Muere Tula, el hincha argentino m¨¢s fiel
Carlos Pascual, que falleci¨® a los 83 a?os, no era un simpatizante cualquiera. Reconocido por la FIFA, siempre viajaba con un bombo que ten¨ªa una doble inscripci¨®n: el nombre de su pa¨ªs y el de Per¨®n
Hay personas que son m¨¢s conocidas por su apodo que por su nombre y por un objeto que por sus caracter¨ªsticas. Si alguien preguntara en Argentina por Carlos Pascual, nadie sabr¨ªa qu¨¦ responder: ser¨ªa un completo an¨®nimo. En cambio si la consulta fuera por el Tula, la reacci¨®n ser¨ªa mayoritariamente inmediata: un famoso hincha de f¨²tbol, en especial de la selecci¨®n argentina, pero tampoco un simpatizante cualquiera sino uno que siempre viajaba con un b...
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Hay personas que son m¨¢s conocidas por su apodo que por su nombre y por un objeto que por sus caracter¨ªsticas. Si alguien preguntara en Argentina por Carlos Pascual, nadie sabr¨ªa qu¨¦ responder: ser¨ªa un completo an¨®nimo. En cambio si la consulta fuera por el Tula, la reacci¨®n ser¨ªa mayoritariamente inmediata: un famoso hincha de f¨²tbol, en especial de la selecci¨®n argentina, pero tampoco un simpatizante cualquiera sino uno que siempre viajaba con un bombo como una extensi¨®n de su cuerpo y de su aliento, al punto que el Tula sin el bombo no habr¨ªa sido el Tula.
En un pa¨ªs que hace de las tribunas de los estadios un lugar de culto, casi de orgullo nacional, su figura adquiri¨® una importancia especial porque fue el pionero en hacerse notar: fue el primer hincha que acompa?¨® a la selecci¨®n argentina en los Mundiales, el de Alemania Federal 1974, y no dej¨® de hacerlo hasta su decimotercera Copa del Mundo, en Qatar 2022, ya con 82 a?os y en sillas de ruedas, militancia que llev¨® a la FIFA, en enero de 2023, a concederle el premio The Best en representaci¨®n a la mejor hinchada del a?o anterior. Ya de 83, e internado desde hac¨ªa una semana, el Maradona o el Messi de los bombos muri¨® este mi¨¦rcoles en Buenos Aires.
Tula, en verdad, empez¨® a acompa?ar a su equipo, Rosario Central. Una foto publicada por la revista El Gr¨¢fico, en 1971, lo muestra en el estadio Nacional de Per¨² siguiendo a los canallas en un partido contra Universitario de Lima por la Copa Libertadores. ¡°El hombre del bombo: desde los siete a?os sigue a Central. Hoy cuenta 27 y siempre se acompa?a con su bombo. Se llama Carlos Tula y el instrumento se lo regal¨® hace seis a?os Boerio (en referencia a Adolfo, expresidente de Central). Contra la ¡®U¡¯ no lo quisieron dejar entrar a la cancha. Finalmente pudo hacerlo y el p¨²blico rosarino lo trat¨® con toda correcci¨®n¡±, informaba el ep¨ªgrafe.
Los bombos de Tula fueron evolucionando y pasaron a tener, adem¨¢s de los colores de Central, el escudo del Partido Justicialista, el movimiento pol¨ªtico de Juan Domingo Per¨®n. Seg¨²n cont¨® el propio hincha, tambi¨¦n en 1971 conoci¨® al l¨ªder durante su exilio en Madrid, a la espera del regreso a la Casa Rosada para su tercera presidencia: Per¨®n le regal¨® un nuevo instrumento que Tula empez¨® a usar para la selecci¨®n. En lo que suele conocerse como el primer hincha que viaj¨® desde Argentina a un Mundial, el de Alemania Federal 1974, Tula se mostr¨® junto a los jugadores y en las tribunas con un bombo con una doble inscripci¨®n, Argentina y Per¨®n ¡ªque fallecer¨ªa durante el torneo¡ª. Tambi¨¦n fue el inicio de una postal moderna: la presencia de la hinchada albiceleste, muchas veces con integrantes de barras bravas, en las Copas del Mundo.
Por motivos no aclarados, tal vez discusiones internas o su repentina cercan¨ªa a la militancia pol¨ªtica ¡ªaunque nunca ocupar¨ªa ning¨²n cargo del Estado¡ª, Tula qued¨® apartado de la hinchada de Central e intent¨® acercarse a las de otros equipos. Una noche de 1974 entr¨®, siempre con su bombo, a la cancha de Independiente para un partido de la Copa Libertadores contra Pe?arol de Uruguay. A los integrantes de la barra local, sin embargo, no les gust¨® su presencia y le pidieron que se fuera: incluso pensaron en quitarle su bombo, ya toda una referencia. Pero aunque ya no tuviera pertenencia a ning¨²n equipo, Tula nunca dejar¨ªa de viajar a los Mundiales ¡ªmuchas veces financiado por la pol¨ªtica, otras por su cuenta¡ª ni de aparecer en m¨ªtines peronistas.
Tula, al que nunca se le conocieron actos de violencia ¡ªsiempre m¨¢s folcl¨®rico y querido por los hinchas que parte de una banda criminal¡ª, tambi¨¦n gan¨® relevancia por el contexto: pocos a?os despu¨¦s, las barras empezar¨ªan a ganar mayor protagonismo y lo har¨ªan con los bombos y las banderas como parte de su referencia. Si hasta Alemania Federal 1974 la movilizaci¨®n de los hinchas a los Mundiales jugados en otros pa¨ªses hab¨ªa sido marginal ¡ªsalvo para la final en Uruguay 1930, para la que miles de argentinos cruzaron el R¨ªo de la Plata¡ª, tras Argentina 1978 comenzaron los viajes de grupos organizados. Aunque las barras nacieron en la d¨¦cada del 60 y crecieron en los 70, fue en los 80 cuando se consolidaron y empezaron a usar armas de fuego, tejieron pactos con los pol¨ªticos, ampliaron sus negocios, hicieron de la extorsi¨®n su m¨¦todo preferido, y se tornaron incontrolables.
Si bien la guerra de las Malvinas frustr¨® la iniciativa para Espa?a 1982, 2.000 argentinos presenciaron en M¨¦xico 86 la haza?a maradoniana contra Inglaterra en el Azteca: adem¨¢s de un pu?ado de barrabravas, tambi¨¦n estuvo el Tula, por su cuenta y con el bombo. El paisaje de Italia 90 fue similar, con barras de alto perfil entre la escasa cantidad de hinchas que eludi¨® la hiperinflaci¨®n de los meses iniciales del gobierno de Carlos Menem, hasta que un mundo cada vez m¨¢s conectado y las bondades iniciales del plan de convertibilidad -antes de su estallido- habilitaron a los primeros viajeros masivos a partir de la d¨¦cada del 90. Desde Estados Unidos 1994, y con la ¨²nica excepci¨®n de Corea del Sur-Jap¨®n 2002 por el corralito, la presencia de miles de hinchas argentinos en los Mundiales se hizo una postal habitual, tambi¨¦n en Francia 1998, Alemania 2006, Sud¨¢frica 2010, Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022.
Aunque m¨¢s camuflado entre los cientos o miles de hinchas argentinos, Tula tambi¨¦n fue una especie de creador del club de simpatizantes ¡°solitarios¡± en los Mundiales: en Espa?a 1982 se hizo famoso el local Manuel C¨¢ceres, m¨¢s conocido como ¡°Manolo el del Bombo¡±, y en Italia 1990 Gustavo Llanos, el ¡°Cole¡± de Colombia ¨Ccon plumas, sin bombo-, ambos en cierta forma imitadores o continuadores del Tula.
En enero de 2023, para recibir al premio The Best, la FIFA eligi¨® al Tula como representante de la hinchada argentina, la ganadora del a?o anterior por su apoyo a la selecci¨®n campeona del mundo en Qatar 2022. Cuando el viejo hincha subi¨® al escenario de la gala en Par¨ªs, muchos de los hombres de traje que ocupaban las butacas del teatro se rieron del instrumento y del aspecto del referente de las tribunas en los Mundiales desde Alemania Federal 1974, como si fuese un marciano en ese tipo de veladas. El Tula era un hombre de los estadios. Pero siempre con su bombo.
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