Algo va a pasar en Venezuela. O puede que no ocurra mucho
Con la informaci¨®n disponible es dif¨ªcil sostener que Gonz¨¢lez Urrutia pueda tomar el juramento como lo establece la Constituci¨®n. Sin embargo, su desempe?o le est¨¢ subiendo el costo a Maduro
El 10 de enero de 2025 se ha convertido en una fecha fetiche en Venezuela. La cuenta regresiva para ese d¨ªa ha alimentado la sensaci¨®n de que algo va a pasar. Pero, realmente, ?qu¨¦ puede ocurrir en un pa¨ªs donde quienes est¨¢n en el poder decidieron permanecer al mando al amparo de las armas de la Rep¨²blica porque no tienen el apoyo popular?
En otras ocasiones, la ceremonia en la que un nuevo gobierno asume el mandato de seis a?os no ten¨ªa mucho de particular. En esta oportunidad, quien ostenta el poder y busca su nueva juramentaci¨®n, no gan¨® la elecci¨®n presidencial. Eso todo el mundo lo sabe, pero no es ¨®bice para que Nicol¨¢s Maduro quiera iniciar un nuevo mandato.
Carolina Jim¨¦nez, directora de la Oficina para Asuntos Latinoamericanos en Washington (WOLA), sostiene que la crisis venezolana es una crisis hemisf¨¦rica: ¡°Una toma de posesi¨®n que viole la soberan¨ªa suprime uno de los principales elementos de la democracia misma. Tal es la magnitud de este peligro para la historia¡±.
En el pa¨ªs hay una suerte del pensamiento m¨¢gico religioso que pugna por sostener una expectativa, hasta ahora sin base clara para romper el curso de los acontecimientos. Rezos, glorias al Alt¨ªsimo, decretos del Esp¨ªritu de la Navidad y ruegos a las potencias espirituales del imaginario sincretismo religioso, se cuelan entre los mensajes de quienes ven una esperanza de cambio. Una reciente encuesta de la empresa Clear Path hall¨® que 48% de los venezolanos conf¨ªa en que habr¨¢ una transici¨®n democr¨¢tica.
Pero m¨¢s all¨¢ de las an¨¦cdotas y los buenos deseos, parece que la fiesta de la impunidad no ser¨¢ tan tranquila para la camarilla. Los anuncios del ganador de las elecciones, Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, de que va a volver a Venezuela a juramentarse, su gira presidencial ¨Dque ha incluido una visita a la Casa Blanca donde se reuni¨® con el presidente Joe Biden¨D y las declaraciones de la l¨ªder opositora Mar¨ªa Corina Machado ¨Dquien sorpresivamente llam¨® a ir a las calles el pr¨®ximo 9 de enero¨D auguran horas complicadas y despierta entre sus seguidores un nuevo aliento.
El Gobierno de Maduro, por su parte, ha desplegado una acci¨®n de propaganda del terror. El ministro Diosdado Cabello transmite videos en pr¨¢cticas de tiro y se hace acompa?ar por efectivos de las polic¨ªas m¨¢s represivas del pa¨ªs. Al mismo tiempo, la Fiscal¨ªa de Maduro informa que han excarcelado a m¨¢s de 1.500 presos pol¨ªticos, de los m¨¢s de 2.000 de los que hizo acopio durante la represi¨®n postelectoral. Parece que hacen espacio para una nueva ola de represi¨®n. El ministro de la Defensa, el general Vladimir Padrino, emite un comunicado en respuesta al llamado de Gonz¨¢lez Urrutia, quien dirigi¨® un mensaje a las Fuerzas Armadas para que hagan valer la voluntad del soberano.
Con la informaci¨®n disponible es dif¨ªcil sostener que Gonz¨¢lez Urrutia pueda tomar el juramento como lo establece la Constituci¨®n. Sin embargo, su desempe?o le est¨¢ subiendo el costo al Gobierno de Maduro. Las amenazas con apresarlo si ingresa al pa¨ªs llegaron al punto de que el Gobierno ofrece una recompensa por quien d¨¦ informaci¨®n sobre su paradero. No deja de ser un chiste cruel, porque su ubicaci¨®n es p¨²blica y notoria. En los ¨²ltimos d¨ªas, ha estado en Argentina, Uruguay, Estados Unidos y ha anunciado visitas a Rep¨²blica Dominicana y Panam¨¢. Parece que su ¨²ltima parada ser¨¢ en alguna parte de Venezuela.
Por su parte, la l¨ªder opositora Mar¨ªa Corina Machado ha llamado a la calle. Nadie sabe cu¨¢ntos les acompa?ar¨¢n. Pero esta valiente mujer parece decidida a jug¨¢rselas todas. Est¨¢ haciendo valer su lema de campa?a: Hasta el final. Tanto Machado como Gonz¨¢lez Urrutia se muestran en acciones coordinadas. El candidato que nunca quiso el poder, que gan¨® unas elecciones imposibles bajo el endoso de Machado, se ha develado como un estadista de alto vuelo. Ella, por su parte, luce como una jefa de gobierno en la clandestinidad. Ese desaf¨ªo es algo a lo que el Gobierno de Maduro no est¨¢ acostumbrado.
Con la salida en agosto de Gonz¨¢lez Urrutia a Espa?a y la presi¨®n sobre Machado, algunos en el Gobierno daban por terminado este cap¨ªtulo o, al menos, consideraban neutralizada la amenaza. Seg¨²n la encuesta de Clear Path, tanto Machado como Gonz¨¢lez Urrutia gozan de m¨¢s de 72% de apoyo popular.
En estos meses ha quedado claro que la decisi¨®n del oficialismo de robarse la elecci¨®n solo ser¨ªa sostenible a trav¨¦s de la fuerza y de alguna mejora econ¨®mica. Esta ¨²ltima posibilidad depende de la pol¨ªtica de Donald Trump sobre Venezuela. Si prevalece la tesis de recrudecer las sanciones sectoriales al sector del petr¨®leo, se avizora un impacto sobre los ingresos del pa¨ªs.
Sobre el rol de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), nada indica actualmente que la c¨²pula se someta al mandato popular. Padrino, en su alocuci¨®n, ha catalogado a Gonz¨¢lez Urrutia de pr¨®fugo de la justicia. Por otra parte, el ministro de Interior ha anunciado que hay m¨¢s de 125 personas de nacionalidades extranjeras que han sido capturadas por las fuerzas del orden p¨²blico por presuntas acciones mercenarias.
De concretarse la juramentaci¨®n de Maduro, el mundo asistir¨¢ a la consolidaci¨®n de un autoritarismo que ya ha mostrado bastante sus dientes. Para Mar¨ªa Isabel Puerta, el anunciado retorno de Gonz¨¢lez Urrutia y la convocatoria a la protesta por Machado son acciones arriesgadas, que, pronostica, ser¨ªan tratadas de la manera habitual por el Gobierno, es decir, con una fuerte represi¨®n. ¡°Hay una capacidad en el Gobierno de Maduro de arremeter contra la gente, no solo contra los pol¨ªticos, y ese patr¨®n que ya conocemos de Nicaragua y de Cuba es sumamente nocivo porque lo que busca es paralizar y neutralizar a la gente¡±, comenta.
En Venezuela, en estas horas puede ocurrir cualquier cosa. Como puede que no ocurra mucho. Sin embargo, hay una sensaci¨®n de que esta es la ¨²ltima oportunidad. Aunque todos sabemos que el pa¨ªs no se acaba el 10 de enero, tambi¨¦n hay la certeza de que el tiempo para la democracia s¨ª se agota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.