Ch¨¢vez vive pero la lucha ya no sigue
El expresidente sigue liderando las encuestas de opini¨®n p¨²blica en Venezuela 10 a?os despu¨¦s de su muerte
Diez a?os despu¨¦s de su muerte, el pol¨¦mico Hugo Ch¨¢vez a¨²n lidera las encuestas de opini¨®n p¨²blica en Venezuela. Un dato aportado por un reciente estudio de Datan¨¢lisis lo ubica en un 56%. En contraste, ninguno de los dirigentes pol¨ªticos vivos llega al 50% de aprobaci¨®n, ni siquiera los sucesores del mandatario que hoy son severamente cuestionados, incluso por quienes alguna vez fueron aliados, como por ejemplo el Partido Comunista de Venezuela.
Durante su ¨²ltima campa?a presidencial el s¨ªmbolo que acompa?¨® a los votantes de Ch¨¢vez fue la imagen de sus ojos, una iconograf¨ªa que se reforz¨® a partir de su muerte. Los ¡°ojos de Ch¨¢vez¡± estaban por doquier: en edificios p¨²blicos, en unas escalinatas en el centro de Caracas, en afiches¡ Eso y el color rojo eran el sello distintivo de la propaganda oficial.
Poco a poco esa iconograf¨ªa ha sido borrada. Pero no para ser sustituida por una de corte m¨¢s revolucionaria, sino por una simbolog¨ªa impensable pocos a?os atr¨¢s: la de superh¨¦roes americanos tropicalizados. El detalle que puede parecer banal tal vez es la evidencia de varios cambios que se han dado en el pa¨ªs desde la muerte de Ch¨¢vez. Sin embargo, mientras sus s¨ªmbolos poco a poco son desplazados, el recuerdo del mandatario a¨²n pervive. ?C¨®mo es posible que sea tan popular en Venezuela?
Luis Vicente Le¨®n, presidente de la firma Datan¨¢lisis, se?ala que el apoyo al carism¨¢tico l¨ªder siempre ha sido alto. Al morir, en marzo de 2013, qued¨® como una fotograf¨ªa. ¡°Siempre ha sido alta ( su popularidad) desde que muri¨®. Sube y baja pero siempre en el entorno de la mitad de la poblaci¨®n. Hay que entender que esto no es extra?o porque en realidad est¨¢n evaluando un recuerdo de un pa¨ªs que ten¨ªa mejores condiciones que los actuales. Cuando Ch¨¢vez muri¨® acababa de ganar una elecci¨®n (en octubre de 2012) y queda como congelado en una foto, como Marilyn Monroe o James Dean. No envejece y solo recuerdan lo bueno y culpan de lo malo a Maduro¡±, comenta.
En 2022 un sondeo de la firma encuestadora More Consulting hall¨® que la figura de Ch¨¢vez contaba con un respaldo que oscilaba entre 45% y 47%. ¡°Esto significa que casi la mitad de los votantes que est¨¢n en Venezuela siguen teniendo afinidad con el chavismo¡± , fue una de las conclusiones a las que se lleg¨® el estudio de esta firma.
La popularidad del expresidente, a una d¨¦cada de su fallecimiento, puede ser interpretada como un apego por los tiempos econ¨®micos que vivi¨® el pa¨ªs durante sus mandatos (1999-2012); su estilo de populismo que polarizaba y era controversial o tal vez a que realmente logr¨® una conexi¨®n con los sectores populares, de tal magnitud que ninguno de los actuales dirigentes, chavistas o no, pueden rozar. No hay una raz¨®n ¨²nica entre quienes admiran a Ch¨¢vez como tampoco entre quienes lo cuestionan.
Aunque nunca vot¨¦ por Ch¨¢vez ni me sedujeron sus planteamientos, al hacer seguimiento de su desempe?o creo que entend¨ª su conexi¨®n con los sectores populares. La muerte del mandatario fue seguida de una manifestaci¨®n masiva de pesar que extendi¨® por 10 d¨ªas su velorio, al cual acudieron cientos de miles de sus admiradores. Mientras esperaba en la fila para entrar a ver su cuerpo, pude atestiguar la conmoci¨®n de sus seguidores.
Es evidente que el chavismo como idea general sobrevivi¨® la muerte de su l¨ªder, lo que no est¨¢ realmente claro es si el legado que pretendi¨® dejar permanezca. Hoy ese movimiento que se agrup¨® alrededor del mandatario, ha vivido distintas purgas, mientras que quienes se mantienen en el poder han profundizado el autoritarismo. El general Isaias Baduel, quien lider¨® la operaci¨®n que devolvi¨® a Ch¨¢vez al poder en el golpe de abril de 2002, muri¨® en la c¨¢rcel sin que fuese sometido a juicio. Otro hombre de confianza de Ch¨¢vez, el general Miguel Rodriguez Torres, fue desterrado recientemente a Espa?a.
Desde 2014 a la fecha el Gobierno de Nicolas Maduro ha sido se?alado por graves violaciones de derechos humanos. Algunos casos pueden ser considerados cr¨ªmenes de lesa humanidad, de acuerdo con la investigaci¨®n que adelanta la Fiscal¨ªa de la Corte Penal Internacional.
A la par, Maduro ha aplicado una pol¨ªtica econ¨®mica pragm¨¢tica. El pa¨ªs est¨¢ dolarizado y la desigualdad es la norma. Mientras se celebran conciertos y se inaugura un estadio de b¨¦isbol con ¡°jacuzzis¡±, el sueldo m¨ªnimo del sector p¨²blico no alcanza el equivalente a 6 d¨®lares mensuales. Ya no se habla de la tesis del socialismo del siglo XXI, propuesta que Ch¨¢vez abraz¨®. Las acciones del gobierno de Maduro han sido tildadas de neoliberales por parte de sectores que alguna vez fueron aliados. Entre ellos, el Partido Comunista de Venezuela que ha pasado a ser considerado un enemigo de esta administraci¨®n
Para Maripili Hern¨¢ndez, exministra y exmilitante del partido de gobierno, el legado de Ch¨¢vez es incuestionable en varios aspectos. Uno de ellos es la Constituci¨®n de 1999, as¨ª como sus iniciativas para atender las necesidades de la poblaci¨®n menos favorecida. Hern¨¢ndez, quien se reconoce chavista pero no apoya al gobierno de Maduro, afirma que si Ch¨¢vez ¡°reviviera¡± se volver¨ªa a morir, pero de la rabia.
Sin embargo, lo que s¨ª se mantiene muy vivo en el chavismo es la vocaci¨®n de poder que caracteriz¨® a su l¨ªder. Maduro y su entorno lograron estabilizar el autoritarismo, permanecer en el gobierno, metabolizar las sanciones a las que han sido sometidos por la violaci¨®n de Derechos Humanos y hoy, se perfila como la primera opci¨®n frente a una eventual elecci¨®n presidencial.
Los famosos ojos de Ch¨¢vez ya no est¨¢n mirando por todas partes. Ahora, Maduro juega con la imagen literal de superh¨¦roe, El Superbigote. Evita el color rojo mientras convive con el sector radical de su partido y lanza una liana al nuevo chavismo, aquel que ya ha acumulado un capital, el cual defiende en medio de lujos y desigualdades.
Cuando el mandatario falleci¨® hab¨ªa dudas de si el movimiento que lider¨® sobrevivir¨ªa. Los a?os muestran que s¨ª. Sin embargo, el chavismo en el poder se parece cada vez menos al chavismo de Ch¨¢vez.
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