Desolaci¨®n y silencio tras la autoproclamaci¨®n de Maduro
Las plazas de las ciudades en las que el chavismo coloc¨® pantallas para seguir el acto luc¨ªan vac¨ªas
Un pa¨ªs desolado, con negocios cerrados y poco movimiento, fue el tel¨®n de fondo de la juramentaci¨®n de Nicol¨¢s Maduro para un tercer mandato. Venezuela est¨¢ casi en silencio ¡ªel chavismo dir¨¢ que en paz. En las calles de la ciudad amanecieron carteles y vallas con las caras del opositor Edmundo Gonz¨¢lez y varios expresidentes latinoamericanos que han ofrecido acompa?arlo en su eventual regreso al pa¨ªs con un aviso de captura. As¨ª comenz¨® una nueva etapa del conflicto pol¨ªtico venezolano en la que Maduro buscar¨¢ imponerse pese al amplio rechazo popular y la herida de legitimidad abierta. Maduro, sin embargo, se refiri¨® a s¨ª mismo como ¡°el presidente del pueblo¡±.
El acto no tuvo una hora oficial de convocatoria. Maduro sorprendi¨® con su llegada pasadas las 10 de la ma?ana al Palacio Federal Legislativo y antes de las 11 de la ma?ana ya hab¨ªa levantado la mano derecha ante un ejemplar de la Constituci¨®n firmado por Hugo Ch¨¢vez. Fue una jura apurada a la que varios de los invitados internacionales incluso llegaron tarde. Es el caso de Daniel Ortega, de Nicaragua, y Viacheslav Volodin, el jefe de la Duma (el Parlamento ruso), que obligaron al l¨ªder chavista a interrumpir su discurso para saludarlos. Se sentaron junto al mandatario cubano Miguel D¨ªaz-Canel y los primeros ministros de Antigua y Barbuda y la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica.
Ellos fueron los funcionarios de m¨¢s alto nivel presentes en la toma de posesi¨®n, entre los 2.000 delegados de 125 pa¨ªses que el chavismo asegura que logr¨® reunir para sumar respaldos. A los que s¨ª llegaron a tiempo, les ofrecieron un espect¨¢culo de drones importados de China que hicieron en la noche previa figuras con el rostro de Maduro y la bandera de Venezuela enredada en una paloma de luces blancas. Los chavistas volaron los aparatos desde la base a¨¦rea de La Carlota.
La prensa internacional se acredit¨® temprano en el Palacio de Miraflores, con traje formal y sin equipo de grabaci¨®n en vivo, como dispuso el Ministerio de Comunicaciones. Pero el acceso no era para el Sal¨®n El¨ªptico donde se realiz¨® el acto, sino para una sala dentro de la casa de Gobierno, desde donde los que no se retiraron vieron la transmisi¨®n del acto por un televisor a varias cuadras de distancia.
Un grupo de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela del interior del pa¨ªs logr¨® estar dentro de la Asamblea Nacional y para ellos organizaron un nuevo concierto frente a Miraflores previsto para el final de la tarde. En algunas plazas de ciudades del interior del pa¨ªs se instalaron parlantes para retransmitir el audio de la juramentaci¨®n, aunque nadie estuviera para escucharla. Ni el jueves para medirse contra la oposici¨®n ni este viernes para mostrar el apoyo a Maduro, el chavismo logr¨® llenar las calles como en los tiempos de Hugo Ch¨¢vez.
El chavismo blind¨® la toma de posesi¨®n con un fuerte despliegue militar y policial y patrullaje continuo de los servicios de inteligencia. Desde la madrugada de este viernes, los accesos al centro de la ciudad estuvieron cerrados por contingentes con equipos antimotines, que pasaron el tiempo conversando en las esquinas. Este viernes, caravanas de colectivos motorizados recorrieron Caracas para disuadir cualquier intento de manifestaciones. El comandante estrat¨¦gico operacional de la Fuerza Armada, Domingo Hern¨¢ndez L¨¢rez, amaneci¨® este viernes publicando en redes sociales sus pertrechos, entre ellos un video de un sistema de misiles de defensa a¨¦rea. Ante los militares, de hecho, Maduro tuvo una segunda juramentaci¨®n, que oficialmente se llam¨® ¡°acto de reconocimiento y reafirmaci¨®n de la lealtad¡± y fue transmitido en cadena nacional. En un jeep militar recorri¨® las calles desoladas de Caracas, escoltado por una caravana de motorizados, hasta la Academia Militar en el Fuerte Tiuna donde recibi¨® honores ante la investidura dada en el Parlamento.
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