Viggo Mortensen: un hombre com¨²n recita poes¨ªa en el centro de Buenos Aires
El actor estadounidense, que vivi¨® de chico en Argentina, presenta su primer libro de poemas editado en el pa¨ªs y lee, junto a otros tres autores, su obra para el p¨²blico
Por un rato, pareci¨® que era posible hacer como si nada. Viggo Mortensen, de 64 a?os, subi¨® tercero entre los cuatro autores al escenario y se sent¨® en el tercer sill¨®n ¨Cdos grises y dos rojos; ¨¦l en uno gris¨C. El auditorio, lleno, aplaudi¨® sin apenas gritos ni aspaviento. Fue un aplauso fuerte, aunque de ninguna manera diferente ni inusualmente largo. Empez¨® a recitar la primera poeta, Gabriela Luzzi; continu¨® el segundo escritor, Jos¨¦ Villa; el tercero fue Mortensen, que, a diferencia de los otros dos, inici¨® a lee...
Por un rato, pareci¨® que era posible hacer como si nada. Viggo Mortensen, de 64 a?os, subi¨® tercero entre los cuatro autores al escenario y se sent¨® en el tercer sill¨®n ¨Cdos grises y dos rojos; ¨¦l en uno gris¨C. El auditorio, lleno, aplaudi¨® sin apenas gritos ni aspaviento. Fue un aplauso fuerte, aunque de ninguna manera diferente ni inusualmente largo. Empez¨® a recitar la primera poeta, Gabriela Luzzi; continu¨® el segundo escritor, Jos¨¦ Villa; el tercero fue Mortensen, que, a diferencia de los otros dos, inici¨® a leer sin decir nada antes:
¨CDespu¨¦s de intentar escribir poes¨ªa durante casi cincuenta a?os, concluyo que un poema es la flor de la mentira que son las palabras. Nunca alcanzan, no representan fielmente de lo que pienso o siento. Por ejemplo: El pelo de Mar¨ªa / en el avi¨®n rubio / azul de noche / siguiendo el mar.
Ley¨® de unas hojas sueltas tama?o A4 que tra¨ªa prensadas en un cuaderno rojo, m¨¢s peque?o que las p¨¢ginas. El texto que empieza as¨ª es El pelo de Mar¨ªa, de su m¨¢s reciente libro de poemas, Ramas para un nido, que el actor present¨® hace algunos d¨ªas en Bah¨ªa Blanca, una ciudad en el sur de la provincia de Buenos Aires; el domingo lo hizo en la capital. Ahora, este lunes, lo le¨ªa para dos centenares de personas en un escenario del Centro Cultural Borges, en el microcentro porte?o. El libro es el primero que el int¨¦rprete edita en Argentina y est¨¢ publicado por Ediciones Lux, que promueve la obra de autores contempor¨¢neos de Latinoam¨¦rica y tambi¨¦n de autores traducidos.
¡°Los poetas que hoy van a leer son poetas que integran nuestro cat¨¢logo, son amigos tambi¨¦n; alguno viene de lejos, como saben¡ Pero est¨¢ ¨ªntegramente integrado a nuestra poes¨ªa, lo consideramos un poeta argentino¡±, hab¨ªa dicho minutos antes de que empezara la lectura el editor Gustavo L¨®pez sobre la presencia de Mortensen. El actor estaba all¨ª sentado, siendo en el escenario lo que una superestrella no suele ser. Estaba vestido con zapatillas urbanas, jean claro, camisa color azul y una remera debajo de la camisa que bromeaba con una hipot¨¦tica candidatura a las elecciones estadounidenses de Frodo y Sam, personajes de la trilog¨ªa El se?or de los anillos, de Peter Jackson, que lo consolid¨® a ¨¦l, en el papel de Aragorn, como una estrella planetaria.
Cuando Mortensen termin¨® de leer su primer texto continu¨® la poeta Gabriela Bejerman, que recit¨® de pie y de memoria. La lectura sigui¨® girando entre los cuatro. Volvi¨® a leer Luzzi y despu¨¦s Villa y despu¨¦s Mortensen.
En la tercera ronda, el actor intervino por primera vez para agradecer a los otros poetas y dedicar el pr¨®ximo texto al club de f¨²tbol Hurac¨¢n. Hurac¨¢n es el cl¨¢sico rival de San Lorenzo, el equipo argentino que Mortensen lleva tatuado en el brazo derecho. ¡°No es de mala leche, para nada¡±, aclar¨® antes de empezar a leer el actor, que habla espa?ol perfectamente, y continu¨®: ¡°Quiero que le gane a Boca, quiero que el primo del barrio se quede en primera. Porque si no, ?qu¨¦ hacemos?¡±. Sus deseos no se cumplieron esa noche y Boca venci¨® 1-0.
¨CEl desencanto / tiene palco / en lo alto / de la pieza / en la sombra / donde duermen / las moscas¨C, comenz¨® a leer.
Ese texto, La lapicera de Pavese, es un ¡°largo poema sobre el infierno personal de los ¨²ltimos d¨ªas de [Cesare] Pavese¡±, el escritor italiano que se suicid¨® en 1950. El argentino Fabi¨¢n Casas lo define as¨ª en el pr¨®logo del libro. All¨ª Casas narra la alegr¨ªa que le causaba recibir postales del actor, su amigo, durante la pandemia: ¡°Eran, por ejemplo, un rect¨¢ngulo largo de papel brilloso, con forma de se?alador que del otro lado en vez de un paisaje hab¨ªa s¨®lo el nombre de una marca de yerba¡±. Un d¨ªa, adem¨¢s, le lleg¨® una encomienda con los poemas que hac¨ªan un libro y que es este que se termin¨® de imprimir en junio de este a?o.
¡°Nunca confundo la amistad con lo que leo, a veces mis amigos escriben cosas que me parecen mierda y si me piden mi opini¨®n se las doy¡±, escribe Casas en el pr¨®logo. Pero la poes¨ªa de Mortensen le pareci¨® ¡°tan incre¨ªble¡±: ¡°Los poemas (¡), escritos en diferentes ¨¦pocas y fechados al pie, me sacudieron¡±. El proyecto empez¨® a tomar forma de libro a partir de 2017, cuenta por tel¨¦fono Gustavo L¨®pez, que trabaja con Mortensen desde hace 20 a?os. ¡°Fuimos juntando poemas y corrigi¨¦ndolos. Viggo hizo un trabajo muy dedicado sobre cada texto. Fue todo muy relajado, en los tiempos que ¨¦l pod¨ªa¡±, agrega. En junio, la editorial bahiense hizo la primera tirada, de 1.000 ejemplares.
No es el primer libro de poes¨ªas de Mortensen ¨CTen Last Night (1993), Canciones de invierno (2010), Eudaimonia (2021), entre otros¨C, pero es el primero que se edita en Argentina, el pa¨ªs al que lleg¨® con su familia a los 11 a?os. Su padre vino a trabajar a Chaco, en el norte del pa¨ªs, y cuando el matrimonio se separ¨® los ni?os volvieron con la madre a Nueva York. De Mortensen se dice que es discreto, sensible y polifac¨¦tico. Adem¨¢s de actor ¨Cha sido nominado a tres Oscar por Promesas peligrosas (2007), Capit¨¢n Fant¨¢stico (2016) y Green Book (2018)¨C y poeta, es editor, fot¨®grafo, pintor, compositor de m¨²sica... Fund¨® su propia editorial en 2002 y en 2020 dirigi¨® su primera pel¨ªcula, Falling, que tambi¨¦n escribi¨®, produjo y protagoniz¨®.
El auditorio sigui¨® volcado en las lecturas, aplaudiendo a todos los autores por igual, sin mayores demostraciones de fanatismo que alg¨²n ¡°?Vamos, Viggo!¡±. La poeta Gabriela Bejerman empez¨® a romper la ilusi¨®n de normalidad casi al final cuando reescribi¨® de forma espont¨¢nea la letra de un texto que estaba recitando. ¡°S¨¦ que tu s¨¦quito es este, Viggo¡±, dijo y anim¨® al p¨²blico a completar el verso con la l¨®gica del resto del poema. ¡°S¨¦ que s¨ª, s¨¦ que s¨ª¡±, respondi¨® el auditorio al un¨ªsono. La poeta Gabriela Luzzi volvi¨® a ponerlo en primer plano, minutos despu¨¦s, cuando tom¨® el micr¨®fono y le pidi¨®: ¡°?Cu¨¢ndo llegaste, Viggo? Ya que estamos todos ac¨¢, contanos¡±. El actor respondi¨® que hac¨ªa 15 d¨ªas, que hab¨ªa estado en Bah¨ªa Blanca y en Buenos Aires. E hicieron una rueda m¨¢s de lecturas.
Al final ya fue imposible hacer como si nada. La fila que se form¨® para la firma de ejemplares tras el evento daba la vuelta en el segundo piso del centro cultural con nombre de escritor argentino. La mayor¨ªa hab¨ªa comprado su ejemplar, que cuesta 5.000 pesos argentinos, unos 20 d¨®lares en el cambio oficial, al salir de la sala. Hab¨ªa fans disfrazados como hobbits, madres que se disputaban con su hijo la propiedad de un libro autografiado, ilusionados, nerviosos, irrespetuosos, t¨ªmidos¡ Tambi¨¦n un trabajador de la Parroquia Padre Lorenzo Massa, que le hab¨ªa tra¨ªdo al actor una gorra y una estampita. Mortensen ayud¨® a financiar esa parroquia, que lleva el nombre del fundador del club de sus pasiones. En la estampita, m¨¢s poes¨ªa: ¡°Cae la tarde en Almagro / se ceba el ¨²ltimo mate en Boedo / El cielo es azulgrana / mosaico de esperanzas¡±.
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