La justicia argentina se?ala a Pl¨¢cido Domingo como presunto ¡°cliente¡± de una red de trata desarticulada en Buenos Aires
Unas escuchas telef¨®nicas ordenadas contra la secta de la Escuela de Yoga muestran supuestamente al tenor negociando un servicio sexual
Pl¨¢cido Domingo fue ¡°lo que parece ser un cliente¡± de los servicios sexuales ofrecidos por la Escuela de Yoga de Buenos Aires, una secta con m¨¢s de 30 a?os de historia desarticulada la semana pasada por la justicia argentina, seg¨²n aseguran fuentes de la investigaci¨®n a este diario. En una serie de escuchas telef¨®nicas ordenadas por el juez Ariel Lijo, a cargo de la investigaci¨®n, se escucha a un cliente, y seg¨²n las pesquisas, se tratar¨ªa del tenor. El hombre habla con una mujer llamada Susana Mendelievich, alias Mendy, de 75 a?os, a la que le explica c¨®mo debe concretarse el encuentro. La mujer se comunica m¨¢s tarde con el l¨ªder de la secta y celebra que el cliente, presuntamente Domingo, ya ¡°ha organizado la matufia¡± [un enga?o] para que ¡°los agentes no se den cuenta¡±. Las mismas fuentes consultadas aseguran que la voz es la del tenor y que Pl¨¢cido Domingo no est¨¢ imputado por delito alguno, pero advierten de que a¨²n resta ¡°revisar una cantidad enorme de documentaci¨®n en papel y digital¡±. Este diario ha tratado de contactar con Domingo de forma directa y a trav¨¦s de su entorno, sin obtener respuesta.
El di¨¢logo telef¨®nico, del que se desconoce la fecha ¡ªDomingo actu¨® en el Teatro Col¨®n de la capital argentina el pasado abril¡ª se filtr¨® el martes por la tarde y consta de tres partes. En la primera, Mendy y Juan Percowicz, l¨ªder de la secta detenido el pasado viernes junto a otra veintena de personas, resuelven aceptar el encargo del hombre que realiza la llamada. ¡°Pl¨¢cido dijo que pod¨ªa venir a visitarnos, es decir, que va a venir a visitarme. Porque ¨¦l va a casa en Nueva York y lo record¨® ayer¡±, dice la mujer en los audios que obran en el expediente judicial. Por la importancia del encuentro, Percowicz autoriza el uso del Museo, como llamaban a un edificio del centro de Buenos Aires acondicionado para encuentros sexuales. En un segundo audio, se escucha la supuesta voz de Pl¨¢cido Domingo dando indicaciones a Mendy. ¡°Cuando salgamos de la cena venimos separados, lo hacemos as¨ª porque mis agentes se van a subir a la habitaci¨®n cuando yo suba y se van a quedar en el mismo piso¡±, comenta el hombre, que la investigaci¨®n se?ala que es Pl¨¢cido Domingo, que procede a indicar a la mujer el n¨²mero de habitaci¨®n en la que se deben encontrar. Cerrado el trato, Mendy vuelve a llamar al jefe. ¡°Ya me llam¨® y arm¨® la matufia para que me quede en el hotel sin que los agentes se den cuenta¡±, le dice a Percowicz. ¡°Qu¨¦ degenerada que sos¡±, celebra su interlocutor.
Pl¨¢cido Domingo fue uno de los artistas se?alados en el #Metoo, a ra¨ªz de las acusaciones de acoso sexual en Estados Unidos por parte de una veintena de mujeres hechas p¨²blicas por Associated Press en agosto de 2019. Muchas de sus presentaciones, tanto en Estados Unidos como en Espa?a, se fueron cancelando. Neg¨® las acusaciones, pero informes del Sindicato Estadounidense de Artistas Musicales y la ?pera de Los ?ngeles ¡ªde la que el madrile?o fue nombrado director en 2003, cargo al que renunci¨® a ra¨ªz del esc¨¢ndalo¡ª concluyeron que los testimonios eran ¡°cre¨ªbles¡± y que el tenor hab¨ªa tenido ¡°un comportamiento inapropiado¡±. Asegur¨® entonces que lamentaba el dolor que hubiera podido causar a las mujeres. Nunca ha sido juzgado, imputado o condenado por las acusaciones y en 2021 retom¨® sus actuaciones.
Una secta que ocultaba una trama de prostituci¨®n
La Justicia argentina detuvo el viernes pasado en 50 redadas a 24 integrantes de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, entre ellos Percowicz, un exnotario de 84 a?os, su l¨ªder y fundador. El grupo est¨¢ acusado de integrar una secta dedicada a reclutar y someter a cientos de personas. Las v¨ªctimas, que acud¨ªan deseosas de alcanzar ¡°el desarrollo de la felicidad¡±, terminaban presuntamente esquilmadas de sus bienes, sometidas a la servidumbre y hasta prostituidas.
Las mujeres captadas por la secta aceptaban ofrecer servicios sexuales a empresarios ricos, artistas y hasta pol¨ªticos, seg¨²n la investigaci¨®n. A cambio, obten¨ªan puntos para ascender en una escala elaborada por el l¨ªder. En la punta de la pir¨¢mide estaba Percowicz, que se hac¨ªa llamar ¡°el ¨¢ngel¡± o ¡°el maestro¡±. El l¨ªder era el nivel siete de la organizaci¨®n, secundado por ¡°ap¨®stoles¡± (nivel seis), ¡°genios¡± (nivel cinco) y ¡°alumnos¡±, nivel cuatro. Para los ¡°humanos comunes¡± se dejaban los niveles inferiores. Seg¨²n se desprende de la acusaci¨®n, los integrantes de las escalas m¨¢s altas ten¨ªan a su cargo distintos emprendimientos que daban vida y, sobre todo, recursos a la organizaci¨®n.
Adem¨¢s del ¡°geishado¡±, como se llamaba al servicio de ofertas sexuales, hab¨ªa una maquinaria engrasada de captaci¨®n de recursos. Los ¡°alumnos¡± ced¨ªan sus bienes y pagaban cuotas de entre 250 y 10.000 d¨®lares al mes, seg¨²n su poder adquisitivo. Percowicz es un viejo conocido de la justicia argentina. En 1993 fue imputado por los mismos delitos que ahora lo han llevado a la c¨¢rcel, pero sali¨® limpio. Su expediente pas¨® por tres juzgados, gracias a los v¨ªnculos que el l¨ªder ten¨ªa con pol¨ªticos locales y organizaciones de derechos humanos internacionales. Las acusaciones contra la Escuela de Yoga, finalmente, quedaron en la nada. Casi 30 a?os despu¨¦s, la justicia ha vuelto a caer sobre Percowicz y sus c¨®mplices.
En el momento de su detenci¨®n, ten¨ªa en su poder m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares y casi un kilo de oro en lingotes. Los miembros de la banda se reparten entre Argentina y Estados Unidos. Seg¨²n un informe de la Polic¨ªa, ¡°las ganancias obtenidas de la explotaci¨®n de todas estas personas ¡ªalumnos y pacientes¡ª ingresar¨ªan al circuito legal mediante inmobiliarias y una escriban¨ªa, que tiene la organizaci¨®n en nuestro pa¨ªs, y distintas fundaciones creadas en los Estados Unidos, generando con ello un flujo constante de divisas extranjeras para dicha organizaci¨®n¡±.
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