asumen varias de las fuentes que han estado al tanto de las conversaciones entre los pa¨ªses latinoamericanos. ¡°No tienen la presi¨®n suficiente, para que entregue el poder tiene que sentir que no se puede quedar¡±, concuerdan. Ese sentimiento llegar¨ªa a trav¨¦s de movilizaciones y una presi¨®n en las calles incontrolable o con un peligro de fractura en la c¨²pula militar, algo que se antoja quim¨¦rico. ¡°Todo eso puede pasar en el futuro pero no est¨¢ pasando en este momento y ¨¦l tiene margen para controlarlo¡±.
El propio Maduro ha ironizado sobre la posibilidad de aceptar esos incentivos diciendo que lo ¨²nico que quiere de Estados Unidos es que no se inmiscuya en la pol¨ªtica venezolana. Este viernes, durante un encuentro con pastores evang¨¦licos dijo que a ¨¦l le mueve ¡°el esp¨ªritu de Jes¨²s en el desierto. Despu¨¦s de 40 d¨ªas y 40 noches, cuando fue tentado por el diablo de convertir las piedras en pan, respondi¨®: ¡®No solo de pan vive el hombre. Yo llevo la fuerza de Jes¨²s en el desierto y no caer¨¦ en tentaciones¡±.
Desde la oposici¨®n conf¨ªan en que mantener la presi¨®n internacional ayude, a corto plazo, al menos a frenar la represi¨®n. Las convocatorias en las calles, como la de este s¨¢bado, han menguado en comparaci¨®n con otras del pasado ante la respuesta del chavismo tras el 29 de diciembre. ¡°Han sembrado un r¨¦gimen de terror. Nadie se despierta pensando que lo van a matar, pero s¨ª con que puede ser detenido, que lo van a extorsionar, que se van a llevar a su hijo o hija¡±, resume una persona cercana al n¨²cleo de toma de decisiones de la oposici¨®n.
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