El peronismo abraza la ¡°unidad en la diversidad¡± para evitar una cat¨¢strofe electoral
Las corrientes internas del partido que gobierna en Argentina declaran un alto el fuego como estrategia contra ¡°el retorno de la derecha¡±
El peronismo tiene el don de la supervivencia. Pese a los achaques de la edad -pronto cumplir¨¢ 80 a?os desde su primer triunfo electoral en Argentina-, reacciona cu¨¢ndo se percibe demasiado cerca del precipicio. Lo hizo en mayo de 2019, cuando Cristina Kirchner engendr¨® la candidatura de Alberto Fern¨¢ndez que venci¨® a Mauricio Macri con el 48% de los votos. Y lo hizo otra vez ahora. El jueves de la semana que pas¨®, el peronismo volvi¨® a juntarse tras un a?o de peleas internas. Fue, como hace cuatro a?os...
El peronismo tiene el don de la supervivencia. Pese a los achaques de la edad -pronto cumplir¨¢ 80 a?os desde su primer triunfo electoral en Argentina-, reacciona cu¨¢ndo se percibe demasiado cerca del precipicio. Lo hizo en mayo de 2019, cuando Cristina Kirchner engendr¨® la candidatura de Alberto Fern¨¢ndez que venci¨® a Mauricio Macri con el 48% de los votos. Y lo hizo otra vez ahora. El jueves de la semana que pas¨®, el peronismo volvi¨® a juntarse tras un a?o de peleas internas. Fue, como hace cuatro a?os, por pura necesidad. En octubre hay elecciones generales y las cosas no pintan bien para el partido de Gobierno. Mientras arrecia la crisis econ¨®mica, el presidente y su vice no se hablan. 33 dirigentes -entre ellos Alberto Fern¨¢ndez, pero no Kirchner -acordaron tras cinco horas de discusiones en la sede del partido unirse ¡°en la diversidad¡± para ¡°evitar el retorno de la derecha¡±. Es, al final del d¨ªa, lo que mejor saben hacer los herederos de Per¨®n: juntarse para ganar elecciones.
La coalici¨®n que gobierna Argentina se llama Frente de Todos. El ¡°todos¡± incluye a Kirchner y el kirchnerismo, a Alberto Fern¨¢ndez y al albertismo, y a Sergio Massa, ministro de Econom¨ªa, y el massismo. Pero la cosa no termina ah¨ª. En la bolsa tambi¨¦n hay gobernadores que buscan su propio espacio, sindicalistas poderosos y l¨ªderes de movimientos sociales. En diciembre pasado, horas despu¨¦s de ser condenada por corrupci¨®n a seis a?os de c¨¢rcel e inhabilitaci¨®n para ejercer cargos p¨²blicos, Kirchner anunci¨® en un video que declinaba cualquier aspiraci¨®n electoral. ¡°No ser¨¦ candidata a nada¡±, dijo. Su decisi¨®n abri¨® un agujero en la estrategia del Frente. Kirchner es la figura m¨¢s convocante del peronismo, aunque no tanto como para ganar en soledad. Sin Kirchner, Alberto Fern¨¢ndez, cuya popularidad no supera el 30%, vio una puerta abierta para su reelecci¨®n, en una carrera en la que tambi¨¦n participa Sergio Massa. El mapa, que parece simple, oculta un entramado complej¨ªsimo.
La reuni¨®n del jueves fue una especie de catarsis colectiva. El albertismo le reproch¨® al kirchnerismo que no lo deja gobernar. El kirchnerismo le achac¨® al presidente que ¡°se corta solo¡± y no escucha al grupo mayoritario de la coalici¨®n. El massismo advirti¨® que el ruido pol¨ªtico complica los esfuerzos de Massa por bajar la inflaci¨®n (que en 2022 se acerc¨® al 100%) y por cumplir con las metas de austeridad fiscal y acumulaci¨®n de reservas acordadas con el FMI hace un a?o. Massa hab¨ªa prometido un IPC menor al 4% en marzo, pero el 6% registrado en enero ya vuelve imposible cumplir con esa meta. Est¨¢ en veremos, incluso, que pueda cerrar 2023 con el 60% de inflaci¨®n que figura en el presupuesto aprobado por el Congreso.
¡°Ning¨²n mal resultado en un partido me va a sacar de la pelea en el campeonato por bajar la inflaci¨®n¡±, dijo Massa luego de la reuni¨®n. Si fracasa, sus aspiraciones presidenciales se esfuman. Y ah¨ª est¨¢ el presidente, expectante. Fern¨¢ndez demora todo lo que puede definir si ser¨¢ o no candidato, mientras el kirchnerismo le advierte que ni sue?e con un nuevo mandato. En el c¨®nclave se acord¨® al menos que habr¨¢ elecciones primarias (PASO) en agosto, como exige la ley, pero siempre que Fern¨¢ndez se baje. ¡°Pensamos que es muy dif¨ªcil que se realicen unas PASO contra el presidente¡±, dijo el ministro de Interior, Eduardo de Pedro, representante de Kirchner en la reuni¨®n del Frente de Todos. Una campa?a donde los candidatos critiquen la gesti¨®n debilitar¨ªa a¨²n m¨¢s a la Casa Rosada, piensan en el kirchnerismo.
?Y Cristina Kirchner? La vicepresidenta es, incluso en su debilidad, la figura m¨¢s convocante del peronismo. Pero sus problemas judiciales lastran cualquier estrategia pol¨ªtica. En el c¨®nclave peronista se resolvi¨® formar una comisi¨®n para convencerla de que sea candidata, ya sea a presidenta o a senadora por la provincia de Buenos Aires, su basti¨®n electoral. Alberto Fern¨¢ndez estuvo de acuerdo: suscribe a la tesis kirchnerista de que Cristina esta proscripta desde diciembre, cuando fue condenada por corrupci¨®n. Obtuvo, a cambio de su apoyo, la promesa de que el fuego amigo contra su gesti¨®n no ser¨¢ letal, como hasta ahora.
¡°Hubo un gran compromiso de todos los sectores de realizar un plan de acci¨®n para solicitarle a Cristina que revea su decisi¨®n¡± de no ser candidata, dijo el ministro De Pedro. El operativo clamor alcanzar¨¢ su c¨¦nit el 24 de marzo, durante las conmemoraciones por un nuevo aniversario del golpe militar de 1976. La propuesta apenas oculta una contradicci¨®n en el discurso oficial: Kirchner se dice proscripta, pero como la sentencia no est¨¢ firme, ni lo estar¨¢ en el corto plazo, no est¨¢ impedida de ser candidata.
La oposici¨®n, mientras tanto, mira los vaivenes de la Casa Rosada con el entusiasmo de quien ya se siente ganador. Pero esa misma convicci¨®n de triunfo ha recalentado m¨¢s de la cuenta su propia interna por elegir candidato. El expresidente Mauricio Macri mantiene el suspenso de su candidatura, mientras alimenta la pelea interna.
Esta semana se lanzar¨¢ a la carrera el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el centrista Horacio Rodr¨ªguez Larreta. Su decisi¨®n lo enfrenta a Macri y a los sectores m¨¢s a la derecha de Juntos por el Cambio, como se llama la coalici¨®n opositora. All¨ª est¨¢ a la espera Patricia Bullrich, exministra de Seguridad de Macri, mientras buscan su propio espacio los dirigentes de la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), partido centenario que supo ser el principal contrapeso del peronismo. Faltan ocho meses para las elecciones presidenciales en Argentina, una eternidad.
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