Un cuento m¨¦dico

Arg¨¢n tiene una mala salud de hierro: se queja de mil achaques, sin otra causa que su aprensi¨®n. Josep Maria Flotats, su int¨¦rprete, vuelve a los dominios de Moli¨¨re, su patr¨®n en la Com¨¦die-Fran?aise, con una muy divertida, vivaz y zigzagueante puesta en escena de El enfermo imaginario, con producci¨®n de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico. Bajo su batuta, esta comedia sobre el miedo a morir, la aprensi¨®n infinita, el corporativismo m¨¦dico, la tiran¨ªa dom¨¦stica y la bonhom¨ªa (virtud encarnada por Beraldo, hermano de Arg¨¢n, y por Tonina, criada que suple con sentido com¨²n la insensatez de su amo) es un cruce donde se entrelazan con alegr¨ªa el retablo de marionetas y el entrem¨¦s de figuras.

Pantalone en ciernes, pelele al que todos torean, el Arg¨¢n de Flotats tiene gracia, presencia y un trasfondo tierno. Anabel Alonso es una serveta de la comedia del arte italiana ¨¢gil, zascandil y resolutiva, muy bien guiada. Ambos son ejes de un reparto en el que sobresalen tambi¨¦n el Beraldo cabal y cachazudo de Joaqu¨ªn Notario; el Tom¨¢s Diarreus, polemista majadero y doctor en ciernes, de Francisco D¨¢vila, y la Ang¨¦lica gr¨¢cil, pizpireta, de Bel¨¦n Landaluce, actriz cuya determinaci¨®n lleva al extremo con brillo cuanto Flotats le marca. En su interpretaci¨®n, la mu?equita del primer acto se transfigura en diplom¨¢tica capaz de dar r¨¦plicas sucesivas contundentes a su padre, a su madrastra y al prometido que le han endosado. Las coplas de picadillo que se marcan Rub¨¦n de Egu¨ªa y Landaluce levantaron un aplauso generalizado en la noche del estreno.

Flotats pone la funci¨®n en pie con vuelo teatral, sin descuidar detalle. La escenograf¨ªa de Frigerio y Massironi es de una magnificencia versallesca. Tal y como lo ha dispuesto, todo acontece en el siglo XVII pero nos habla del aqu¨ª y ahora, en particular el acto tercero, cuando Moli¨¨re viene a recordarnos que ning¨²n mal debe remediarse causando otro mal mayor. La traducci¨®n de Mauro Armi?o, precisa y euf¨®nica, ayuda sustancialmente a establecer el puente entre ¨¦pocas.

El director ha suprimido los ballets y cantables intermedios, seg¨²n es costumbre. Por sorpresa, tambi¨¦n ha eliminado el personaje de la hija menor de Arg¨¢n, que tiene una escena de contacto f¨ªsico estrecho con su padre y, seg¨²n se indica en el programa de mano, deb¨ªa ser interpretado en alternancia por cuatro ni?as. Tomada esta medida y tomada tambi¨¦n la decisi¨®n de pagarse de su bolsillo las pruebas de la covid-19, los actores actuaron sin mascarillas, contra lo anunciado d¨ªas atr¨¢s.

El enfermo imaginario. Texto: Moli¨¨re. Direcci¨®n: Josep Maria Flotats. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 27 de diciembre.