La consagraci¨®n de Zidane
Los goles de Suker con pleno empeine, la astucia de Frank de Boer tirando la l¨ªnea, la garra de Simeone, la tragedia de Beckham, las mejores horas de Owen, y, al cabo del trayecto, el duelo fren¨¦tico entre dos amigos, Ronaldo y Zidane, frente a frente en el tapete de Par¨ªs. El Mundial de Francia 1998 ser¨¢ recordado por un pu?ado de obras de arte del balompi¨¦ pero nunca por el predominio del f¨²tbol sobre la fuerza. En la final de Saint Denis, en un estadio futurista que caus¨® sensaci¨®n, ganaron los m¨¢s poderosos. El triunfo de Francia fue la consagraci¨®n del estilo atl¨¦tico, representado por el escuadr¨®n de Blanc y Deschamps. Una rueda de acero a la que se pleg¨® el poeta, el gran Zidane, para liquidar el campeonato con sus maneras menos l¨ªricas: a cabezazos.
ENTREVISTA A HIERRO |
Internacional con Espa?a en los Mundiales de 1994, 1998 y 2002
?"Cuando se declaraba un incendio, Ra¨²l siempre estaba en el fuego¡±
Hace falta valor para hablar de ciertas cosas. Fernando Hierro (M¨¢laga, 1968) siempre pens¨® que los capitanes deb¨ªan identificarse p¨²blicamente despu¨¦s de las derrotas, dando explicaciones y ofreci¨¦ndose a la masa en una especie de rito sacrificial. El legendario jugador del Madrid y la selecci¨®n espa?ola era un tipo de l¨ªder que hoy se ve poco: le atra¨ªa tanto la idea de mandar como la de hacerse responsable de los eventuales fracasos. Algo de eso le sucede cuando evoca el Mundial de Francia, esas dos semanas malditas, esa cadena de decepciones, de fatalidades que nublaron esa parte de la historia del f¨²tbol espa?ol.
Pregunta. ?C¨®mo afront¨® aqu¨¦l torneo?
Respuesta. Yo pensaba que, con la mezcla de nuestra generaci¨®n y la nueva, ¨ªbamos a hacer un gran Mundial. Era una selecci¨®n muy aceptada por todo el mundo. Por los que respaldaban el f¨²tbol de Clemente y por los que daban la bienvenida a los j¨®venes que pod¨ªan aportar m¨¢s ¡®talento¡¯ y hacernos menos ¡®brutos¡¯.
P. ?En qu¨¦ cambi¨® el juego desde entonces?
R. En los 90 el f¨²tbol era otra cosa. Si analizas c¨®mo se desarroll¨® aquel Mundial entiendes que era un f¨²tbol muy f¨ªsico, muy cerrado. No se hac¨ªa el f¨²tbol de hoy, de posesi¨®n, de hacerte da?o con el bal¨®n. Se encaminaba al choque, al bal¨®n parado, se hac¨ªa mucha marca al hombre, y luego se a?ad¨ªan unas gotas de calidad. Quiz¨¢s las excepciones fueron Croacia y Holanda, que jugaban fant¨¢stico. Holanda jug¨® con su personalidad de siempre, con un f¨²tbol alegre, con los extremos muy abiertos, con los De Boer marcando los ritmos atr¨¢s y con aqu¨¦l maravilloso Bergkamp en punta. La sorpresa fue Croacia. Un soplo de aire fresco lleno de jugadores con una progresi¨®n extraordinaria: Stanic, Jarni, Bilic, Simunic¡ Le hicieron pasar a Francia una gran dificultad en las semifinales.
P. ?Qu¨¦ recuerda del equipo franc¨¦s?
R. El mejor partido de Francia fue la final. Lo hicieron extraordinariamente bien. Mi debilidad era Blanc: jugaba al f¨²tbol con mucha jerarqu¨ªa y personalidad. Dessailly era un animal competitivo, Lisarazu era un ida y vuelta, y Thuram nos sorprendi¨® con ese recorrido y ese desborde por el lateral derecho. Luego ten¨ªan a Deschamps, Petit, Karembeu, Dugarry, Givarch. Era un equipo f¨ªsico, maduro y muy experto. Eran dur¨ªsimos. A bal¨®n parado eran una barbaridad. Y luego ten¨ªan un mago que se sacaba de la chistera cualquier cosa. ?l solo. Apareci¨® Zidane¡ ?y se termin¨® el Mundial!
P. ?Por qu¨¦ hab¨ªa tanta obsesi¨®n por la fortaleza atl¨¦tica?
R. No se hab¨ªa producido el cambio de los chiquitillos. Antes entend¨ªamos que para contrarrestar un poder f¨ªsico hab¨ªa que meterle m¨¢s f¨ªsico. Afortunadamente ha aparecido otra forma de contrarrestar eso. El planteamiento era: ¡®T¨² pones tu f¨ªsico y yo el m¨ªo, y a ver qui¨¦n puede m¨¢s con los jugadores de calidad que tengamos¡¯. Los m¨¢s peque?os de nuestra selecci¨®n eran Sergi y Ferrer y Ra¨²l. Los dem¨¢s ¨¦ramos m¨¢s corpulentos. Hac¨ªamos una mezcla.
P. Espa?a perdi¨® el primer partido contra Nigeria y ah¨ª comenz¨® a precipitarse todo. ?C¨®mo se explic¨® la derrota?
R. Llegamos al hotel, que estaba a una hora y pico de camino. A las dos o tres de la ma?ana, despu¨¦s de cenar, llegamos a la habitaci¨®n y estaban empezando a repetir nuestro partido. Dorm¨ªamos con Rafa Alkorta y nos lo tragamos entero. Y una vez que termin¨® dijimos: ¡®?Era imposible que perdi¨¦ramos este partido!¡¯. Hicimos unos primeros 25 minutos primorosos. Nos pusimos 1-0 pero encajamos un gol a bal¨®n parado (?nosotros que defend¨ªamos tan bien esas jugadas!) y otro de tiro desde fuera del ¨¢rea. Nos empataron y en el inicio de la segunda parte nos volvimos a poner 2-1. Pero en cinco minutos nos metieron dos goles. Dec¨ªamos: ¡®?Qu¨¦ ha pasado aqu¨ª? ?Qu¨¦ ha pasado?¡¯.
P. Usted meti¨® el 1-0 de falta.
R. La toqu¨¦ por encima de la barrera y Alfonso la roz¨® medio con el culo. Hab¨ªa visto a Rufai que se mov¨ªa mucho. Era muy inquieto dentro de la porter¨ªa en el bal¨®n parado. ?l hace una cosa muy rara. Tapa su palo derecho y a la vez se mete en el medio. Me da que pensar que a nada que se moviera un poco si lo met¨ªa en su palo ten¨ªa la posibilidad de marcar. Cuando nos pusimos 1-0 fue la confirmaci¨®n de que el equipo estaba jugando bien. Dices: ¡®Bueno ?ya est¨¢! ?Estamos bien!¡¯. Pero te tocan el ¨¢rbol y en dos minutos se te cae todo. Pum-pum, 3-2. Y sali¨® a relucir el partidazo de Okocha, y nosotros tuvimos que ir a buscar el partido arriba, y ellos se encontraron c¨®modos con espacios, en donde destaca el f¨ªsico del jugador africano.
P. En el 2-1 usted recibe de Alkorta en el medio del campo, se gira, da dos pasos y le mete el bal¨®n a Ra¨²l a 50 metros. El mejor gol de Espa?a en Francia.
R. Con Ra¨²l no necesit¨¢bamos mirarnos. ?l y yo ten¨ªamos un c¨®digo no escrito. Cuando me tiraba el desmarque en profundidad es que ven¨ªa en corto, y cuando me tiraba el desmarque de apoyo es que iba a romper en segunda l¨ªnea. Lo ten¨ªamos muy coordinado. Yo sab¨ªa que si ¨¦l se iba corriendo lejos era porque iba a venir a recibir cerca, y al contrario. Amagaba el desmarque de apoyo, llamaba la atenci¨®n del defensa para que viniese, lo enga?aba, y luego se iba en profundidad. Y yo sab¨ªa que ese bal¨®n iba a llegar a su destinatario. ?Nos conoc¨ªamos mucho!
P. ?Conoci¨® a un delantero que comprendiera mejor los partidos?
R. Lo de Ra¨²l era innato. Primero porque lo trae de f¨¢brica, segundo porque es un conocedor, un estudioso. Y tercero porque se daba cuenta de lo que pod¨ªa pasar, se adelantaba. Sab¨ªa que las cosas pasar¨ªan un segundo antes y sab¨ªa por qu¨¦. Sab¨ªa si el portero sal¨ªa m¨¢s o menos, si se le hac¨ªa m¨¢s da?o por arriba que por abajo, si el defensa no anticipaba, si iba a su espalda, si ten¨ªa que recibir m¨¢s o menos¡ ?l a los diez minutos de partido descubr¨ªa por d¨®nde se pod¨ªa hacer da?o al rival. Entend¨ªa el f¨²tbol. Eso est¨¢ por encima de la t¨¢ctica. En aqu¨¦l tiempo no ten¨ªamos tanto ¡®scouting¡¯. Ra¨²l era un loco del f¨²tbol, de ver v¨ªdeos y partidos. Y luego ten¨ªa una cosa que se tiene o no se tiene: cuando se declaraba un incendio ¨¦l siempre estaba en el fuego.
P. Clemente hizo cinco cambios en el siguiente partido contra Paraguay. ?Tan mal vio al equipo?
R. Entraron Aguilera, Pizzi, Amor, Donato¡ Paraguay no ten¨ªa nada que ver con Nigeria. Las condiciones eran distintas. Ten¨ªamos que ir por afuera. Yo en la segunda parte jugu¨¦ de central, cosa que con Javi [Clemente] no hab¨ªa hecho casi nunca. Ten¨ªamos que buscar todo el arsenal posible con Aguilera y Etxeberria por fuera. Para sumar gente porque Paraguay se met¨ªa mucho en su ¨¢rea y nos costaba crearles oportunidades. Ten¨ªamos que ganar s¨ª o s¨ª. Ese partido era vital. Pero teniendo mucha posesi¨®n de bal¨®n y generando situaciones no pudimos. Ellos ten¨ªan a Gamarra, Ayala, Arce, Chilavert¡ Colectivamente defend¨ªan muy bien y nosotros tuvimos tres o cuatro oportunidades y no tuvimos suerte. Acabamos 0-0 y en el ¨²ltimo partido del grupo, contra Bulgaria, sab¨ªamos que no depend¨ªamos de nuestro resultado. Eso s¨ª que era duro. Seg¨²n iba pasando el partido, ¨ªbamos ganando 4-1 en la segunda parte y mir¨¢bamos para el banquillo y la sensaci¨®n era: ¡®?Se acab¨®!¡¯. Con las caras que ves en los banquillos ya te das cuenta de que algo malo estaba pasando, que no va. Esos diez ¨²ltimos minutos ya sab¨ªamos que no ten¨ªamos opciones.
P. Cuando hace balance, ?qu¨¦ recuerda con m¨¢s fuerza de aquellas semanas?
R. El 6-1 contra Bulgaria en Lens. Zubizarreta hab¨ªa declarado que ese era su ¨²ltimo Mundial. Me acuerdo perfectamente que al terminar el partido ¨¦l se qued¨® un poco m¨¢s de tiempo en el campo mirando el escenario, dando a entender que ¨¦l sab¨ªa que era su ¨²ltimo partido. Yo fui a darle un abrazo, a decirle que joder, qu¨¦ pena¡ que sent¨ªa en el alma que en tu ¨²ltimo Mundial nos tuvi¨¦ramos que ir para casa tan pronto... Y ¨¦l me dijo algo as¨ª como: ¡®Lo siento yo por ti que ahora te vas a dar cuenta de lo que es ser capit¨¢n. Vas a ver lo dif¨ªcil que es. ?Lo siento!¡¯. Entonces hab¨ªa muchas decisiones y muchas cosas internas que correspond¨ªan solo al capit¨¢n¡ Yo me fui lo m¨¢s lejos posible de vacaciones y me tir¨¦ todo el verano pensando en esas palabras de Zubi. Me fui a Australia y a las Seychelles. Pensaba: ¡®Ahora te vas a enterar. Ahora vas a tener la culpa de todo. No porque la tengas sino porque es as¨ª. As¨ª funciona. Va dentro del brazalete¡¡¯.
P. Sus herederos en la capitan¨ªa fueron Casillas, Puyol y Xavi. ?En qu¨¦ se parece su liderazgo al de ellos?
R. Eran otros tiempos, otra mentalidad, otras jerarqu¨ªas alrededor de un vestuario. Antes hab¨ªa como mucho dos capitanes. Ahora hay cuatro, que es algo que se ha cambiado, y que es inteligente. La culpa ya la tienen cuatro, no la tiene uno solo. ?Nuestra experiencia nos vino muy bien para aprender! Solo puedo decir que yo como capit¨¢n lo tuve muy f¨¢cil porque la gente que ven¨ªa detr¨¢s era extraordinaria. Eran gente con mucho orgullo, con satisfacci¨®n. Te apoyaban a muerte. Ser capit¨¢n es llevar una mochila muy gorda porque ya no solo te dedicas a jugar. Ya soportas presiones internas y externas, lo bueno lo dejas pasar y lo malo lo absorbes t¨². El capit¨¢n levanta la Copa y el resto es responsabilidad. Cuando surgen problemas todo el mundo dice: ¡®?A d¨®nde est¨¢ el capit¨¢n?¡¯.
P. ?Se puede regenerar esta selecci¨®n y volver a ganar el Mundial en Brasil?
R. Que vaya por delante: un Mundial es dif¨ªcil. Pero si t¨² le preguntas a todos los pa¨ªses del mundo te dir¨¢n: Espa?a es favorita. Hay que tener un poco de autoestima. Decir: somos los vigentes campeones. Creo que eso lo saben los chavales y lo sabe Del Bosque. Lo que no s¨¦ es si en el entorno somos capaces de entenderlo. Tengo la sensaci¨®n de que queremos hacer pasar el tiempo m¨¢s r¨¢pido de lo que puede marcar la agenda. Queremos que pasen cosas, queremos jubilar jugadores. Por el conocimiento y los resultados materiales de las categor¨ªas inferiores puedo asegurar que viene savia nueva: los dos ¨²ltimos Campeonatos de Europa Sub 21 los ha ganado Espa?a. Pero ganar un Mundial es dif¨ªcil. El d¨ªa que, ojal¨¢ no llegue, Espa?a pierda un gran torneo o quede eliminada, yo ser¨¦ el fan n¨²mero uno de estos chavales. Estos chavales nos han dado cinco a?os de supremac¨ªa y adoraci¨®n mundial. Gracias a ellos nos admiran por c¨®mo jugamos. Son un modelo de comportamiento dentro y fuera del campo. Humildes, trabajadores¡ Ojal¨¢ ganemos pero tengo la sensaci¨®n de que hay gente que quiere correr mucho y qui¨¦n sabe lo que va a pasar en junio y julio. Posiblemente esta sea la generaci¨®n de m¨¢s talento de la historia de nuestro f¨²tbol. ?Por qu¨¦ no pensamos que estos chicos est¨¢n preparados y que van a pelear con todo su orgullo y toda la fuerza que tiene el grupo?
P. ?Por qu¨¦ a veces los j¨®venes parecen inconscientes?
R. Porque el joven sabe que tiene m¨¢s oportunidades pero el mayor sabe que no hay m¨¢s. El joven piensa: ¡®Bueno, dentro de dos o cuatro a?os vengo otra vez¡¯. Pero para el que tiene 30 eso no es as¨ª. Ese es el orgullo del veterano: ¡®Yo me quiero ir de aqu¨ª ganando¡¯. El joven cuando participa de un cambio generacional debe pensar: ¡®Este tambi¨¦n es mi ¨²ltimo Mundial. Porque, ?yo qu¨¦ s¨¦ lo que va a pasar dentro de cuatro a?os? Yo que estoy aqu¨ª como si fuese el ¨²ltimo¡¯. Y yo creo en esos chavales, en esta generaci¨®n, en este seleccionador con tanta experiencia. Y me gustar¨ªa que todo el mundo creyese un poco m¨¢s. No pensar qu¨¦ va a pasar el 1 de septiembre. Veamos qu¨¦ pasa el 13 de julio de 2014 [fecha de la final de Maracan¨¢].
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