El batall¨®n de secundarios que aup¨® a Messi

Dibu Mart¨ªnez, cero partidos en Champions; Alexis Mac Allister, tambi¨¦n cero; Enzo Fern¨¢ndez, cinco; Nahuel Molina y Juli¨¢n ?lvarez, seis; Cuti Romero, 12. La gloria eterna fue para Lionel Messi y tambi¨¦n para una cuadrilla de jugadores que, en su mayor parte, apenas ten¨ªan huella en las altas instancias del f¨²tbol europeo. Bien por su juventud, porque su carrera hab¨ªa discurrido en clubes medios, o porque estando en equipos de primer nivel a¨²n no se hab¨ªan destapado a lo grande. Ese era el expediente del once titular de Lionel Scaloni ante Francia salvo los casos del 10, la gran carrera de ?ngel Di Mar¨ªa y el callo de Nicol¨¢s Otamendi.

El portero Emiliano Mart¨ªnez, de 30 a?os, h¨¦roe n¨²mero dos de la Albiceleste por sus atajadas y su desquiciante show en los penaltis para los rivales, se estira cada fin de semana con la camiseta del Aston Villa, que no figura precisamente entre las grandes canciller¨ªas del continente (duod¨¦cimo en la Premier). Mac Allister (23) es un fijo en el Brighton, s¨¦ptimo de la Liga inglesa. Fern¨¢ndez (21) acaba de llegar al Benfica, del segund¨®n torneo portugu¨¦s aunque meritorio l¨ªder de su grupo en la Champions. En Lisboa tambi¨¦n juega Otamendi (34) en la parte final de su carrera tras dejar el Manchester City. Molina (24) y De Paul (28), importantes en su selecci¨®n, muy especialmente el segundo, no han roto al mismo nivel con el Atl¨¦tico. Las hechuras de ?lvarez (22) son importantes, pero es un reci¨¦n llegado a la ¨¦lite y, adem¨¢s, vive a la sombra de Haaland en el Etihad. Y durante el apasionante thriller de Lusail, tambi¨¦n comparecieron los laterales Gonzalo Montiel (25) y Marcos Acu?a (31), protagonistas hasta el par¨®n mundialista de un Sevilla depresivo. Todos ellos, de menos a m¨¢s, fueron capaces de reunirse alrededor de Messi, alimentarlo, retroalimentarse, y alcanzar el cielo.

En la lista de Argentina hab¨ªa 19 debutantes en un Mundial, un dato que elev¨® la cautela antes del debut y la dispar¨® despu¨¦s del derrape inicial contra Arabia Saud¨ª, que convirti¨® cada cita posterior en una final. Algunos jugadores, incluso, no solo se estrenaban en la gran cita, sino que casi no se les hab¨ªa visto en la selecci¨®n. Enzo Fern¨¢ndez apenas sumaba tres internacionalidades en la previa de Qatar; Mac Allister, ocho; y ?lvarez, 13. Nada de eso le import¨® a Scaloni, que fue ajustando la alineaci¨®n durante el torneo, con ellos encontr¨® soluciones y a ellos se encomend¨® este domingo para abrigar a La Pulga.

En el banco esperaron apellidos m¨¢s resonantes, como Paulo Dybala (29), Lautaro Mart¨ªnez (25), o incluso Leandro Paredes (28) y Papu G¨®mez (34). Por la continuada ausencia del primero le preguntaron al seleccionador a mitad de Mundial y respondi¨® que todo se deb¨ªa a decisiones t¨¢cticas. El atacante de la Roma (siete campa?as en la Juventus) sali¨® 15 minutos en las semifinales frente a Croacia con todo hecho (3-0) y, de la nada, apareci¨® en el 120 de la final para lanzar el segundo penalti albiceleste (acert¨®). Lautaro, del Inter, perdi¨® la titularidad en la tercera jornada de la fase de grupos en beneficio de Juli¨¢n ?lvarez (su agente dijo que hab¨ªa estado tocado) y desde entonces ya solo le quedaron los restos (anot¨®, eso s¨ª, la pena m¨¢xima decisiva ante Pa¨ªses Bajos). Mientras, Paredes y Papu cedieron en el medio ante el empuje de Fern¨¢ndez y Mac Allister. El atl¨¦tico ?ngel Correa, que tampoco figuraba como plato principal en el men¨² de Scaloni, fue reclutado de urgencia por lesiones y solo tuvo foco cuatro minutos de cortes¨ªa en las semifinales.

La cita coron¨® a Messi y destap¨® a un Scaloni de perfil bajo que no dud¨® en meter el bistur¨ª hasta donde consider¨® necesario en cuanto se le torci¨® el panorama. Durante sus cuatro a?os de mandato, tambi¨¦n debi¨® cambiar su libreto inicial. Su idea de origen era jugar vertical, hasta que se percat¨® de que lo mejor era tocar m¨¢s con los futbolistas que manejaba si quer¨ªa crearle el mejor ecosistema a su estrella. No tuvo reparos en explicarlo este domingo dos horas despu¨¦s de convertirse en campe¨®n del mundo (ya lo era de Am¨¦rica). ¡°Los primeros meses jug¨¢bamos de otra forma. Cuando empezamos a ver que los mejores jugaban a lo que hacemos ahora, y pudimos rodear a Messi de grandes futbolistas y que ¨¦l se sintiera part¨ªcipe, nos empezamos a dar cuenta de que hab¨ªa material. Eso fue un a?o despu¨¦s de llegar al cargo. El equipo empez¨® a jugar a otra cosa en 2019. Supimos interpretar con quienes se sent¨ªa c¨®modo dentro de la cancha, porque al final ¨¦l juega a la pelota¡±, desarroll¨® el seleccionador.

Solo Espa?a en 2010 hab¨ªa levantado el Mundial despu¨¦s de ceder el primer duelo. Esta vez, la Albiceleste, con los retoques del t¨¦cnico de Pujato, fue sumando elementos al monocultivo ofensivo de Messi en el arranque catar¨ª. Agrupados alrededor del 10 y del esp¨ªritu colectivo, primero brot¨® el car¨¢cter y luego el f¨²tbol a partir de su rebeld¨ªa en la pr¨®rroga de cuartos contra Holanda. Los goles de ?lvarez, la explosi¨®n de Dibu, la solidez de Otamendi, el pulso de Fern¨¢ndez y Mac Allister en una medular renovada, la imagen de De Paul organizando y ejerciendo de cacique ante la amenaza de Mbapp¨¦, Di Mar¨ªa aguijoneando por la izquierda¡­ Argentina fue sumando elementos en su crecida en Doha hasta colocarse la tercera estrella en el pecho.

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