Eva Barrionuevo, una doctora en primera l¨ªnea en Argentina: ¡°Sabemos que el derecho al aborto no es para siempre y luchamos por ¨¦l¡±
Esta m¨¦dica argentina de La Rioja, en el noroeste del pa¨ªs, cuenta c¨®mo ha crecido la desinformaci¨®n, la falta de medicamentos y el amedrentamiento de profesionales con el Gobierno de Javier Milei

La m¨¦dica Eva Barrionuevo (La Rioja, 39 a?os) cuenta que hay mujeres en su provincia, La Rioja, en el noroeste de Argentina, que piensan que el aborto ha dejado de ser legal. Que creen que lo prohibi¨® el presidente, Javier Milei, porque lo han escuchado equiparar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo a un ¡°asesinato agravado por el v¨ªnculo¡±. Que llegan a los hospitales con embarazos m¨¢s avanzados, ya en el segundo trimestre, por falta de informaci¨®n. Que han vuelto a recurrir a medicamentos que se usaban en la clandestinidad antes de que el aborto fuese legal, menos efectivos y m¨¢s peligrosos que los que hoy reparte de forma gratuita el sistema de salud. Barrionuevo batalla a diario contra esa desinformaci¨®n y contra el miedo creciente entre profesionales como ella que acompa?an interrupciones voluntarias del embarazo. Garantiza que las mujeres que se quedan embarazadas puedan decidir ser madres en ese momento o no serlo, un derecho que fue conquistado a finales de 2020, pero que ahora est¨¢ en riesgo.
La Rioja es una provincia del noroeste de Argentina con menos de 400.000 habitantes repartidos en una extensi¨®n de casi 90.000 kil¨®metros cuadrados, el equivalente a Andaluc¨ªa, en el sur de Espa?a. La gran influencia de la Iglesia cat¨®lica en su territorio se sinti¨® en la votaci¨®n definitiva de la ley de legalizaci¨®n del aborto, el 30 de diciembre de 2020: de los tres senadores riojanos, uno vot¨® en contra y los otros dos se ausentaron del recinto. La normativa choc¨® tambi¨¦n con una sociedad que rechazaba en voz alta el aborto y callaba sobre los que se realizaban a escondidas.
Barrionuevo, hija de presos pol¨ªticos de la ¨²ltima dictadura, est¨¢ acostumbrada a luchar. Asegura que en un primer momento no fue f¨¢cil garantizar esta pr¨¢ctica en el sistema p¨²blico de salud. Todos los tocoginec¨®logos se declararon objetores de conciencia y quedaron a cargo m¨¦dicos de familia o de otras especialidades, como ella, que es cardi¨®loga de formaci¨®n. En 2021, pocos meses despu¨¦s de la legalizaci¨®n, Barrionuevo estaba preparada para realizar abortos por aspiraci¨®n manual endouterina, pero las autoridades del hospital de La Rioja en el que trabajaba le pon¨ªan una excusa tras otro para impedirlo. Hasta que un d¨ªa improvis¨®: con la ayuda de otra m¨¦dica y de una psic¨®loga, se encerraron junto a la paciente que quer¨ªa abortar en un peque?o consultorio del hospital. Mientras realizaban el procedimiento, un grupo de colegas golpeaba los cristales, las insultaba e intentaba forzar la puerta para entrar.
¡°Una m¨¦dica estaba en la puerta para evitar que entraran y la psic¨®loga intentaba calmar a la paciente. Desde el otro lado nos dec¨ªan que si ten¨ªamos una complicaci¨®n nadie nos iba a asistir, hab¨ªa un anestesista que gritaba que si ¨¦l estaba de guardia los legrados ser¨ªan sin anestesia¡±, recuerda esta m¨¦dica. ¡°Pero continuamos. Pensamos que si nos dej¨¢bamos intimidar en ese momento, no nos iban a dejar nunca m¨¢s¡±, recuerda esta doctora. La aceptaci¨®n creci¨® de a poco, hasta que todo lo ganado comenz¨® a revertirse desde la llegada de Milei a la Presidencia.
¡°El discurso violento del Gobierno ha vuelto a fortalecer a los antiderechos en todos lados, juzgando a las mujeres que deciden no seguir adelante con su embarazo y amedrentando a los que los acompa?an¡±, subraya esta integrante de la Red de profesionales por el derecho a decidir.
Amenazas y falta de medicamentos
Los problemas llegan desde todas las provincias y cada vez son m¨¢s. Hace un a?o, el partido de Milei present¨® un proyecto para derogar el aborto, pero dio marcha atr¨¢s al alegar que hab¨ªa sido por iniciativa inconsulta de una diputada. Meses despu¨¦s, el Gobierno interrumpi¨® el env¨ªo de medicamentos abortivos a las provincias con el argumento de que les corresponde a ellas comprarlos, lo que oblig¨® a muchas mujeres a ir de un hospital a otro en busca de una soluci¨®n que nadie les pod¨ªa brindar. En la entrada de algunos hospitales se han detectado falsos puestos de orientaci¨®n que buscan disuadir del aborto a las gestantes con informaci¨®n falsa. En su interior, crecen de nuevo los obst¨¢culos para practicar abortos y el personal a cargo ha sufrido situaciones de maltrato y amenazas.
Los recortes presupuestarios en salud agravan la situaci¨®n. El Gobierno nacional ha limitado adem¨¢s la distribuci¨®n de anticonceptivos, lo que pone en riesgo la salud sexual y la prevenci¨®n de embarazos adolescentes y de mujeres en situaci¨®n vulnerable en aquellas provincias con menos recursos para afrontar ese gasto.
Profesionales como Barrionuevo se unen en redes para resistir de forma colectiva a los ataques y cuidarse: ¡°No vamos a bajar los brazos. Seguimos con los pa?uelos en alto y lo vamos a demostrar el 8 de marzo en las calles, porque sabemos que los derechos no son para siempre y que vamos a tener que luchar por ellos¡±.