Una supuesta amenaza al futbolista ?ngel Di Mar¨ªa dispara el miedo a la narcoviolencia en Rosario
La ciudad argentina amanece con el transporte p¨²blico paralizado despu¨¦s de otra noche de intimidaciones a conductores
La ciudad argentina de Rosario ha vuelto a amanecer este lunes paralizada por el miedo a la violencia de las bandas narco. La polic¨ªa de la provincia de Santa Fe, al norte de Buenos Aires, investiga una amenaza a la familia del futbolista ?ngel Di Mar¨ªa despu¨¦s de que un grupo de personas arrojara esta madrugada un mensaje en la puerta del barrio privado donde el jugador mantiene una casa a la que vuelve cuando visita su ciudad natal. Seg¨²n medios locales, el mensaje apunta a que el futbolista ¡°no vuelva m¨¢s¡±. ¡°Nosotros no tiramos papelitos. Plomo y muertos tiramos¡±, dec¨ªa el mensaje que fue arrojado desde un coche en movimiento y que ha movilizado a la polic¨ªa. Rosario vive semanas de tensi¨®n despu¨¦s de que las bandas criminales elevaran su violencia en la ciudad en respuesta al endurecimiento de los controles del Gobierno contra sus l¨ªderes encarcelados. Mientras la familia Di Mar¨ªa recib¨ªa esta amenaza, otra intimidaci¨®n a un conductor de autob¨²s ha paralizado el transporte en la ciudad por segunda vez en un mes.
El domingo 10 de marzo, el conductor Marcos Daloia, de 39 a?os, muri¨® despu¨¦s de agonizar durante tres d¨ªas en el hospital. Un sicario le hab¨ªa disparado a quemarropa mientras cumpl¨ªa con su ruta de trabajo y su muerte fue la cuarta en una semana de trabajadores asesinados por encargo en la ciudad. Entre el 5 y el 11 de marzo, adem¨¢s de Daloia, fueron asesinados dos taxistas y el dependiente de una gasolinera en una semana que sembr¨® el terror en la ciudad, que suspendi¨® durante d¨ªas el transporte, las clases en las escuelas e incluso la recolecci¨®n de residuos tras la amenaza a otro trabajador. La respuesta pol¨ªtica ha sido un gran despliegue de las fuerzas de seguridad federales que se han distribuido las zonas conflictivas de la ciudad, entre el sur y el noroeste, y una propuesta del Gobierno de Milei, que el jueves pasado pidi¨® reformar la Ley de Seguridad Interior para involucrar al Ej¨¦rcito.
La amenaza a Di Mar¨ªa, que naci¨® en Rosario en 1988 y jug¨® hasta los 19 a?os en el club local Rosario Central antes de migrar a Europa, no es la primera que los grupos criminales lanzan contra un futbolista para amplificar su mensaje. En marzo pasado, un grupo de sicarios atac¨® a balazos el supermercado de los suegros de Lionel Messi, tambi¨¦n oriundo de Rosario, y le dej¨® un mensaje parecido: ¡°Messi, te estamos esperando¡±, dec¨ªa el texto, y apuntaba contra el intendente de la ciudad: ¡°[Pablo] Javkin es narco, no te va a salvar¡±. Al igual que con Messi entonces, la amenaza a Di Mar¨ªa se dio mientras las noticias deportivas especulaban sobre su posible retorno a la ciudad para volver a jugar en el f¨²tbol local.
El mensaje a Di Mar¨ªa apunt¨® contra el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, cuyo gabinete difundi¨® en redes sociales unas semanas atr¨¢s c¨®mo eran aislados los presos por narcotr¨¢fico durante una requisa en una prisi¨®n local. Las fotos ¡°a lo Bukele¡±, en referencia al r¨¦gimen de excepci¨®n con el que el presidente de El Salvador ha logrado controlar a las pandillas de su pa¨ªs, han desatado una furia conocida desde hace d¨¦cadas en Rosario, pero que no hab¨ªa llegado al centro de la ciudad como en las ¨²ltimas semanas.
Rosario, a 300 kil¨®metros de Buenos Aires, es la ciudad m¨¢s violenta de Argentina. Su tasa de homicidios, de 22 cada 100.000 habitantes, quintuplica el promedio nacional por la sa?a de la rivalidad entre decenas de bandas criminales asociadas al narcomenudeo. Rosario es una ciudad portuaria donde se concentra buena parte de la exportaci¨®n agropecuaria argentina. Las organizaciones a cargo del tr¨¢fico internacional son de bajo perfil, a diferencia de la decena de bandas de narcomenudeo que pelean entre ellas y a las que se atribuyen gran parte de los m¨¢s de 200 homicidios por a?o que se registran en la ciudad.
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