Javier Milei abandona la motosierra y activa el ¡®plan seducci¨®n¡¯
El candidato ultra a la presidencia de Argentina modera su mensaje para pedir el voto a aquellos dirigentes que trat¨® de asesinos y ladrones durante la campa?a de la primera vuelta
Un cambio ya se ha iniciado en Argentina, y no porque haya asumido un nuevo Gobierno. Javier Milei, el candidato ultra que encandil¨® a millones de argentinos con sus llamados a ¡°exterminar a toda la casta pol¨ªtica¡±, ha iniciado la r¨¢pida reconstrucci¨®n de los puentes que derrib¨® con furia durante la campa?a para la primera vuelta. ...
Un cambio ya se ha iniciado en Argentina, y no porque haya asumido un nuevo Gobierno. Javier Milei, el candidato ultra que encandil¨® a millones de argentinos con sus llamados a ¡°exterminar a toda la casta pol¨ªtica¡±, ha iniciado la r¨¢pida reconstrucci¨®n de los puentes que derrib¨® con furia durante la campa?a para la primera vuelta. Segundo en las elecciones del domingo con el 30% de los votos, a seis puntos del peronista Sergio Massa, lleva desde la misma noche electoral bajando los decibeles de su verba incendiaria. Necesitado de votos para vencer a Massa en la segunda vuelta del 19 de noviembre, El Le¨®n, como se hace llamar Milei, ya no muestra los dientes.
Su nueva estrategia de seducci¨®n se inici¨® con Patricia Bullrich, la conservadora que qued¨® tercera y a la que durante el debate presidencial acus¨® de ¡°montonera tirabombas¡± por su pasado en la guerrilla peronista Montoneros. El nuevo Milei alcanz¨® el paroxismo este martes, cuando ofreci¨® un ministerio a la izquierda tradicional, la misma a la que acusaba con los ojos en llamas de ser ¡°mugres¡±, ¡°escoria¡± y ¡°zurdos de mierda¡±.
El domingo por la noche, Milei debi¨® enfrentar a cientos de seguidores que esperaban un claro primer lugar. Dej¨® debajo del escenario la motosierra, s¨ªmbolo de sus promesas de destrucci¨®n total de todo lo establecido, y no habl¨® de acabar con la ¡°casta pol¨ªtica¡±, sino con el peronismo kirchnerista. La derecha y la izquierda tradicionales quedaron de un plumazo fuera de la larga lista de enemigos de la patria. ¡°Vengo a dar por terminado el proceso de ataques y hacer tabula rasa para terminar con el kirchnerismo. M¨¢s all¨¢ de nuestras diferencias, tenemos que entender que enfrente tenemos una organizaci¨®n criminal¡±, dijo, refiri¨¦ndose al actual Gobierno.
Milei recorri¨® luego radios y canales de televisi¨®n ofreciendo cargos a sus enemigos de ayer. Hace menos de un mes, Bullrich, exministra de Seguridad del presidente Mauricio Macri, era una terrorista que hab¨ªa ¡°colocado bombas en los jardines de infantes¡±. La acusaci¨®n le gan¨® al candidato una denuncia penal promovida por la aludida. El lunes, sin embargo, dijo que Bullrich hab¨ªa hecho una excelente gesti¨®n como ministra y le ofreci¨® sumarla a un eventual Gobierno de ultraderecha. ¡°Si ella quiere, c¨®mo le voy a decir que no¡±, dijo. Que Bullrich acepte el convite no es descabellado. Los coqueteos del macrismo con Milei comenzaron antes de las elecciones, sobre todo por decisi¨®n de Macri.
El expresidente vio, con acierto, que Milei le quitaba votos a su coalici¨®n, Juntos por el Cambio, y adelant¨® que su partido, el Pro, deb¨ªa apoyar en el futuro Congreso las leyes que estuviesen a tono con los ideales liberales del movimiento. La oferta de Macri cay¨® muy mal entre los socios moderados de Juntos por el Cambio, y ahora en la derrota se acelera la posibilidad de una ruptura.
Milei, al igual que Massa, ha salido a la caza de los 6,2 millones de votos de Juntos por el Cambio. El ultra sol¨ªa llamarlos ¡°Juntos por el cargo¡±, y ahora estudia la forma m¨¢s elegante de tragarse sus palabras sin perder la compostura. La metamorfosis tiene sus riesgos: no est¨¢ claro hasta d¨®nde sus votantes, casi ocho millones de personas, le perdonar¨¢n que ahora abra la mano a aquellos que trat¨® de ladrones, terroristas y asesinos.
La nueva estrategia de campa?a de Milei es que solo la unidad ¡°de los defensores de la libertad¡± podr¨¢ sacar del poder al kirchnerismo. Y el expresidente Macri es la figura en la que conf¨ªa para sumar votos. ¡°Con Macri entendemos el riesgo de la continuidad del kirchnerismo en alguien tan h¨¢bil y perverso como Sergio Massa. Si estoy dispuesto a abrir el di¨¢logo para que terminemos con el kirchnerismo, la elecci¨®n es muy f¨¢cil. ?Se quieren quedar discutiendo lo que pas¨® en la campa?a o damos vuelta a la hoja y sacamos a los kirchneristas del poder?¡±, dijo.
Desde el macrismo no descartan aceptar, finalmente, alg¨²n tipo de acuerdo con Milei, aunque ello suponga romper con los sectores moderados de la coalici¨®n que integran. Federico Angelini, diputado y vicepresidente del Pro, dijo este martes que bastar¨¢ con que Milei pida disculpas a Bullrich para dar por terminado el asunto de las bombas contra ni?os. ¡°Lo personal tiene que estar por debajo del inter¨¦s general, que es que Argentina salga adelante¡±, dijo Angelini.
La invitaci¨®n de Milei alcanza a Macri, pero no al resto de sus socios radicales de Juntos por el Cambio. El ultra tiene un odio visceral hacia los herederos del presidente Ra¨²l Alfons¨ªn (1983-1999), a los que acusa de haber traicionado a Bullrich votando por Massa el domingo pasado.
No piensa lo mismo de la izquierda, al menos ahora que necesita sus 700.000 votos. Durante el ¨²ltimo debate de candidatos los acus¨® de defender el comunismo, ¡°una ideolog¨ªa que mat¨® a 100 millones de personas¡±. ¡°Con los zurdos de mierda no hay que negociar nada de nada¡±, repet¨ªa el ultra en las redes sociales. Este martes les ofreci¨® un eventual Ministerio de Capital Humano, con el que piensa terminar con los actuales de Educaci¨®n, Salud, Trabajo y Desarrollo Social. ¡°Las personas de izquierda son las que m¨¢s saben¡± sobre capital humano, dijo Milei. En cualquier caso, su campa?a ya no habla de aniquilar a toda la casta pol¨ªtica, dinamitar el banco central, dolarizar la econom¨ªa y legalizar la portaci¨®n de armas. La nueva batalla que ofrece a sus votantes es ¡°libertad versus kirchnerismo¡±.
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