Las c¨¢maras de vigilancia confirman la implicaci¨®n de la Fuerzas Armadas en la desaparici¨®n de cuatro ni?os en Guayaquil
La Fiscal¨ªa solicita una audiencia para formular cargos contra 16 militares por desaparici¨®n forzada
A 17 d¨ªas de la desaparici¨®n de los cuatro ni?os en el sur de Guayaquil, el Gobierno de Daniel Noboa se ve obligado a reconocer la implicaci¨®n de sus fuerzas militares en el hecho. Las c¨¢maras de vigilancia, que no dejan espacio para la duda, revelaron con estremecedora precisi¨®n el momento en que una patrulla militar -compuesta por cerca de diez hombres- persigue y captura a los menores. Los ni?os fueron subidos a una camioneta, y desde entonces, su paradero sigue siendo un misterio. La imagen es clara: la fuerza p¨²blica, convertida en sombra, sujetaba del cuello de la camiseta a un menor de edad, hasta ahora, a un destino desconocido.
El ministro de Defensa de Ecuador, Giancarlo Loffredo, que apenas dos d¨ªas antes hab¨ªa descartado cualquier implicaci¨®n de las Fuerzas Armadas en la desaparici¨®n de los cuatro ni?os afroecuatorianos, recibiendo cr¨ªticas por culpar a ¡°grupos delincuenciales¡±, no tuvo m¨¢s opci¨®n que rectificar. En un giro inesperado, el funcionario admiti¨® que una patrulla integrada por 16 miembros, que acababa de escoltar un cami¨®n de carga hasta la aduana de Guayaquil, fue responsable de la aprehensi¨®n de los menores en la Avenida 25 de Julio. ¡°Existe un informe en el que se explica lo ocurrido¡±, se?al¨® Loffredo, intentando justificar lo sucedido.
EL PA?S accedi¨® a varios videos de vigilancia que fueron revisados por la Unidad Antisecuestro y que forman parte del expediente de investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa, en el que se pueden reconstruir los hechos. Las im¨¢genes muestran a los ni?os en el sector de las Malvinas, cerca de su lugar de residencia, justo bajo un puente de desnivel en la intersecci¨®n de la Avenida 25 de Julio con Ernesto Alb¨¢n, una zona muy cercana al hospital Teodoro Maldonado.
La secuencia de los videos detalla los cinco minutos que le tom¨® a la patrulla capturar a los menores. A las 20.39 del 8 de diciembre, se observa a un grupo de diez ni?os debajo del puente. Uno de ellos lleva una camiseta y pantal¨®n corto azul, otro una camiseta naranja y pantal¨®n corto azul. En ese instante, los ni?os comienzan a correr y seis militares aparecen en escena, uniformados con camuflaje, intentando detenerlos. A medida que los ni?os se dispersan, un civil logra capturar al joven con camiseta naranja y pantal¨®n corto azul, sujet¨¢ndolo por el brazo y entreg¨¢ndolo a un militar.
Esto coincide con lo que describe el informe que mencion¨® Loffredo de que oper¨® una patrulla con 16 agentes en ese sector del sur de Guayaquil. ¡°Observan a ocho personas que estaban presuntamente rob¨¢ndole a una mujer¡±, mencion¨® el ministro, aunque el presunto robo no est¨¢ registrado en las im¨¢genes.
De regreso a la escena, en el momento en que es capturado el ¨²ltimo ni?o, otro soldado, apostado en medio de la calle, apunta su arma. Uno de los uniformados se abalanza sobre el ni?o, lo toma por el cuello y lo arrastra hasta la patrulla, una camioneta doble cabina blanca, equipada con sirena.
En el balde de la camioneta, el ni?o de camiseta y pantal¨®n azul est¨¢ acostado en el piso, custodiado por dos militares. Mientras tanto, el ¨²ltimo ni?o capturado es llevado bajo la mirada indiferente de un patrullero policial que, aunque reduce su velocidad, nunca se detiene. Las im¨¢genes dejan en evidencia c¨®mo los ni?os, completamente subyugados, son apilados en la parte trasera de la camioneta, uno encima de otro, boca abajo. En un momento, los dos militares que los custodian golpean al joven de camiseta naranja con un pu?etazo en la cara, mientras ¨¦l se lleva las manos a la nariz tras el impacto.
A las 20.44, las im¨¢genes muestran c¨®mo la patrulla arranca de la Avenida 25 de Julio, atravesando el centro de Guayaquil hacia la Avenida Pedro Men¨¦ndez Gilbert, con direcci¨®n a Taura. Esta ruta coincide con lo declarado por Loffredo, quien asegur¨® que los ni?os fueron dejados en ese sector, una zona lim¨ªtrofe con Dur¨¢n, la ciudad m¨¢s violenta del pa¨ªs. ¡°Los ni?os ya no estaban bajo la custodia de los militares. Los dejaron en Taura y estaban en contacto con sus padres¡±, explic¨® el ministro en una entrevista radial.
Pero esa versi¨®n de los hechos no coincide totalmente con la de los familiares. El padre de uno de los menores relat¨® en una entrevista que, en su desesperaci¨®n, uno de sus hijos logr¨® contactarlo. ¡°Pap¨¢, ven, s¨¢lvame¡±, suplic¨® el ni?o, quien le confes¨® que los militares los hab¨ªan golpeado y despojado de su ropa. El padre, al solicitar ayuda a la polic¨ªa, no logr¨® encontrar a ninguno de los menores. Desde entonces, nada se sabe de ellos.
La Fiscal¨ªa, ante la creciente presi¨®n social que movilizado a grupos de la sociedad a protestar frente a las instalaciones judiciales en Quito y Guayaquil, realiz¨® un nuevo allanamiento en la base militar de Taura para realizar pericias a los veh¨ªculos involucrados en el transporte de los ni?os y requiri¨® ciertas prendas de los soldados que participaron en la patrulla. Mientras los agentes de Criminal¨ªstica inspeccionan una zona cercana a las instalaciones de Taura, donde han encontrado unos cuerpos que est¨¢n siendo analizados para determinar su identidad, este 24 de diciembre, finalmente, la Fiscal¨ªa ha solicitado una audiencia para formular cargos contra los 16 militares por desaparici¨®n forzada. En paralelo, el Comit¨¦ de Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas ha dictado medidas urgentes en el caso y medidas cautelares para proteger a los familiares de Ismael, Steven, Sa¨²l y Josu¨¦.
El Comit¨¦ inst¨® al Estado ecuatoriano a adoptar medidas diligentes para garantizar una investigaci¨®n exhaustiva y completa. Tambi¨¦n se subray¨® la necesidad de explorar todas las hip¨®tesis, incluida la de una posible desaparici¨®n forzada, dada la presunta participaci¨®n de agentes estatales. El presidente Noboa declar¨® que es ¡°prematuro¡± asumir que se trate de desapariciones forzadas, ante las presiones de la oposici¨®n y dijo que ha pedido a una comisi¨®n que se declare ¡°h¨¦roes nacionales¡± a los ni?os que fueron vistos por ¨²ltima vez en una patrulla militar.
Desde que en enero de 2024 el mandatario declarara un ¡°conflicto armado interno¡± y deleg¨® la seguridad a las fuerzas militares, la Fiscal¨ªa ha recibido ocho casos de desaparici¨®n forzada, 15 denuncias por ejecuciones extrajudiciales, 83 por tortura, y 223 por abusos en el uso de la fuerza, seg¨²n consta en un informe de Human Rights Watch (HRW). El Comit¨¦ de Derechos Humanos de Guayaquil, por su parte, ha documentado la desaparici¨®n de cinco j¨®venes, de entre 16 y 23 a?os, en el contexto de operativos militares, as¨ª como el asesinato como el asesinato de un joven de 19 a?os que iba a vender un perro y acab¨® acribillado en un ret¨¦n militar en Guayaquil y por el cual, un militar ha sido llamado a juicio por el presunto delito de extralimitaci¨®n en la ejecuci¨®n de un acto de servicio con resultado de muerte.
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