¡°Orden y limpieza¡±: los operativos para esconder a las personas sin techo en Buenos Aires
Seg¨²n datos oficiales, unas 4.000 personas duermen en la calle en la capital de Argentina, un 14% m¨¢s que el a?o pasado; las organizaciones sociales triplican la cifra
La desigualdad social en Argentina tiene su reflejo m¨¢s hostil en la cantidad de familias que se encuentran en situaci¨®n de calle en las principales ciudades del pa¨ªs, especialmente en Buenos Aires, donde es notorio el incremento de mujeres, hombres y ni?os que duermen a la intemperie durante un oto?o de bajas temperaturas. Para afrontar la problem¨¢tica, el alcalde Jorge Macri implementa lo que denominan ¡°Operativos de orden y limpieza¡± con el objetivo de eliminar los lugares donde se refugian en la ciudad. En medio de reiterados casos de violencia urbana, las organizaciones sociales denuncian que las personas sin techo son tratadas como ¡°basura¡± que hay que remover, en un intento por esconder la pobreza que aqueja a la Argentina.
¡°Lo que est¨¢ pasando es terrible. A m¨ª me parece incre¨ªble que haya tanta pobreza en este pa¨ªs que tenemos todo¡±, lamenta H¨¦ctor. Tiene 66 a?os y por lo menos los ¨²ltimos cinco a?os de su vida los pas¨® en la calle. ¡°Pero nosotros somos un n¨²mero (para las autoridades), no personas¡±, contin¨²a mientras recibe la cena que le ofrece cada domingo la asociaci¨®n civil Amigos en el Camino, que desde hace 13 a?os recorre distintos barrios porte?os para acercar comida y otros insumos a quienes duermen en la calle.
Algunas paradas antes en el recorrido, Alejandro (30) y Rodrigo (34) coinciden en que el invierno ¡°es lo m¨¢s duro¡±. ¡°Nosotros somos alba?iles, uno intenta hacer changuitas y juntar el mango (el dinero) para ir a un hotel, pero el sucucho m¨¢s barato no baja de los 70.000 pesos (aproximadamente 70 d¨®lares)¡±, cuentan. Ambos quedaron en situaci¨®n de calle hace poco m¨¢s de un a?o y, si pudieran pedir algo, aseguran que ser¨ªa ¡°que haya m¨¢s oportunidades para ganarnos el trabajo y no estar sobreviviendo ac¨¢ (en la calle)¡±.
Seg¨²n el ¨²ltimo registro elaborado por el gobierno, en Ciudad de Buenos Aires este abril hab¨ªa unas 4.000 personas en situaci¨®n de calle, cifra que representa un aumento del 14% con respecto a abril de 2023. El Relevamiento Nacional de Personas en Situaci¨®n de Calle (ReNaCalle), un registro realizado por organizaciones sociales, arroj¨® sin embargo que ya en diciembre de 2023 hab¨ªa m¨¢s de 8.000 personas sin techo. Esas mismas organizaciones estiman que actualmente la cifra pudo haber escalado a m¨¢s de 12.000, en un contexto en que la pobreza trep¨® al 55,5% en el primer trimestre de este a?o en Argentina, seg¨²n la Universidad Cat¨®lica Argentina. La indigencia, en tanto, pas¨® del 9,6% en 2023 a 17,5% este a?o, de acuerdo a esos datos extraoficiales.
¡°La situaci¨®n es cr¨ªtica, realmente estamos desbordados. No s¨®lo aument¨® el n¨²mero de personas que est¨¢ en situaci¨®n de calle, sino que tambi¨¦n los que se acercan, con mucha verg¨¹enza, a pedir un plato de comida a¨²n sin estar en la calle porque no les alcanza para comer¡±, cuenta M¨®nica de Russis, coordinadora de Amigos en el Camino. ¡°A veces nos quedamos sin comida en la mitad del recorrido y no nos alcanza para m¨¢s, es una patada al alma¡±, asegura.
Carlos, Anal¨ªa, Max y Laura son algunos de los m¨¢s de 250 voluntarios que recorren la ciudad todas las semanas para acercar comida e infusiones calientes, mantas, medias y aislantes hechos con sachet de leche y kits de primeros auxilios e higiene. ¡°Es una manera de paliar un poco al padecimiento de nuestros amigos en situaci¨®n de calle y de construir la confianza suficiente como para ir conociendo sus historias y ver c¨®mo podemos ayudarlos a salir de esa situaci¨®n en la que todos sus derechos est¨¢n vulnerados¡±, explican desde la asociaci¨®n, que se sustenta con donaciones de la sociedad y el trabajo en red con otras organizaciones.
Por su parte, cada temporada de invierno, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lleva adelante el Operativo Fr¨ªo, un programa que busca dar ¡°una respuesta proactiva inmediata¡± a las personas en situaci¨®n de calle frente a las bajas temperaturas. Los equipos de la red de atenci¨®n recorren los barrios porte?os ofreciendo a las personas en situaci¨®n de calle el ingreso a los centros de inclusi¨®n social (tambi¨¦n conocidos como ¡°paradores¡±) y, en caso de no acceder, entregan alimentos, elementos de higiene y ropas de abrigo. Seg¨²n la informaci¨®n oficial, el gobierno cuenta con 47 centros y hogares adaptados para grupos familiares, personas solas o madres con ni?os, de los cuales una buena parte est¨¢ cogestionado con distintas asociaciones.
Sin embargo, las organizaciones sociales que trabajan junto a personas sin hogar denuncian que, en su mayor¨ªa, los paradores no cuentan con vacantes y hay lista de espera para ingresar a estos lugares donde, seg¨²n aseguran, las condiciones de convivencia son hostiles: ¡°A veces vas y te roban lo poco que ten¨¦s, hay peleas, est¨¢n abarrotados de gente. Son un aguantadero¡±, describe Rodrigo. ¡°Estar¨ªa bueno que los paradores sean para tener un refugio para cobijarse, que no sean una comisar¨ªa de turno como son hoy en d¨ªa¡±, enfatiza.
Personas barridas de la calle
¡°Lo que no vamos a hacer es mirar para otro lado. No vamos a permitir que la situaci¨®n se anarquice¡±, dijo, semanas atr¨¢s, el jefe de gobierno porte?o, Jorge Macri, durante la presentaci¨®n de un nuevo plan para que no haya gente durmiendo en la v¨ªa p¨²blica. D¨ªas antes hab¨ªa desatado una pol¨¦mica al compartir una serie de im¨¢genes del estilo ¡°antes y despu¨¦s¡± de distintas esquinas y arcadas de edificios de la ciudad que ilustraban los resultados de los ¡°operativos especiales de orden y limpieza¡±. Lo que se advert¨ªa en cada una de ellas era nada menos que la presencia y luego la ausencia de personas en situaci¨®n de calle que eran ¡°barridas¡± por las cuadrillas de trabajo junto a todas sus pertenencias, para luego pasar una hidrolavadora y eliminar cualquier rastro de la pobreza que azota en territorio porte?o.
¡°Realmente todav¨ªa no podemos reaccionar porque es tan cruel lo que est¨¢ sucediendo que no salimos del asombro¡±, apunta de Russis. ¡°Les quitan los colchones, las frazadas (mantas), los cartones o abrigos. Se los tiran, los queman. A una persona en la calle, una noche de fr¨ªo le sacas la frazada y lo est¨¢s condenando a muerte y que sea el Estado quien hace esto es algo frente a lo cual no podemos quedarnos callados¡±, agrega. La organizaci¨®n Proyecto 7 denunci¨® que un hombre de 41 a?os que dorm¨ªa a la intemperie muri¨® el pasado 26 de mayo, una de las m¨¢s fr¨ªas desde que empez¨® el 2024 con una m¨ªnima de 3.5?C en Buenos Aires, en lo que se considera el primer fallecimiento de una persona en situaci¨®n de calle por bajas temperaturas.
Seg¨²n el Registro Unificado de Violencias (RUV) hacia personas en situaci¨®n de calle en Argentina, el distrito porte?o es la jurisdicci¨®n con m¨¢s hechos de violencia con un total de 58 casos. En la capital argentina, entre 2022 y 2023, hubo cada seis d¨ªas un hecho de violencia y cada nueve d¨ªas una muerte de una persona sin hogar: los hostigan, los apu?alan, les tiran agua a los colchones y hasta prenden fuego sus pertenencias y a ellos mismos. D¨ªas atr¨¢s, cuatro j¨®venes fueron detenidos por la Polic¨ªa acusados de disparar con una pistola de aire comprimido a personas que dorm¨ªan en la calle desde un auto sin patente.
En campa?a, Macri prometi¨® que recuperar¨ªa ¡°el afuera para el vecino¡±, ocupado por personas en situaci¨®n de calle. ¡°Hoy los cajeros autom¨¢ticos se han transformado en los monoambientes de algunos¡±, hab¨ªa ejemplificado.
Jorge tiene 64 a?os y hace cinco a?os que est¨¢ en la calle. En invierno duerme dentro de una sucursal de banco para ¡°resistir¡± el flagelo de la intemperie. Mientras se dispone a comer la cena que le trajeron esta noche, asegura: ¡°Por supuesto que lo mejor ser¨ªa que nadie duerma en la calle, pero nadie est¨¢ preocupado por una soluci¨®n, solo por sacarnos del paso¡±. Durante el d¨ªa, Jorge hace ¡°changas¡± con su carro, donde junta algunos cartones y otros objetos que puede revender. ¡°A veces se hace muy cuesta arriba¡±, lamenta desde el barrio porte?o de Balvanera.
A algunas cuadras de ese punto, en la Plaza de Mayo, a metros de la Casa Rosada, alrededor de 180 personas rodean el tabl¨®n dispuesto para servir la cena. Al lado, una mesa para los m¨¢s chicos, que comparten la velada con juegos y golosinas. La iniciativa es del movimiento Red Solidaria que cre¨® el dirigente social Juan Carr en 1995. Los domingos, cuando algunas organizaciones de la zona no asisten con comida, la convocatoria puede escalar a las 300 personas.
D¨ªas atr¨¢s, el presidente argentino, Javier Milei, afirm¨® con sorna que morir de hambre es una elecci¨®n. ¡°Va a llegar un momento donde la gente se va a morir de hambre. De alguna manera va a decidir algo para no morirse. No necesito intervenir. Alguien lo va a resolver¡±, dijo Milei durante una exposici¨®n en la universidad de Stanford, en Estados Unidos.
¡°Desde 2013 estamos de lunes a domingos en Plaza de Mayo, compartiendo una mesa digna, una mirada, una escucha, un abrazo¡±. Quien habla es Mart¨ªn Giovo, uno de los coordinadores de la Red Solidaria. ¡°Sabemos que adem¨¢s del plato de comida es muy importante que quienes est¨¢n atravesando esta situaci¨®n no se sientan solas, que sientan el abrazo de toda una comunidad y que ac¨¢ estamos para compartir la mesa con todo lo que eso significa¡±, agrega mientras se saluda con los comensales que llegan.
D¨ªas atr¨¢s la imagen fue imponente: por primera vez, la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, emplazada a un costado de la Plaza de Mayo, abri¨® sus puertas para brindar, junto a las parroquias Hogares de Cristo, una cena junto a personas que est¨¢n en situaci¨®n de calle, en las v¨ªsperas de la Colecta Anual de C¨¢ritas y en medio del esc¨¢ndalo por los cinco millones de kilos de alimentos que el Gobierno almacenaba en dep¨®sitos y que la Justicia le oblig¨® a repartir. Consultado por este accionar, Giovo prefiere sostener la consigna que los embandera: ¡°Nosotros nos abocamos a compartir una mesa donde nadie queda afuera, una mesa que dignifica, que construye v¨ªnculos. Una mesa que nos iguala¡±.
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