Los votos de Patricia Bullrich, territorio de disputa en Argentina
Los 6,2 millones de personas que votaron por la candidata conservadora en la primera vuelta son la llave del triunfo del peronista Massa o del ultra Milei en el segundo turno de noviembre
La segunda vuelta electoral del 19 de noviembre en Argentina ser¨¢ una pelea voto a voto. El peronista Sergio Massa, ganador del primer turno, y el ultra Javier Milei, el segundo en discordia, ya salieron de pesca. El bot¨ªn m¨¢s preciado le pertenece a Patricia Bullrich, la candidata conservadora de la alianza Juntos por el Cambio, la misma que en 2015 llev¨® al poder a Mauricio Macri. La exministra de Seguridad obtuvo 6,2 millones de votos que pueden ser la clave de un triunfo. Sus votantes no conforman un bloque homog¨¦neo, producto del origen variopinto de los partidos que integran la alianza conservadora. Tanto Massa como Milei utilizaron los discursos de la noche electoral para pedir su apoyo. Tienen por delante cuatro semanas para convencerlos.
En los votos de Juntos por el Cambio hay un n¨²cleo duro y mayoritario que sale del Pro, el partido que Macri fund¨® en 2005 como plataforma para gobernar la ciudad de Buenos Aires y m¨¢s tarde la presidencia. Sus integrantes se consideran republicanos y liberales, pero lo que realmente los une es un odio com¨²n hacia el peronismo, mucho m¨¢s si se trata de su versi¨®n kirchnerista. El segundo grupo de votantes sale de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, la UCR. Fundado en 1891, fue el primer partido de masas de Argentina. A partir de la d¨¦cada del cuarenta, la pol¨ªtica nacional se estructur¨® a partir de la relaci¨®n dial¨¦ctica que los radicales mantuvieron con el peronismo.
El protagonismo de los radicales alcanz¨® su cenit en 1983, con Ra¨²l Alfons¨ªn y la transici¨®n democr¨¢tica, y se apag¨® el d¨ªa que otro presidente del partido, Fernando de la R¨²a, abandon¨® el poder anticipadamente en 2001, durante la crisis del corralito. La UCR nunca perdi¨® control territorial, pero a nivel nacional qued¨® reducido a un ap¨¦ndice del Pro en Juntos con el Cambio. Su votante es antiperonista, pero sin fanatismo.
Massa fue a por ellos el mismo domingo por la noche. ¡°Quiero hablarles a esos miles de radicales que comparten con nosotros valores democr¨¢ticos como la educaci¨®n p¨²blica y la independencia de poderes. Voy a hacer el mayor de los esfuerzos en los pr¨®ximos 30 d¨ªas para ganarme su confianza¡±, les dijo. Milei, en cambio, simplemente detesta a los radicales. Hizo campa?a insult¨¢ndolos y el lunes los acus¨® sin matices de traicionar a Bullrich. ¡°Subi¨® el voto de Massa y baj¨® el de Bullrich. Ah¨ª est¨¢ claro qui¨¦nes son los que traicionaron¡± a la alianza, dijo el candidato ultra.
?Por qu¨¦ Milei se da el lujo de despreciar a los radicales? ¡°Porque cree que ese voto ya se fue con Massa. Y que los seis millones de votos que se quedaron con Bullrich es el [voto] m¨¢s puro y duro, y, por lo tanto, m¨¢s cercano a quedarse con ¨¦l¡±, dice Sergio Morresi, catedr¨¢tico de la Universidad Nacional del Litoral. ¡°El asunto es si realmente es cierto que los radicales ya votaron por Massa, porque Milei no tiene gente estudiando ese fen¨®meno con datos emp¨ªricos; por ahora es nada m¨¢s que una impresi¨®n¡±, explica.
Si Massa tiene m¨¢s chances de sumar esos votos, Milei podr¨¢ quedarse con buena parte de los seguidores del Pro, un partido que ¡°se declara muy republicano, pero que es ante todo profundamente antiperonista y antikirchnerista¡±, dice Morresi. Este sentimiento es m¨¢s fuerte que los llamados de Milei a dinamitar todo el sistema pol¨ªtico, legalizar la venta de ¨®rganos o cerrar los ministerios de Educaci¨®n y Salud.
Eduardo Fidanza, director de la consultora Poliarqu¨ªa, coincide en que el voto de Juntos por el Cambio se dividir¨¢ entre Milei y Massa, pero advierte que es pronto para saber en qu¨¦ proporci¨®n. ¡°Tanto los radicales como el sector moderado del Pro no estar¨ªan dispuestos a votar a Milei¡±, dice, ¡°pero indudablemente se llevar¨¢ una parte, la de los votantes duros de Macri y de todos aquellos que aborrecen al kirchnerismo, que son muchos¡±. La migraci¨®n hacia Massa ¡°ser¨¢ m¨¢s encubierta, como sucede con los votos vergonzantes¡±, agrega.
En cualquier caso, si Milei logra quedarse con los 6,2 millones de votos de Bullrich tendr¨¢ suficiente para ganar la segunda vuelta. Por ahora no parece posible. Podr¨¢ completar la grilla con parte de los 1,7 millones de votos que obtuvo el gobernador de C¨®rdoba, Juan Schiaretti, un peronista profundamente antikirchnerista que en alg¨²n momento coquete¨® con su ingreso a Juntos por el Cambio. Massa podr¨¢ compensar con los 700.000 votos de la izquierda tradicional, que en la primera vuelta fueron a parar a la candidata Myriam Bregman.
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