Mostrar, atraer y vender: as¨ª funcionan las ferias de arte
El aspecto comercial de la producci¨®n art¨ªstica siempre ha sido un terreno tan necesario como jabonoso, en donde las cr¨ªticas y visiones a su alrededor nos llaman a integrar sus l¨®gicas y din¨¢micas, especialmente cuando hablamos de una feria de alcance global
En la actualidad, hablar de un artista contempor¨¢neo exitoso, trascendente y reconocido a nivel mundial, implica casi por extensi¨®n (no siempre, pero s¨ª la mayor¨ªa de las veces) de un artista que vende y puede vivir ¨²nica y exclusivamente de su trabajo como artistas, algo que para el grueso de la poblaci¨®n es un lujo y privilegio a todas luces, especialmente en un mercado tan especulativo y herm¨¦tico como lo es el del arte.
Dec¨ªa Leonard Cohen que hab¨ªa que, para hacer poes¨ªa, hab¨ªa que entender la clara diferencia entre el poema de la flor y la flor. De igual manera, menos ret¨®rica de por medio, al interior del ecosistema art¨ªstico hay elementos comerciales que le permiten al artista desarrollarse y hacer de su trabajo una actividad sostenible en el tiempo. Sin embargo, alrededor de esto existen figuras y din¨¢micas que para algunas voces cr¨ªticas han descarrilado la manera de apreciar, producir y concebir este mundo.
Curadores, galeristas, comisarios, representantes, marchantes, muestras, exposiciones y especialmente ferias del arte son herramientas que el artista tiene para poder hacer vendible su trabajo. Pero el tema se complejiza cuando echamos una mirada a las din¨¢micas y requisitos para poder entrar, cuando vemos el tipo de condiciones de la galer¨ªa, presupuestales o espaciales para tener presencia en la misma.
Cada feria de arte es distinta y cada una tiene alcances y l¨ªmites particulares, al igual que un discurso, un p¨²blico y un objetivo en particular. Es entonces cuando surgen dudas, visiones y din¨¢micas que pueden afectar o no, la forma en la que se hace, consume y aprecia el arte mismo.
En el marco de la Art Basel de Miami 2022, artistas, curadores y galeristas nos ayudan a trazar el funcionamiento, din¨¢mica y pertinencia de una feria del arte, en donde muchas veces el p¨²blico en general parece no tener injerencia alguna.
Un poco de historia
Originada en la Europa del siglo XX, la idea de una feria de arte fue concebida para poder difundir y comercializar el trabajo de los artistas fuera del ecosistema galer¨ªstico. El ¨¦xito ha sido tan rotundo y confirmado a?o con a?o, que la feria de arte resulta una figura imprescindible y de gran augurio para la carrera de un artista contempor¨¢neo. Por ejemplo, el alcance legendario y sumas millonarias que hoy en d¨ªa tienen artistas como Pablo Picasso o Wasily Kandinsky no se explicar¨ªa sin la feria alemana de arte Documenta, una de las m¨¢s ic¨®nicas del mundo.
La misma Art Basel, nacida originalmente en Basilea, Suiza en la d¨¦cada de los setenta, hoy tiene un eco y repercusi¨®n determinante para la consolidaci¨®n de un sinf¨ªn de artistas, que su presencia se encuentra a?o con a?o en China y Estados Unidos, siendo la ciudad de Miami la sede americana por antonomasia, en donde el trabajo de artistas latinoamericanos tiene un portal inigualable de exposici¨®n al mercado mundial.
Ahora bien, el sistema de participaci¨®n en las ferias, guardadas sus diferencias entre cada una, se fundamenta en un proceso selectivo por dem¨¢s competitivo para las galer¨ªas, quienes tienen que aplicar, cumplir directrices y sobre todo invertir recursos importantes. Por su parte, es la direcci¨®n de la feria, en mancuerna con su comit¨¦ de selecci¨®n quienes deciden qu¨¦ galer¨ªas van a participar teniendo en cuenta criterios como la calidad de los trabajos mostrados, su pertinencia hist¨®rica, o bien su correspondencia con la l¨ªnea art¨ªstica que la feria desea transmitir.
No obstante, como todo en esta historia evolutiva y expansiva, existen vicios y excesos. La principal cr¨ªtica que ronda a la feria art¨ªstica es haber convertido un elemento cultural en un art¨ªculo de monetizable y dif¨ªcil de apreciar fuera de su ecosistema comercial. El prestigioso galerista David Zwirner es claro y frontal al respecto: ¡°Las ferias de arte son extremadamente peligrosas y caras. Cre¨¦ una feria de arte, pero ahora tengo que decirles a las galer¨ªas: busquen otro camino, encuentren algo distinto que hacer¡±.
La feria es el juego¡ y el riesgo
Al cuestionar a distintos artistas, curadores y galeristas sobre la ¨®ptica en torno a las ferias de arte, resulta de menos peculiar que el sesgo de complejidad e incluso ¡°mal necesario¡± permea m¨¢s en la galer¨ªa que en el artista, cuando aparentemente podr¨ªa ser en sentido inverso.
Esto puede explicarse en buena medida al devenir de los tiempos, el desarrollo del capitalismo y el desd¨¦n generalizado por la cultura. Para el artista mexicano Luis Felipe Ortega, ¡°la feria es el juego, porque tiene que ver con reglas muy claras, en un terreno igual de claro que es el de la econom¨ªa. Acabo de estar en MaCo y conozco las reglas. Aqu¨ª hay terrenos que se parecen entre s¨ª, son parte del ecosistema, pero son distintos; los museos, a pesar de ser instituciones dependientes de presupuestos oficiales, muchas veces est¨¢n abiertos a la cr¨ªtica. En contraparte, las galer¨ªas al no ser interesantes para los compradores o coleccionistas no van a tener artistas de cierto tipo¡±, apunta Ortega.
Por su parte, para otras voces, la bienal e incluso la feria, parecidas aparentemente, detonan distintos di¨¢logos y visiones a partir de sus geograf¨ªas, discursos, presupuestos e incluso espacios. Paulina Ascencio Fuentes, curadora de arte, existen distintas formas de hacer exposiciones, as¨ª como de detonar di¨¢logos en un espacio en particular. ¡°Los resultados suelen ser diferentes a lo que se presenta en una feria de arte pensando en un coleccionista. El coleccionista privado o un museo, del estado, etc. Por ejemplo es diferente a las investigaciones que se hacen en un museo, trabajar usualmente requiere un poco m¨¢s de tiempo, recursos, investigaci¨®n, hay una profundidad distinta a partir del recinto que los convoca y recibe, y que los comisiona. Las bienales finalmente suelen discutir temas de actualidad, que son pertinentes y su relevancia depende del tiempo¡±, precisa la curadora.
Rosalba Hern¨¢ndez Vera, gallery manager, nos explica que existen distintas formas de tener presencia desde una galer¨ªa en una feria como la Art Basel y de trabajar con el artista. Hern¨¢ndez explica y reflexiona sobre la m¨¢s recurrente, que prefigura a la galer¨ªa como un socio estrat¨¦gico (medi¨¢tico y financiero).
¡°El artista trabaja de forma completa de lo que va a presentar y la galer¨ªa no monetiza con ello. Pero para la galer¨ªa MAIA [en la cual trabaja Rosalba] es importante tener presencia en estos eventos. En mayo estuvimos en la Art Basel de Hong Kong con un book de Cisco Jim¨¦nez; ¨¦l produjo la obra al 100%, pero el gasto de aplicaci¨®n, el boot, traslado y personal contratado fue nuestro¡Para entrar a una feria hay que estar aceptado por un grupo de especialistas y hay que ir en la l¨ªnea de la feria. Ir a una feria es riesgoso. En t¨¦rminos financieros puede ser m¨¢s costoso no estar. Por ejemplo, en Art Basel Miami 2019 fuimos una de las diez galer¨ªas mexicanas presentes y por la pandemia no sucedi¨®. Con lo de Hong Kong hay una cantidad enorme de solicitudes de prensa e inter¨¦s para con Cisco¡± apunta Hern¨¢ndez.
De cara a la Art Basel 2022 en su edici¨®n para Miami, resulta pertinente entender c¨®mo funciona, pero tambi¨¦n abrirse y disfrutar una de las oportunidades ¨²nicas de apreciar una cantidad y calidad importante de artes como pocas ocasiones se tiene oportunidad de ver. La feria de arte es, ante todo, una oportunidad de v¨ªnculo y encuentro humano con el arte, en donde la comunidad hispana tiene una presencia protag¨®nica.