V¨ªctimas de violencia abandonadas a su suerte y m¨¢s discriminaci¨®n por el recorte de las pol¨ªticas de g¨¦nero de Milei
Los derechos de las mujeres y diversidades sexuales de Argentina sufren su mayor retroceso en d¨¦cadas bajo el Gobierno ultraderechista
Javier Milei pretende aniquilar las conquistas del feminismo, el movimiento social m¨¢s transformador de la ¨²ltima d¨¦cada en Argentina. El presidente del pa¨ªs ha decretado el cierre definitivo del Ministerio de Mujeres, G¨¦neros y Diversidades y con ¨¦l, todas las pol¨ªticas destinadas a garantizar derechos, proteger a las v¨ªctimas de violencia y presionar para un reparto m¨¢s igualitario del poder, de la riqueza y de las tareas de cuidados y dom¨¦sticas.
Milei llev¨® su guerra contra el feminismo a Davos, al declarar que la ¨²nica consecuencia de lo que describe como ¡°agenda radical¡± ha sido una ¡°mayor intervenci¨®n del Estado para entorpecer el proceso econ¨®mico y darle trabajo a bur¨®cratas que no le aportaron nada a la sociedad, sea en formato de Ministerios de la Mujer u organismos internacionales destinados a esta agenda¡±.
Las estad¨ªsticas contradicen al presidente ultraderechista argentino. Las mujeres que sufr¨ªan alg¨²n tipo de violencia contaban con herramientas para alejarse del maltratador que Milei ha dado de baja; el embarazo no intencional adolescente se redujo al 50% gracias a un plan hoy desfinanciado, la legalizaci¨®n del aborto ¡ªque el Gobierno quiere derogar¡ª contribuy¨® a reducir las muertes maternas a la mitad y los integrantes del colectivo LGTBI+ lograron grandes avances gracias a leyes como la de identidad de g¨¦nero, matrimonio igualitario y el cupo laboral trans.
Argentina estaba muy lejos de ser una sociedad igualitaria, pero hoy va en direcci¨®n contraria. ¡°Estamos viendo un retroceso de casi 40 a?os¡±, se?ala Agustina Rossi, integrante del ?rea de Pol¨ªticas del Equipo Latinoamericano de G¨¦nero y Justicia (ELA). ¡°Hay mujeres cuya integridad f¨ªsica y sexual est¨¢ corriendo peligro y han quedado desamparadas por el Estado¡±, advierte.
EL PA?S reconstruye el impacto de la eliminaci¨®n de las pol¨ªticas de g¨¦nero a trav¨¦s de seis testimonios.
L¨ªnea 144 de ayuda contra la violencia: angustia e incertidumbre
Desde hace una d¨¦cada, a toda hora y durante todo el a?o, en Argentina funciona la L¨ªnea 144, una l¨ªnea telef¨®nica gratuita que ofrece asistencia y contenci¨®n a mujeres y personas del colectivo LGTBI+ que sufren violencia. Hasta diciembre pasado, operaba en el marco del desaparecido Ministerio de las Mujeres, G¨¦neros y Diversidad. Como parte de las medidas de ajuste y desguace del Estado, el Gobierno de Milei resolvi¨® derivarla hacia la cartera de Justicia, pero no confirm¨® las condiciones de su continuidad.
¡°Hoy la incertidumbre es total¡±, cuenta Luciana, una de los 140 profesionales que trabajan en la l¨ªnea. Prefiere no dar a conocer su apellido por la inestabilidad de su empleo. ¡°Tenemos contratos de tres meses, nunca sabemos si nos van a renovar o no¡±, explica.
En promedio, desde su lanzamiento en 2013, la L¨ªnea 144 atiende cerca de 340 llamadas al d¨ªa, m¨¢s de 10.000 al mes, m¨¢s de 120.000 al a?o. Seg¨²n los datos oficiales, el 98% de quienes se comunican son mujeres; en el 81% de los casos para referir la agresi¨®n de un hombre, actual o ex pareja. Pero hoy las respuestas que pueden dar sus profesionales son cada vez menos.
¡°Nuestra tarea, adem¨¢s de contener, asistir y asesorar, era articular a nivel federal con los distintos programas y ¨¢reas que trabajaban con perspectiva de g¨¦nero. La L¨ªnea 144 pierde mucho de su sentido si no hay pol¨ªticas p¨²blicas que podamos ofrecer¡±, detalla Luciana ante el desfinanciamiento y virtual cierre de iniciativas como, entre otros, los programas: Acompa?ar (ayuda econ¨®mica para v¨ªctimas de violencia), RENNYA (asistencia econ¨®mica para hijos de v¨ªctimas de feminicidio), o Acercar derechos (asistencia legal). ¡°Todos los d¨ªas se comunican mujeres preguntando por qu¨¦ no las ingresaron al programa Acompa?ar o por qu¨¦ no est¨¢n cobrando. Es muy angustiante tener que decirles que no tenemos respuestas. Es m¨¢s violencia¡±, deplora. ¡°En un contexto econ¨®mico y social que afecta m¨¢s a las mujeres, por la informalidad laboral y la brecha salarial de g¨¦nero, mucha gente va a ser m¨¢s vulnerable sin estas pol¨ªticas p¨²blicas¡±.
M¨¢s redes de apoyo para suplir la ausencia estatal
El Barrio F¨¢tima est¨¢ en el empobrecido sur de Buenos Aires. En uno de sus pasillos, entre viviendas de ladrillo sin revoque, se levanta la Casa de las Mujeres de la organizaci¨®n La Poderosa, que capacita y asiste a sus habitantes. Las redes vecinales se fortalecen siempre en tiempos de crisis, pero desde la eliminaci¨®n de las pol¨ªticas de g¨¦nero de Milei se han convertido en casi el ¨²nico salvavidas para las v¨ªctimas de violencia.
¡°Ac¨¢ hay muchos casos donde sobre un mismo cuerpo caen todas las violencias al mismo tiempo. Una mujer intenta huir de una pareja violenta, que la violenta a ella y a sus hijos, que a ra¨ªz de eso tambi¨¦n ejerce violencia econ¨®mica porque no le pasa plata y violencia psicol¨®gica¡±, cuenta M¨®nica Troncoso, referente de la Poderosa. ¡°Si bien con los gobiernos anteriores hemos tenido problemas y discrepancias, sab¨ªamos que hab¨ªa dispositivos que acompa?aban el trabajo que hac¨ªamos nosotros desde ac¨¢. ?ltimamente, no tenemos a d¨®nde ir¡±, denuncia.
Ante casos de riesgo extremo, el mencionado programa Acompa?ar permit¨ªa a las v¨ªctimas obtener una ayuda econ¨®mica para poder abandonar la casa del maltratador y/o abusador. ¡°Ya no existe. No era mucha plata, pero les permit¨ªa poder pagar el alquiler de una pieza y garantizar una comida diaria¡±, cuenta Troncoso. ¡°Hoy, ?c¨®mo tom¨¢s el coraje para denunciar a la persona que provee alimento o dinero a la casa, a la familia, si no ten¨¦s d¨®nde ir?¡±, se cuestiona.
Troncoso subraya que la situaci¨®n en las provincias del interior de Argentina ha empeorado a¨²n m¨¢s que en la capital, donde al menos se mantienen algunas politicas municipales. A cientos de kil¨®metros de Buenos Aires, han dejado sin ning¨²n recurso a v¨ªctimas de violencia y de trata. Las redes se refuerzan todo lo posible para suplir las carencias del Estado, pero pagan tambi¨¦n un costo muy alto: ¡°Es dif¨ªcil acompa?ar sin dispositivos y que el espejo no se refleje en esa realidad. Una se sienta culpable por ser parte de esta sociedad. Tratamos de estar muy atentos a esto y sostenernos entre todos¡±.
Feminicidios: vivir y morir sin respuestas
¡°Soy sobreviviente de un femicidio y no tengo justicia. Vivo amenazada. Mi agresor nunca fue preso y tengo que vivir as¨ª. Ya no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s hacer (¡) La voy a luchar con toda mi fuerza. Mientras tenga vida la voy a pelear porque se haga justicia.¡± Mar¨ªa Isabel Speratti les envi¨® a sus amigas un mensaje con esas palabras antes de ser asesinada con tres disparos, delante de sus hijos, el 16 de marzo de 2023, v¨ªctima de quien hab¨ªa sido su pareja durante dos d¨¦cadas.
A mediados de 2021, ¨¦l ya hab¨ªa intentado matarla. La salvaron los hijos de ambos, que pudieron pedir ayuda. ¡°Ella hizo la denuncia. Ten¨ªa las marcas en el cuello, porque ¨¦l quiso estrangularla. Estaba el testimonio de los chicos. Pero igual caratularon la causa como lesiones leves, no como intento de homicidio, y ¨¦l nunca fue detenido¡±, cuenta Roc¨ªo Speratti, hermana de Mar¨ªa Isabel. ¡°Reclam¨® en todos lados para que cambiaran la car¨¢tula del caso, en la Fiscal¨ªa, en la Secretar¨ªa de la Mujer, en el juzgado de paz, pero nunca lo consigui¨®. Quer¨ªa contratar un abogado penalista, pero no pod¨ªa pagarlo, le ped¨ªan 5.000 d¨®lares para empezar¡±. Mar¨ªa Isabel ten¨ªa 40 a?os, era artesana, vend¨ªa sus tejidos en la feria de San Telmo, en la ciudad de Buenos Aires.
¡°Ella necesitaba una respuesta del sistema judicial, pero todav¨ªa hay muchos prejuicios machistas. Si la hubieran escuchado, si le hubieran cre¨ªdo, ella estar¨ªa viva¡±, lamenta Roc¨ªo y advierte sobre los riesgos de las medidas que est¨¢ tomando el actual Gobierno. ¡°Antes faltaba much¨ªsimo por hacer, pero que ahora desmantelen todo va a agravar la situaci¨®n. Es tambi¨¦n un mensaje para los agresores, parece que les dijeran que pueden seguir siendo violentos¡±, dice. ¡°Sin apoyo, a las mujeres les va a costar cada vez m¨¢s denunciar y salir del c¨ªrculo de violencia¡±.
Cuando fue asesinada, Mar¨ªa Isabel Speratti estaba siendo asistida por Shalom Bait (Paz en el hogar), una ONG especializada desde hace m¨¢s de 20 a?os en violencia de g¨¦nero. Fernanda Tarica, su directora, coincide con Roc¨ªo: ¡°El discurso y las pol¨ªticas del Gobierno de Milei tienen consecuencias, quienes ejercen violencia se sienten con v¨ªa libre para actuar y las v¨ªctimas se sienten m¨¢s vulnerables¡±, explica. ¡°El Ministerio de la Mujer no ten¨ªa un gran presupuesto, los programas que ten¨ªamos no alcanzaban, no nos sobraba nada, pero ahora nos falta todo¡±.
Una justicia sin perspectiva de g¨¦nero: ¡°S¨®lo pido que el juez escuche a mis hijos¡±
Los funcionarios de los tres poderes del Estado argentino est¨¢n obligados por la Ley Micaela a capacitarse en perspectiva de g¨¦nero. Pero v¨ªctimas y organizaciones coinciden en que la formaci¨®n ha sido insuficiente para cambiar una cultura patriarcal que a¨²n cuestiona el relato de las que se acercan a denunciar. Las trabas que exist¨ªan hasta el a?o pasado se han multiplicado, avaladas por las directrices en contra de lo que el Ejecutivo de Milei describe como ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±.
¡°No cre¨ªmos que volver¨ªan a pasar cosas as¨ª. Los polic¨ªas est¨¢n desatados¡±, denuncia Sara Barni, fundadora de la ONG Red Viva, que acompa?a a sobrevivientes de violencia y abuso sexual. Una de las mujeres a las que brinda contenci¨®n es Carmen (nombre ficticio), una mujer ecuatoriana a quien la polic¨ªa le arrebat¨® a sus hijos de casa el pasado 11 de junio para d¨¢rselos al padre. Ella se negaba a hacerlo despu¨¦s de que sus hijos, de doce y ocho a?os, le revelasen que los somet¨ªa a malos tratos y castigos humillantes y le dijesen que no lo quer¨ªan ver.
¡°En 2017, cuando decid¨ª separarme, la violencia se profundiz¨®. Me amenaz¨®, sufr¨ª violaciones y otros agravios, pero cuando fui a la comisar¨ªa a intentar denunciarlo no me tomaron la denuncia¡±, relata Carmen. Tras ese primer intento hizo otros, todos infructuosos. Ten¨ªa la familia lejos, su pareja la hab¨ªa aislado de las escasas amistades que ten¨ªa en el pa¨ªs y desconoc¨ªa la existencia de la Oficina de Violencia Dom¨¦stica, de las comisar¨ªas de la mujer y de otras instancias similares a las que recurrir. Tras a?os de una pelea desigual en los juzgados, en los que el padre intent¨® quedarse con la custodia de los hijos, Carmen acept¨® el r¨¦gimen de visitas impuesto por la justicia, pero lo rompi¨® un mes atr¨¢s, cuando un fin de semana sus hijos le insistieron en que no quer¨ªan ir con el padre por c¨®mo los trataba. Cuando la justicia le neg¨® la perimetral, dej¨® de mandarlos a la escuela para impedir que el padre se los llevase a la fuerza, pero la justicia us¨® esa excusa para enviar a la polic¨ªa a por ellos y obligarlos a revincularse.
¡°La violencia hacia m¨ª ya no me afecta, pero a mis hijos s¨ª, voy a pelear como sea. S¨®lo pido que el juez los escuche a ellos, s¨®lo eso¡±, asegura entre l¨¢grimas en el comedor de su casa, a metros de una habitaci¨®n con juguetes vac¨ªa.
Comunidad LGTBI+: Se disparan los discursos de odio y las agresiones
Las diversidades sexuales padecieron el cambio de rumbo pol¨ªtico que se avecinaba desde meses antes de que Milei llegase al poder. ¡°En la campa?a presidencial comenzaron a proliferar los discursos de odio y a impartir desinformaci¨®n y violencia contra las comunidades LGTBI+¡±, cuenta Manu Mireles, docente y co-fundadora de la Mocha Celis. ¡°Estimamos que solamente el 10% de las personas denuncian y, sin embargo, se triplic¨® la cantidad de denuncias el ¨²ltimo a?o. Yo misma fui agredida dos veces en la calle. Una vez, golpeada de forma leve y la otra, con una herida en el ojo¡±, contin¨²a.
En campa?a, Milei quiso defender el matrimonio homosexual con una pol¨¦mica comparaci¨®n: ¡°Si vos quer¨¦s estar con un elefante... Si ten¨¦s el consentimiento del elefante, es tu problema y del elefante. No me opongo a que dos personas del mismo sexo se casen¡±. Su canciller, Diana Mondino, sigui¨® sus pasos tras aclarar que como liberal est¨¢ de acuerdo con la elecci¨®n de cada persona: ¡°Si vos prefer¨ªs no ba?arte y estar lleno de piojos, es tu elecci¨®n¡¡±. Ya en el poder, desde su c¨ªrculo cercano han continuado los discursos denigrantes al mismo tiempo que niegan que exista violencia espec¨ªfica por motivos de orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero.
Mireles rebate la posici¨®n oficial. ¡°Vivimos con mucha claridad lo que significa para nuestros cuerpos y para nuestras vidas el impacto de estos discursos. No solamente estamos hablando del transporte p¨²blico y de la vida en la calle, estamos hablando de oportunidades laborales, de acceder al hospital, de que dejan de estar garantizados nuestros derechos¡±, afirma. La violencia en ascenso tuvo su punto ¨¢lgido un mes atr¨¢s, cuando el vecino de una pensi¨®n quem¨® vivas a cuatro lesbianas. Una falleci¨® en el acto y otras dos murieron tras agonizar varios d¨ªas en el hospital por las quemaduras en todo el cuerpo.
Esta activista nacida en Venezuela, que se autodefine como ¡°una marica migrante¡±, defiende el rol de Argentina como punta de lanza en Am¨¦rica Latina para los movimientos feministas y transfeministas y no cree casual que Milei los haya elegido como enemigos a derribar. ¡°No estamos hablando de qu¨¦ pronombres usamos o a qu¨¦ ba?o vamos. Estamos hablando de disputar el sentido de la democracia y de la pol¨ªtica; de recuperar la ternura, el abrazo y la comunidad en la construcci¨®n cotidiana; de medio ambiente, de nuevas formas de organizaci¨®n social, de nuevos modelos econ¨®micos¡±, remarca.
El derecho al aborto legal, en riesgo: aumentan las trabas y el estigma
La legalizaci¨®n del aborto en Argentina, en diciembre de 2020, supuso un antes y un despu¨¦s para las mujeres que deseaban interrumpir su embarazo. Dej¨® de ser una pr¨¢ctica clandestina y accesible s¨®lo para aquellas gestantes con recursos econ¨®micos y/o informaci¨®n y comenz¨® a practicarse de forma segura y gratuita en los hospitales p¨²blicos. El resultado fue inmediato: en s¨®lo 12 meses, las muertes maternas por abortos se redujeron a casi la mitad, de 23 a 13. Desde que entr¨® en vigor la normativa hasta el pasado enero, se realizaron 245.000 interrupciones del embarazo.
En paralelo, el Gobierno hab¨ªa comenzado, un par de a?os antes, un programa de prevenci¨®n de embarazos adolescentes muy efectivo (Plan Enia). En 2018, siete de cada diez embarazos de adolescentes de entre 15 y 19 a?os no hab¨ªa sido planificado. Tres a?os m¨¢s tarde, la cifra hab¨ªa bajado a cinco de cada diez. El n¨²mero de partos total en esa franja et¨¢ria cay¨® en picado: de casi 70.000 a 46.000.
Milei ha comenzado a erosionar la libre decisi¨®n de las mujeres sobre sus cuerpos a trav¨¦s de un discurso que sostiene que ¡°el aborto es un asesinato agravado por el v¨ªnculo¡± y del que se agarran los que pelean por derogar ese derecho. En Tucum¨¢n, una de las provincias m¨¢s cat¨®licas de Argentina, comienzan a detectarse casos de ni?as a las que se les ponen trabas para acceder a un aborto legal y la Justicia investiga a una adolescente que sufri¨® una emergencia obst¨¦trica en el ba?o de un hospital. ¡°El caso de Eva es igual que el de Bel¨¦n¡±, cuenta la abogada feminista Soledad Deza, en referencia a la mujer que en 2014 fue condenada a ocho a?os de c¨¢rcel por un aborto espont¨¢neo. ¡°Se sent¨ªa mal, con dolor, tuvo un parto en avalancha y los profesionales de la salud que no la atendieron, que no detectaron el embarazo, en vez de brindarle atenci¨®n le mandan a la polic¨ªa¡±, denuncia Deza.
Esta abogada cree que debido a la estigmatizaci¨®n creciente del aborto, las mujeres vuelven a tener miedo y verg¨¹enza por interrumpir un embarazo no deseado, lo que se refleja en una ca¨ªda dr¨¢stica de las consultas. Milei confes¨® este viernes que Elon Musk, preocupado por el descenso de natalidad, le pidi¨® trabajar contra ¡°el lavado de cerebros¡± de quienes apoyan la libertad de las mujeres de decir si quieren o no ser madres. ¡°Milei es un liberal de verdad, no es un asesino que est¨¢ a favor del asesinato en el vientre de la madre¡±, dijo el presidente argentino sobre si mismo en tercera persona al recoger el premio del Instituto Juan de Mariana. Ese mensaje oficial se refuerza en la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable a trav¨¦s de la ayuda social, que el Gobierno ha sacado a las organizaciones sociales para entregar a fundaciones religiosas y antiaborto.