Lula minimiza el drama de Venezuela: ¡°No estamos en una tercera guerra mundial¡±

Quiz¨¢s para no echar le?a al fuego y agravar m¨¢s la situaci¨®n dram¨¢tica que vive Venezuela a los ojos del mundo, Lula ha intentado minimizar el conflicto y ha criticado a la prensa por presentar el tema ¡°como si se tratara de una tercera guerra mundial¡±.

Es cierto que el antiguo amigo personal de Hugo Ch¨¢vez, primero, y despu¨¦s de Nicol¨¢s Maduro, se ha sentido frustrado por no haber conseguido, como esperaba, una soluci¨®n pac¨ªfica y democr¨¢tica de las elecciones venezolanas. Para ayudarle a resolver pac¨ªficamente el conflicto, Lula mand¨® incluso desde el principio a su consejero personal, Celso Amorim, ministro de Asuntos Exteriores en el pasado y experto en conflictos diplom¨¢ticos, quien tuvo que rendirse ante la cerraz¨®n de Maduro. Este se neg¨® a presentar las actas de las elecciones que lo dieron como vencedor y que Lula exigi¨® desde el primer momento.

Tampoco acept¨® Maduro la mediaci¨®n que Lula intent¨® junto con sus dos colegas los presidentes de Colombia y M¨¦xico, que llegaron a proponer la repetici¨®n de las elecciones. Todo en vano ante la terquedad de Maduro, que convirti¨® unos comicios que se realizaron sin violencia en una guerra para seguir en el poder.

El editorial de este jueves del diario O Globo de Brasil comentando el hecho afirma: ¡°Maduro expone al fracaso la estrategia de Lula¡± y cuestiona el hecho de que no basta con criticar la ¡°profunda preocupaci¨®n con el ¨¢rbitro de Maduro¡±, ya que ello deja entender que juega fuera. Hay quien prefiere analizar la banalizaci¨®n de la crisis venezolana por parte de Lula al hecho de que el mandatario brasile?o estaba seguro que su amigo personal, Maduro, a quien hab¨ªa halagado en p¨²blico antes de las elecciones, diciendo que Venezuela ¡°no era una dictadura¡±, le iba a escuchar para dar una soluci¨®n democr¨¢tica a la crisis.

Para Lula, adem¨¢s, la posibilidad de resolver democr¨¢ticamente el conflicto venezolano era doblemente importante dada su posici¨®n de querer aparecer como un mediador de la paz mundial interviniendo en los conflictos b¨¦licos actuales, lo que dar¨ªa prestigio a Brasil, que pretende injertarse en el mundo global de los pa¨ªses en desarrollo como elemento de di¨¢logo y de contraposici¨®n al llamado ¡°imperialismo de Occidente¡±.

Fue en una entrevista de d¨ªas pasados a la televisi¨®n Centro Am¨¦rica, afiliada a la TV Globo en Mato Grosso, en la que Lula se confes¨® e intent¨® minimizar el fracaso diplom¨¢tico en Venezuela. En dicha entrevista, Lula afirm¨® sin rodeos en relaci¨®n al conflicto que no ve¨ªa en ¨¦l nada de ¡°grave¡±, ¡°anormal¡± o ¡°asustador¡±. Contando como fueron las elecciones, Lula explic¨®: ¡°El tribunal electoral reconoci¨® a Maduro como victorioso, aunque la oposici¨®n a¨²n no. Entonces estamos en un proceso. No tiene nada de grave, nada de asustador. Yo veo a la prensa brasile?a trat¨¢ndolo como si fuera la tercera guerra mundial. No hay nada de anormal¡±. Y a?adi¨®: ¡°Tuvieron lugar unas elecciones, hubo una persona que afirma haber recibido el 51%, tuvo otra que dijo haber obtenido el 40 y poco por ciento. Uno concuerda, el otro, no y explica que ahora se trata de ¡°acudir a la justicia¡±.

Seg¨²n los analistas pol¨ªticos de Brasil, lo cierto es que el caso de Venezuela y los esfuerzos in¨²tiles de Lula y de su partido, el PT, en resolver el conflicto no est¨¢n a la altura de la tragedia desencadenada por el Gobierno de Maduro, que parece hasta burlarse de las acusaciones que recibe de estar desencadenando un clima de fascismo abierto en el pa¨ªs con sangre derramada y decisiones fant¨¢sticas como la de anticipar al uno de octubre la fiesta de Navidad como para hacer olvidar el drama de las elecciones.

La impresi¨®n que se nota en los ambientes democr¨¢ticos de Brasil es que decir que el Gobierno progresista ¡°manifiesta una profunda preocupaci¨®n¡± con la orden de detenci¨®n del candidato Edmundo Gonz¨¢lez no basta. Y se recuerda que los venezolanos viven el drama de una poblaci¨®n en la que la desnutrici¨®n est¨¢ a la altura de la media africana, al frente apenas de Somalia, y en la que un cuarto de la poblaci¨®n ya ha emigrado al exterior y seguir¨¢ haci¨¦ndolo. No, no estamos, como dice Lula, en una tercera guerra mundial, aunque para los ya sufridos venezolanos lo que est¨¢n viviendo y sufriendo no deja de parec¨¦rsele.