Boric: ¡°Ortega no sabe que la patria se lleva en la sangre y no se quita por decreto¡±
El presidente chileno se pronuncia en la Cumbre Iberoamericana, y delante del canciller nicarag¨¹ense, contra el despojo de la nacionalidad a 94 ciudadanos por parte del r¨¦gimen de Daniel Ortega
El presidente chileno, Gabriel Boric, ha condenado este s¨¢bado la decisi¨®n del r¨¦gimen de Daniel Ortega de retirar la nacionalidad a 94 nicarag¨¹enses, entre ellos escritores, periodistas y defensores de derechos humanos. Boric ha aprovechado su intervenci¨®n durante la Cumbre Iberoamericana, que se celebra en Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana), para rechazar contundentemente las decisiones del Gobierno nicarag¨¹ense contra sus opositores. ¡°No es aceptable de parte nuestra callar ante la dictadura familiar de Ortega y [Rosario] Murillo en Nicaragua, que acaba de privar de su nacionalidad a 94 opositores y deportar a m¨¢s de 200 presos pol¨ªticos¡±, ha mencionado en su discurso.
En febrero, el r¨¦gimen de Ortega anunci¨® que dejar¨ªa sin nacionalidad a 94 nicarag¨¹enses que viven exiliados por las presiones de su Gobierno. Unos d¨ªas antes, 222 presos pol¨ªticos fueron sorpresivamente liberados y enviados a Estados Unidos. A ellos tambi¨¦n les fue retirada la nacionalidad y sus derechos como ciudadanos nicarag¨¹enses. El r¨¦gimen los acus¨® de ¡°traici¨®n a la patria¡± y los ha considerado desde entonces ¡°pr¨®fugos de la justicia¡±. Boric manifest¨® entonces, a trav¨¦s de su cuenta de Twitter, su rechazo a la decisi¨®n de Ortega y lo llam¨® dictador, una palabra que la mayor¨ªa de los l¨ªderes latinoamericanos han eludido, de una u otra forma, pronunciar. Y menos en p¨²blico.
Este es el primer foro internacional en el que el presidente chileno ha expresado su descontento de viva voz y lo ha hecho en el mismo foro y a unos metros de donde se encontraba el ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, escuchando su intervenci¨®n. ¡°[Ortega] pareciera no saber que la patria se lleva en el alma y en la sangre y no se quita por decreto. Eso bien lo saben Gioconda Belli, Sergio Ram¨ªrez o Dora Mar¨ªa T¨¦llez, entre tantos otros¡±, ha insistido el mandatario, al mencionar a algunos de los afectados.
M¨¢s tarde, Moncada ha contestado a las palabras de Boric en su intervenci¨®n en la Cumbre. El canciller le ha exigido respeto para el Gobierno de Nicaragua y sus ciudadanos. ¡°No debe utilizar a Nicaragua para ocultar su traici¨®n al pueblo chileno y su entrega al imperio norteamericano. Exigimos respeto a nuestro Gobierno, respeto al pueblo nicarag¨¹ense¡±, ha pronunciado el diplom¨¢tico.
El chileno ha recordado la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y sus consecuencias para hacer un argumento en favor de la democracia. ¡°La dictadura chilena nos ense?¨® de forma brutal los riesgos de relativizar la democracia y los derechos humanos. Y aprendimos que nunca, pero bajo ninguna circunstancia y con ning¨²n pretexto, ello se debe permitir¡±, ha mencionado. Boric ha a?adido en su mensaje una pista sobre la lecci¨®n aprendida en su pa¨ªs: ¡°Hoy vemos en el mundo entero nuevos riesgos y amenazas que acechan a la democracia que tanto ha costado construir [¡] los problemas de la democracia se solucionan con m¨¢s democracia y no con menos¡±.
Boric tambi¨¦n ha aprovechado su intervenci¨®n para pronunciarse en favor de medidas que reduzcan la brecha de g¨¦nero, principalmente en el tema de cuidados no remunerados, as¨ª como tratar de utilizar la alianza de pa¨ªses de Iberoam¨¦rica para emprender conjuntamente medidas que permitan la migraci¨®n segura en toda la regi¨®n. ¡°Nos tiene que dar rabia que algunas pocas personas se aprovechen de esta crisis y lleguen a nuestros pa¨ªses con la intenci¨®n de hacer de la migraci¨®n un negocio¡±, ha dicho. Tambi¨¦n se ha sumado a los proyectos ambientales del grupo y al impulso de sostenibilidad en la regi¨®n. El mandatario chileno, finalmente, ha mostrado su preocupaci¨®n ante el avance de los grupos criminales que act¨²an en Latinoam¨¦rica. ¡°No hay bienestar posible si no somos capaces de hacer valer el Estado de derecho¡±, ha apuntado.
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