El MAS boliviano, antes imbatible en las urnas, se desangra v¨ªctima de sus fracturas internas
Morales se ha sobrepuesto a momentos de mucha adversidad durante su biograf¨ªa pol¨ªtica, pero ahora parece haber sufrido un jaque mate
La organizaci¨®n pol¨ªtica m¨¢s poderosa de la historia de Bolivia, el Movimiento al Socialismo (MAS), hoy se desangra por la batalla sin cuartel entre su l¨ªder hist¨®rico Evo Morales y los ¡°renovadores¡± del presidente Luis Arce, que acaban de arrebatarle la direcci¨®n legal del partido. Seg¨²n las encuestas, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n quiere un cambio tras el largo dominio izquierdista de la pol¨ªtica boliviana.
El MAS ha sido el ¡°instrumento pol¨ªtico¡± de los sindicatos bolivianos durante 30 a?os, de los cuales los ¨²ltimos 20 ha tenido hegemon¨ªa en un pa¨ªs que, antes de ¨¦l, carec¨ªa de mayor¨ªas electorales contundentes. Desde 2006, nunca ha perdido una elecci¨®n presidencial, y todas excepto una las ha ganado con mayor¨ªas absolutas.
Aunque funcionaba como una alianza de ¡°organizaciones sociales¡± y no como un partido pol¨ªtico, para participar en elecciones tuvo que convertirse formalmente en uno y ajustarse a la legislaci¨®n nacional. Con el tiempo, esto ha resultado contraproducente para Morales y favorable para Arce que, en su condici¨®n de presidente del pa¨ªs, ha logrado una mayor influencia sobre los tribunales de justicia, tanto sobre los ordinarios como los electorales. El jueves, el Tribunal Constitucional boliviano determin¨® reconocer la directiva arcista del MAS y, simult¨¢neamente, apartar al ¨²nico presidente que este partido hab¨ªa tenido desde su fundaci¨®n, es decir, a Morales. Se espera que el Tribunal Electoral acate esta decisi¨®n reconociendo como jefe del MAS a Grover Garc¨ªa, un dirigente cercano al Ejecutivo.
Envuelto en la bandera azul del MAS, que en el pasado cont¨® con la fidelidad inquebrantable de los campesinos bolivianos, es decir, de un 30% del electorado, Arce puede intentar reelegirse en las elecciones de 2025, aunque las encuestas le son adversas. La mayor¨ªa lo rechaza por su manejo de la crisis econ¨®mica, que actualmente se expresa en una aguda escasez de combustibles y d¨®lares, y en una creciente inflaci¨®n de los bienes de primera necesidad por la devaluaci¨®n informal de la divisa estadounidense.
Los due?os de veh¨ªculos bloquean intermitentemente las calles de las principales ciudades para exigir que el Gobierno llene con suficiente combustible las bombas de las estaciones de servicio, pero esto no ocurre. El di¨¦sel est¨¢ racionado porque el pa¨ªs no cuenta con suficientes d¨®lares para importarlo en las cantidades necesarias.
Cerca de la desesperaci¨®n por la inexistencia de recursos para mantener el aparato productivo funcionando, Arce ha suspendido por un a?o el monopolio estatal de la importaci¨®n y venta al por mayor de hidrocarburos, y ha autorizado que estas tareas sean cumplidas por los empresarios privados. Se trata de una importante ruptura de la pol¨ªtica estatista que ha regido en el pa¨ªs desde la nacionalizaci¨®n del petr¨®leo de 2006. En el corto plazo, significar¨¢ la coexistencia de precios fijados y subvencionados del di¨¦sel y la gasolina con precios internacionales. Los ciudadanos podr¨¢n comprar el litro di¨¦sel en algunos surtidores y algunas ocasiones a 3,7 bolivianos (0,5 d¨®lares); en otros, tendr¨¢n que pagar aproximadamente 14 bolivianos (dos d¨®lares) por litro. La incertidumbre sobre los efectos pol¨ªticos de una situaci¨®n como esta es elevada.
De todas maneras, los seguidores de Arce festejaron con gran alegr¨ªa el fallo constitucional que, seg¨²n ellos, ¡°devolvi¨® el MAS a las bases¡±. La sala del Tribunal Constitucional que le quit¨® la presidencia del partido a Morales , conformada por dos magistrados que son acusados de obedecer al oficialismo, tambi¨¦n, en una sentencia separada, lo inhabilit¨® para ser presidente o vicepresidente del pa¨ªs de por vida.
Morales se ha sobrepuesto a momentos de mucha adversidad durante su larga biograf¨ªa pol¨ªtica, pero ahora parece haber sufrido un jaque mate. No solo porque ya no puede participar legalmente en las elecciones; tampoco lo pueden hacer, al menos usando el acr¨®nimo del MAS, otros dirigentes de su facci¨®n, como Andr¨®nico Rodr¨ªguez, presidente del Senado. Al mismo tiempo, el expresidente enfrenta una orden de detenci¨®n en una causa por presunto abuso de menores. Morales ha resistido hasta ahora el arresto refugiado en el Chapare, la regi¨®n cocalera del centro del pa¨ªs que es tambi¨¦n su basti¨®n pol¨ªtico.
Morales ha desconocido la resoluci¨®n del Constitucional, argumentando que sus integrantes se hallan fuera de su mandato legal y, por tanto, todos sus actos son nulos. Ha pedido, al mismo tiempo, ¡°paciencia y serenidad¡± a sus adherentes. El 22 de noviembre pr¨®ximo, el expresidente reunir¨¢ a sus principales colaboradores para preparar una respuesta a la andanada del oficialismo. Varios dirigentes del evismo est¨¢n presos o son buscados por los bloqueos de caminos que organizaron en octubre.
Los sondeos indican que la mayor¨ªa de los bolivianos busca dejar atr¨¢s la larga experiencia del ¡°socialismo comunitario¡±, como los izquierdistas bolivianos llaman a su ideolog¨ªa. M¨¢s del 70% piensa votar por la oposici¨®n. El punto est¨¢ en que esta se halla dividida en unos 17 precandidatos, algo que tambi¨¦n aumenta la incertidumbre sobre el futuro del pa¨ªs. Sin embargo, algunos ya van destacando del conjunto, alentados por el rechazo popular a la crisis y tambi¨¦n a la pelea entre los dos MAS, uno legal y otro factual.
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