Ortega y Murillo alargan un a?o su periodo presidencial en Nicaragua
Las elecciones se posponen hasta 2027 tras la aprobaci¨®n sin discusi¨®n parlamentaria de una Constituci¨®n redactada a la medida del matrimonio presidencial
En tan solo cuesti¨®n de minutos y sin discutir, la Asamblea Nacional de Nicaragua ¡ªcontrolada por el Gobierno¡ª aprob¨® este jueves la ampliaci¨®n del periodo presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo hasta 2028, un a?o m¨¢s del establecido por el calendario electoral previo. Seg¨²n la nueva Constituci¨®n Pol¨ªtica hecha a la medida de la pareja, el Ejecutivo lo ocupan ahora un copresidente y una copresidenta, una f¨®rmula que garantiza la sucesi¨®n matrimonial del poder.
La nueva Constituci¨®n extiende la extensi¨®n del mandato a ¡°las autoridades electas por el voto popular en las ¨²ltimas elecciones generales, municipales y regionales¡±. En otras palabras, a todos los funcionarios sandinistas que administran el pa¨ªs en todos los niveles, ya que en las ¨²ltimas elecciones, cuestionadas por la falta de transparencia y competencia, el oficialismo cop¨® cada cargo p¨²blico disponible.
El modelo de concentraci¨®n del poder, que cr¨ªticos a la administraci¨®n sandinista califican como ¡°totalitario y de partido ¨²nico¡±, se consolid¨® con la profunda reforma constitucional aprobada en lo general en diciembre de 2024 y en lo particular durante todo el mes de enero por el Parlamento sandinista. La nueva Constituci¨®n Ortega-Murillo entra en vigencia este mismo jueves 30 de enero y sepulta las ruinas de la separaci¨®n de poderes en Nicaragua, al reducir las instituciones y poderes del Estado a ¡°¨®rganos¡± que pasan a ser coordinados por la Presidencia.
Adem¨¢s, la pareja ¡°copresidencial¡± podr¨¢ nombrar ahora a cu¨¢ntos vicepresidentes quiera, sin que esos nombramientos pasen por el voto popular. Una ecuaci¨®n, coinciden analistas pol¨ªticos, que resuelve el embrollo de la sucesi¨®n din¨¢stica. El m¨¢s sonado para una vicepresidencia es uno de los hijos de la pareja, Laureano Ortega Murillo, promovido como delf¨ªn desde hace a?os por sus padres.
Entre otras decenas de cambios que modifican la identidad del Estado nicarag¨¹ense, la ampliaci¨®n del mandato presidencial era lo que m¨¢s expectativas causaba durante la aprobaci¨®n paulatina de la reforma. Y es lo que los diputados han dejado para ¨²ltimo momento. El presidente de la Asamblea, Gustavo Porras, dijo que la ampliaci¨®n del mandato se dio porque la Constituci¨®n ¡°mandata que los per¨ªodos para los que son electos los cargos populares ser¨¢n de seis a?os, de tal forma que, para invitar conflicto, queda en la ley de reforma reconocer que los per¨ªodos para cumplir con la Constituci¨®n se ampliar¨¢n a los seis a?os que mandata la Constituci¨®n¡±.
Elecci¨®n a dedo de magistrados
En la v¨ªspera de la ampliaci¨®n del mandato presidencial, los diputados otorgaron al matrimonio Ortega-Murillo el poder para elegir a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo Supremo Electoral, una elecci¨®n que antes correspond¨ªa a los mismos magistrados.
La nueva Constituci¨®n tambi¨¦n garantiza el control de la pareja sobre las Fuerzas Armadas, el Ej¨¦rcito y la Polic¨ªa Nacional, se?alados por organismos de derechos humanos de ejecutar la represi¨®n contra toda voz cr¨ªtica. El art¨ªculo 97 legitima los grupos paramilitares que durante las protestas de 2018 fueron los responsables de asesinar a m¨¢s de 350 personas, de acuerdo a la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Una sangr¨ªa que un grupo de expertos de Naciones Unidas califica como ¡°cr¨ªmenes de lesa humanidad¡±.
Reed Brody, un abogado estadounidense conocido como el Cazadictadores, lleva m¨¢s de 40 a?os persiguiendo tiranos en Am¨¦rica y ?frica. ¡°Daniel Ortega y Rosario Murillo han consagrado y afianzado su poder absoluto. Ahora controlan el poder judicial, el legislativo y el aparato electoral, con la facultad de suspender todos los derechos, desplegar al ej¨¦rcito en operaciones policiales y utilizar a los llamados ¡®polic¨ªas voluntarios¡¯ como fuerzas de choque¡±, dice a EL PA?S.
¡°Estos cambios grotescos marcan el fin del Estado de derecho y las libertades fundamentales en Nicaragua. Oficializan el cierre del espacio c¨ªvico y garantizan que los ciudadanos no tengan a d¨®nde recurrir cuando sus derechos sean violados¡±, agrega Brody, quien ahora forma parte del Grupo de Expertos de Naciones Unidas (GHREN).