El cierre de la brecha salarial se frena y, a este ritmo, no habr¨¢ igualdad retributiva en Espa?a hasta 2042

Los trabajadores cobraron en 2023 un promedio de 29.615 euros anuales, casi 5.000 euros m¨¢s que las trabajadoras, que ingresaron una media de 24.758 euros. Es una diferencia del 19,6%, superior a la registrada un a?o antes, del 19%. El dato empeora, como ha denunciado este jueves en rueda de prensa el sindicato CC OO, que ha elaborado un informe al respecto. ¡°Calculamos que tardaremos m¨¢s de dos d¨¦cadas en cerrar brecha salarial, hasta 2042. Los indicios de estancamiento en los ¨²ltimos a?os ponen en evidencia la necesidad de pol¨ªticas espec¨ªficas adicionales¡±, ha dicho Carolina Vidal, secretaria confederal de mujeres, igualdad y condiciones de trabajo de CC OO. El l¨ªder del sindicato, Unai Sordo, ha concretado esas medidas, entre las que ha destacado: ¡°El elemento clave es el despliegue de una potente estrategia de cuidados en nuestro pa¨ªs¡±, dado que son las mujeres las que, para cuidar, asumen m¨¢s tiempo parcial y m¨¢s interrupciones en sus carreras laborales .

El informe de CC OO recoge una profunda reducci¨®n de la brecha salarial en los ¨²ltimos a?os. Alcanz¨® un r¨¦cord en 2014, del 31,4%, seg¨²n los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa y recogidos por el gabinete econ¨®mico del sindicato. Cay¨® hasta un 25% en 2016, repunt¨® ligeramente hasta un 26,5% en 2018 y se desplom¨® con fuerza a partir de entonces. Ah¨ª arranc¨® la senda de subida del salario m¨ªnimo de los ¨²ltimos a?os, con un ascenso del 54% desde entonces, y en 2021 se aprob¨® la reforma laboral que ha hundido la temporalidad en el sector privado. En 2022 toc¨® suelo, con un 19%, pero en 2023 (¨²ltimo dato disponible), repunt¨® hasta el 19,6%.

La legislaci¨®n proh¨ªbe pagar menos a una persona por raz¨®n de g¨¦nero para la misma labor, pero ellas tienen m¨¢s dificultades para ascender y para acceder a puestos mejor remunerados, suelen recibir un trato desigual en las empresas con los complementos salariales y, en general, desempe?an trabajos m¨¢s precarios.

¡°La brecha ha ido descendiendo en los ¨²ltimos a?os gracias a varias reformas, a pol¨ªticas de igualdad que han nacido del di¨¢logo social¡±, ha reivindicado Vidal, que a la vez ha advertido de un ¡°estancamiento; la brecha ha dejado de estrecharse¡±. Sordo ha abundado en esta idea: ¡°El efecto combinado de subir el salario m¨ªnimo y de la reforma laboral, que ha sido importante, se est¨¢ agotando. No podemos resignarnos a tardar dos d¨¦cadas para cerrar la brecha salarial¡±. Las mujeres son m¨¢s en muchas actividades peor retribuidas y con m¨¢s temporalidad, y de ah¨ª que esos cambios les hayan beneficiado tanto.

Qu¨¦ hacer para estrechar la brecha

El jefe de CC OO ha listado varias medidas que podr¨ªan adoptar los poderes p¨²blicos para que la brecha vuelva acelerar su ca¨ªda. En primer lugar, ha pedido actuar sobre ¡°los sesgos que se mantienen en las elecciones educativas en edades tempranas¡±, ya que sectores tan bien retribuidos como el tecnol¨®gico siguen poblados por hombres y los cuidados, con peores n¨®minas, por mujeres. ¡°Necesitamos romper los viejos roles en distribuci¨®n sectorial, pol¨ªticas de orientaci¨®n¡±.

Tambi¨¦n ha reclamando una reforma del tiempo parcial. ¡°El aumento del empleo y de las horas trabajadas hace factible que se consoliden las horas complementarias como ordinarias¡±. Las horas complementarias son las que se hacen de m¨¢s en el tiempo parcial. La idea es que sea una elemento de flexibilidad para el empleador, para situaciones de mayor demanda, pero Sordo denuncia que muy a menudo son ¡°estructurales; en esos casos, se deber¨ªan consolidar como parte de la jornada ordinaria¡±. Adem¨¢s, ha pedido fomentar la conversi¨®n de contratos parciales a tiempo completo.

Igual que las mujeres sufren m¨¢s paro, m¨¢s temporalidad y peores salarios, sufren m¨¢s parcialidad no deseada. Seg¨²n los datos del INE, de los tres millones de trabajadores con jornada parcial, 2,2 millones son mujeres, teniendo en cuenta que hay m¨¢s hombres que mujeres en el mercado laboral. Con el foco en qui¨¦nes est¨¢n a jornada parcial y querr¨ªan echar m¨¢s horas, el 70% son mujeres. Ha recordado que el hecho de dedicarse tanto a los cuidados tambi¨¦n recorta el salario de las mujeres porque aspiran a menos ascensos y pluses por presencialidad.

Objetividad en los ascensos

Sordo tambi¨¦n ha pedido que se persigan mejor las horas extra impagadas (lo que podr¨ªa mejorar con el nuevo registro horario digital e interoperable que plantea Trabajo) y objetivar los criterios de promoci¨®n en las empresas (de manera que no dependen de aspectos informales, ¡°que no se decida en las ca?as despu¨¦s del trabajo que muchas mujeres no pueden tomar porque tienen que cuidar¡±). En este ¨²ltimo punto ha subrayado el sesgo de clase que lo condiciona, dado que las personas con menos recursos econ¨®micos no se pueden permitir contratar los cuidados, y que ello se debe abordar empresa a empresa, mediante los planes de igualdad. Para la negociaci¨®n y elaboraci¨®n de los mismo ha reclamado m¨¢s recursos p¨²blicos. ¡°Es un trabajo ingente en todas las empresas de m¨¢s de 50 trabajadores. Y si el poder p¨²blica demanda a los agentes sociales ejercer determinadas funciones, no vale con ponerlo en un papel¡±.

Pero el punto al que m¨¢s importancia ha dado es la ¡°incomparecencia los poderes p¨²blicos en los cuidados¡±, que acaban asumiendo principalmente las mujeres. ¡°La feminizaci¨®n de los cuidados en el ¨¢mbito de la familia tiene que ver con la no ambici¨®n del Estado para asumir esa responsabilidad¡±, ha agregado.