De King Crimson a Daniela Romo, Marvin Gaye y de regreso: una conexi¨®n musical con mam¨¢

Dentro de los incontables beneficios y aspectos positivos que la m¨²sica trae a la vida humana, diversos estudios m¨¦dicos y cient¨ªficos han demostrado que los sonidos musicales pueden ser una poderosa herramienta para tratar personas enfermas o estimular ciertas funciones del cuerpo, am¨¦n de ser un efectivo catalizador de vinculaci¨®n humana y memoria social.

De acuerdo con el neur¨®logo y escritor ingl¨¦s Oliver Sacks (1933-2015), la m¨²sica tiene el poder de sacarnos de la depresi¨®n o hacernos llorar; ¡°es un remedio, un t¨®nico, jugo de naranja para el o¨ªdo. Pero para muchos de mis pacientes neurol¨®gicos, la m¨²sica es a¨²n m¨¢s: puede proporcionar acceso, incluso cuando no hay medicaci¨®n, al movimiento, al habla y a la vida. Para ellos, la m¨²sica no es un lujo, sino una necesidad¡±. (Musicofilia, 2009).

Adem¨¢s, durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas se ha desarrollado la teor¨ªa de que durante el embarazo, la m¨²sica puede traer numerosos beneficios a la madre, contribuyendo a producir endorfinas que hacen que se sienta mejor, algo que el feto percibe directamente, ejerciendo un efecto relajante. Y no se trata necesariamente del lugar recurrente que apunta s¨®lo a la m¨²sica cl¨¢sica o los populares discos dise?ados para futuros padres, que son una buena opci¨®n per s¨¦, sino de disfrutar de melod¨ªas que disfrute y hagan sentir tranquila a mam¨¢, evitando siempre un volumen elevado o notas demasiado discordantes.

M¨¢s all¨¢ de la ciencia, la m¨²sica es un adhesivo interpersonal y familiar muy poderoso que puede vincularse a los momentos m¨¢s felices de nuestras vidas. Esto lo saben muy bien las madres e hijos quienes pueden generar toda una historia de amor y afectos mediante una canci¨®n, sin importar gustos o g¨¦neros.

Entre el rock progresivo, Daniela Romo y el amor

Para Anait¨¦ Ancira, madre y poeta de 41 a?os de edad, la m¨²sica siempre ha sido una relaci¨®n protag¨®nica de identidad, afecto y v¨ªnculos familiares, incluso desde que ella era peque?a. ¡°Desde que era ni?a recuerdo que mi pap¨¢ y mi mam¨¢ eran muy clavados de la m¨²sica de diferentes g¨¦neros musicales, lo cual tambi¨¦n explica mi diversidad de gustos. Mi pap¨¢ escuchaba mucho rock progresivo. Tengo recuerdos de ¨¦l con estos aud¨ªfonos enormes de los a?os ochenta; se acostaba en la sala en las tardes y yo me acostaba con ¨¦l, a veces escuchaba en sus aud¨ªfonos y otras s¨®lo estaba vi¨¦ndolo escuchando sus aud¨ªfonos.

¡°Y mi mam¨¢ siempre ha sido m¨¢s popera, el bolero, Emmanuel, Juan Gabriel, Jeanette, Daniela Romo, toda esa onda. Crec¨ª con esa referencia de ambos, yo s¨ª o¨ªa m¨²sica de ni?os: Timbiriche, Parchis, Mar¨ªa Elena Walsh, pero o¨ªa mucho la m¨²sica que ellos o¨ªan. Escuchar ahora esa m¨²sica es un ejercicio de nostalgia y de reconocimiento, que de ah¨ª me viene todo este bagaje y gusto por la m¨²sica, y tambi¨¦n explica este aprendizaje de hacer cosas escuchando m¨²sica tambi¨¦n, como manejar o ba?arme¡±, detalla la madre de Tadeo, de 16 a?os y de Cosme, de 7 .

Anait¨¦ reflexiona que aunque la m¨²sica puede ser m¨¢s f¨¢cil de recordar y entrar que con los libros, el cine o el arte contempor¨¢neo, muchos de nosotros damos por descartado de que la m¨²sica es una pieza esencial al interior del seno familiar. Sin embargo, esto no necesariamente es una ley y, efectivamente, existe gente que no escucha m¨²sica, incluso m¨²sicos en donde esta expresi¨®n no son protag¨®nicos para la relaci¨®n padres e hijos. ¡°Para m¨ª eso es muy raro¡±, confiesa Anait¨¦ Ancira, quien recuerda c¨®mo fue la relaci¨®n musical con sus padres y c¨®mo es ahora con sus dos hijos.

¡°En la adolescencia o¨ªa m¨¢s rock mexicano, que a mi pap¨¢ no le gustaba mucho. Y yo fui poco condescendiente con mis hijos, sobre todo con Tadeo, que es el m¨¢s grande (ahora tiene 16 a?os); le puse muy poca m¨²sica para ni?os: 31 minutos y Luis Pesseti. Y ¨¦l igual escuchaba lo mismo que yo: Kings of Convenience, Los S¨²per Elegantes, The XX, mucha m¨²sica de principios de los dosmiles, Cerati. Y hoy hay muchas cosas que escucha mi hijo que yo escuchaba cuando ¨¦l era ni?o pero que ¨¦l no recuerda que se la pon¨ªa. Es bonito ver eso¡±.

Nuestra canci¨®n, nuestra ra¨ªz

Oliver Sacks, quien estudi¨® y aplic¨® a fondo las posibilidades terap¨¦uticas de la m¨²sica, aseguraba que esta expresi¨®n es ¨²nica entre todas las artes, ¡°es a la vez completamente abstracta y profundamente emocional. No tiene la capacidad de representar nada particular o externo, pero s¨ª una capacidad ¨²nica para expresar estados o sentimientos interiores. La m¨²sica puede atravesar el coraz¨®n directamente; no precisa mediaci¨®n¡±, afirm¨® en Musicofilia, la obra cumbre del neur¨®logo ingl¨¦s.

¡°Hay canciones que s¨®lo nos comunican a ambos (a Tadeo y a m¨ª), ya sea que salga en el aleatorio o que yo la ponga. Y ¨¦l sabe que son algo as¨ª como ¡®nuestras canciones¡¯: ¡®Hasta la ra¨ªz¡¯ de Natalia Lafourcad, ¡®Ain¡¯t no mountain high enough¡¯ de Marvin Gaye o ¡°La chica de humo¡± de Emmanuel. Esta ¨²ltima ¨¦l sabe que me encanta. El otro d¨ªa ven¨ªamos en el coche y ¨¦l ven¨ªa escuchando su m¨²sica, cuando le dio play me dijo ¡®te la puse¡¯, porque sabe que me encanta¡±, cuenta Anait¨¦.

Para la mam¨¢ y poeta de 41 a?os, las teor¨ªas musicales en torno a la maternidad, o los discos tipo Baby Einstein le parecen herramientas muy ¨²tiles en familias donde la m¨²sica no es un personaje tan importante o tan presente, y que de alguna manera hay pap¨¢s que para ellos la m¨²sica no es tan importante y usan estos recursos para que sus hijos se desarrollen y se estimulen. Sin embargo para Anait¨¦ Ancira var¨ªa en cada familia, reconociendo en su caso un tema mucho m¨¢s sencillo y directo ligado a la cultura, los h¨¢bitos y afinidades, pero tambi¨¦n al aprendizaje, en donde la libertad debe estar siempre presente.

¡°Pienso que (la conexi¨®n musical madre-hijo) tiene que ver m¨¢s con la educaci¨®n y la cultura de cada familia. Hay quienes tenemos la fortuna de que ¨¦sta sea tan importante, pero es una tradici¨®n y en muchos otros casos no es as¨ª. Es m¨¢s de tradiciones, costumbre y din¨¢micas. Est¨¢ esa parte que aprendes con tu familia; yo me siento muy afortunada de que eso haya sido muy importante y que para mis hijos tambi¨¦n, de que exista esa libertad tambi¨¦n. Por ejemplo a Tadeo le gustaba One Direction de m¨¢s peque?o, y yo no conectaba pero lo dejaba escucharlos. Tuvo su racha y se le pas¨®, luego empez¨® a escuchar m¨¢s las cosas que yo o¨ªa. Y luego tom¨® su propio camino, que fue lo que m¨¢s o menos me pas¨® con mi pap¨¢. Y creo que eso es importante, no imponerles lo que a ti te gusta, mostr¨¢rselos, y si les gusta bien, pero dejarles escuchar lo que a ellos les gusta aunque a ti te parezca horrible. A lo mejor m¨¢s adelante hay puntos de encuentro, como ahora me pasa con ¨¦l¡±, abunda Anait¨¦.