Ser o no ser: actriz y mam¨¢. El universo personal de Irene Azuela

Una de las constantes de la dramaturgia, o al menos al interior de algunas de sus obras m¨¢s trascendentes, es la de la habilidad y el arte de transformar lo complejo, vedado o herm¨¦tico en reflexiones, mensajes o discursos universales -cercanos a la realidad del espectador-, independientemente de su ¨¦poca y contexto. Hablamos adem¨¢s de un terreno en donde los temas vitales de la vida humana se confrontan, cuestionan y reconfiguran de forma viva y din¨¢mica, a trav¨¦s del tiempo.

Uno de los ejemplos m¨¢s vitales de lo arriba expuesto se encuentra de forma contundente en Hamlet, la ic¨®nica obra de teatro escrita por el dramaturgo ingl¨¦s William Shakespeare, autor y obra por dem¨¢s can¨®nicos y universales, considerados el referente ineludible de la literatura de todo occidente.

Por m¨¢s de 400 a?os, Hamlet -una obra tomar¨ªa poco m¨¢s de cuatro horas de espect¨¢culo en representaci¨®n fiel- ha sido objeto de m¨²ltiples estudios, relecturas, interpretaciones, traducciones y adaptaciones a lo largo y ancho del mundo, trascendencia y universalidad que para el dramaturgo mexicano Mario Conde se enquista, entre otras cosas, en un tema que no nos podemos quitar de encima: la relaci¨®n con nuestros padres.

¡°Todo Disney se construy¨® con los mommy issues. Otros grandes ejemplos de la literatura como Edipo rey, La vida es sue?o, La muerte de un viajante, Las batallas en el desierto, y del cine como Todo sobre mi madre, Star Wars o Nebraska se mueven sobre lo mismo y brindan una respuesta o un punto de vista: ¡®mi padre me traicion¨®¡¯, ¡®debo aceptar a mi madre como es¡¯, ¡®mis padres no son lo que cre¨ªa¡¯, ¡®aprend¨ª a amar a mis creadores¡¯. Mientras que Hamlet no sabe qu¨¦ pensar. Por eso su extensi¨®n: de las cuatro horas, son tres con vacilaciones sobre si Hamlet debe ¡®ser o no ser¡¯ un hijo digno: obedecer a su padre y condenarse al infierno, o dejarlo morir y solapar la traici¨®n de su t¨ªo que, fuera de ser un regicida y un chapul¨ªn [traicionero, desleal], no muestra otro vicio, menos para con Hamlet¡±, precisa Mario Conde.

Ser¡­ madre y actriz

La vitalidad, fuerza y maleabilidad referida en la obra de Shakespeare ha permitido tambi¨¦n una reimaginer¨ªa no s¨®lo desde la libertad y las licencias en torno a su adaptaci¨®n y montaje mismos, sino sobre las lecturas adyacentes de su contexto. Dos ejemplos recientes nos invitan a leer Hamlet desde la sensibilidad femenina y la maternidad.

El primero de ellos es Hamnet, novela de la escritora irlandesa Maggie O¡¯Farrell, considerada una de las mejores obras literarias de 2021, basada en la muerte del hijo de William Shakespeare -nombre que nunca es mencionado en el libro-, visto desde el mundo ¨ªntimo de Anne Hathaway, la madre, tres a?os antes de que el dramaturgo ingl¨¦s publicara Hamlet, generando un juego de dualidad entre la obra y su contexto, enfatizando una reflexi¨®n sobre el duelo y la maternidad.

El otro ejemplo reci¨¦n tuvo cita en el Teatro Mil¨¢n de la Ciudad de M¨¦xico, en donde la actriz Irene Azuela (El b¨²falo de la noche, Las oscuras primaveras, Arr¨¢ncame la vida) protagoniz¨® una nueva versi¨®n de este cl¨¢sico, la cual registr¨® 21 exitosas funciones con localidades agotadas, entre el 10 de marzo y el 1 de mayo de 2022.

Concebida por su productor ?scar Uriel desde a?os previos a la llegada de la pandemia, la actriz mexicana cuenta en exclusiva para El Pa¨ªs que si bien Hamlet es una obra demandante, tambi¨¦n es un regalo y gozo para cualquier actor. ¡°(...) no tuve m¨¢s opci¨®n [aceptar el papel de Hamlet], porque a un personaje de ese tama?o se le tiene que decir que s¨ª, siempre. Y sin duda Hamlet es uno de los personajes m¨¢s complejos que se hayan escrito en la historia de la dramaturgia, la cual radica en encontrar este lugar donde coinciden los cuestionamientos, digamos intelectuales, con una cantidad importante de acontecimientos emocionales por los que atraviesa el personaje¡±.

O no ser¡­ completamente entregados

Para Irene Azuela, una mujer apasionada e interesada por su profesi¨®n dentro y fuera del escenario, la conexi¨®n entre su faceta como actriz y el ser madre (iniciada en 2017), inevitablemente transcurre por una correspondencia mutua de entrega total y sin cortapisas, el ponderar las cosas importantes en su vida, as¨ª como el poder crear comunidad, elementos que se encuentran siempre presentes en su d¨ªa a d¨ªa.

¡°No veo otra manera de hacer una obra as¨ª, que a trav¨¦s de una inmersi¨®n completa y profunda. Para m¨ª el teatro es un espacio donde tienes que entregarte por completo, pero en una obra como ¨¦sta, mucho m¨¢s. No hay manera de que dosifiques, de que digas ¡®hoy me voy leve, hoy me voy a cuidar¡¯, te obliga much¨ªsimo a dejarte ir y al mismo tiempo a poner atenci¨®n, porque son conceptos muy s¨®lidos los que habitan en ella, pero tambi¨¦n muy sutiles, fr¨¢giles a la vez y hay cierta musicalidad en las palabras, y ni se diga la memoria; tienes que poner tu cuerpo, coraz¨®n y cabeza a trabajar.

¡°(El teatro) respecto a mi vida personal y el ser mam¨¢ me ha obligado a poner atenci¨®n en lo que es primordial y ayudado a dosificar cosas que antes me eran dif¨ªciles de dosificar. Y de vuelta, ser mam¨¢ te hace un ser humano mucho m¨¢s complejo, lo cual invariablemente llega a lo que uno pone en los personajes que interpreta¡±, considera la actriz.

La tambi¨¦n ganadora del Premio Ariel como mejor actriz en 2008 y 2009 reflexiona sobre los v¨ªnculos entre la pieza de Shakespeare, una obra teatral en donde la muerte se encuentra siempre presente y contenida dentro de la vida misma, y la maternidad: ¡°Recientemente he estado leyendo Hamnet, de Maggie O¡¯Farrell, que trata del hijo que William Shakespeare y su esposa perdieron unos a?os antes de escribir Hamlet, centrado en la figura femenina. Esta referencia yo la conoc¨ªa, pero hasta que le¨ª el libro comprend¨ª el estado en el que debi¨® estar Shakespeare para escribir esta obra. Y qu¨¦ fascinante tambi¨¦n que Hamlet es ligeramente lo opuesto a lo que vivi¨® el autor, el hijo adorando al padre. Eso me dio una lectura mucho m¨¢s profunda¡±.

Al ser una obra que disfruta a plenitud, Irene Azuela reconoce que Hamlet es una pieza con pasajes que le resuenan e interesan de manera especial y que le resuenan de forma personal: ¡°Me gusta mucho la escena con la madre, la percepci¨®n que tiene Hamlet de su mam¨¢ al descubrir que la vida sexual de ella es algo que le violenta, cuando se entera que ¨¦sta se encuentra a¨²n activa no le gusta, se enoja, hace puchero¡­eso me parece un tema interesante. Tambi¨¦n todo el tema de ser o no ser, de hacer o no hacer, de decidir o no, me parece muy cabr¨®n [grande, fascinante]. Creo que las personas que somos as¨ª de racionales como yo, eso nos puede mover much¨ªsimo: ¡®por qu¨¦ tendr¨ªa que tener m¨¢s valor una cosa que la otra¡¯. Ese dilema es uno con los que yo m¨¢s conecto¡±.

Frente a un entorno lleno de incertidumbre y digitalizaci¨®n, en donde desde las pantallas de los m¨®viles y las tabletas decidamos qu¨¦ ver y c¨®mo desde nuestras casas, la madre y actriz estima que la comodidad se encuentra un tanto sobrevalorada. ¡°Es por eso que para m¨ª el teatro es un lugar sagrado, en tanto para que estemos todos reunidos tuvimos que haberlo decidido, tener la voluntad para salir de nuestras casas para tener una experiencia que nos pusiera en un lugar que no tiene que ver con la comodidad, como cuando tienes un viaje incre¨ªble¡±.