Ant¨ªgona y Tiresias: selecto programa doble
Stefan Hertmans y Kae Tempest reescriben ambos mitos con el director belga Guy Cassiers
Temporada Alta ten¨ªa previsto estrenar en octubre el programa doble Antigone in Molenbeek + Tiresias, del belga Guy Cassiers, con su compa?¨ªa del Toneelhuis de Amberes: otro golpe de pandemia impidi¨® esta esperada actuaci¨®n del grupo en Girona, pero se ha podido ver una filmaci¨®n del espect¨¢culo en la programaci¨®n a distancia del festival. Cassiers y Toneelhuis se atreven con todo, en franc¨¦s y en neerland¨¦s. Para citar algunas de sus grandes elecciones: Angels in America, de Tony Kushner; Hiroshima mon amour, de Marguerite Duras; En el bosque l¨¢cteo, de Dylan Thomas; el ciclo de En busca del tiempo perdido, de Proust; as¨ª como t¨ªtulos de Conrad (El coraz¨®n de las tinieblas), Lowry (Bajo el volc¨¢n), Musil (El hombre sin atributos), Virginia Woolf (Orlando) y una larga lista de nombres, que alternan prosas cl¨¢sicas con altas piezas oper¨ªsticas. O novelas que ha adaptado y dirigido, como La nieta del se?or Lihn (2018), de Philippe Claudel, que protagoniz¨® Llu¨ªs Homar. En esta ocasi¨®n, Cassiers ha elegido dos nombres m¨ªticos y los ha puesto en manos de autores contempor¨¢neos. Antigone in Molenbeek corre a cargo del belga Stefan Hertmans, que alcanz¨® el reconocimiento internacional con Guerra y trementina (2013). Y Kae Tempest, poeta y rapero, con t¨ªtulos traducidos al castellano, como la novela Cuando la vida te da un martillo (2017) o el poemario Mantente firme (2016). En dramaturgia, Tempest ha destacado con Wasted (2012), Glasshouse (2013) y Hopelessly Devoted (2014).
Antigone in Molenbeek + Tiresias es un doble y sorprendente espect¨¢culo en neerland¨¦s cuya filmaci¨®n se subtitul¨® en catal¨¢n. Ant¨ªgona fue interpretada por una joven actriz, Ikram Aoulad, y Tiresias, por la veterana Katelijne Damen, consagrada por Cassiers al encomendarle en 2013 el rol de Orlando, de Virginia Woolf, el personaje que, curiosa coincidencia con Tiresias, vivi¨® trescientos a?os como hombre y despert¨® mujer y m¨¦dium. Dos notables actrices, con voces po¨¦ticas, matizadas de ecos muy personales: Damen se dir¨ªa un cruce entre una madura Simone Signoret y Gena Rowlands. Ant¨ªgona est¨¢ cerca de la hero¨ªna griega, pero en la pieza de Hertmans se llama Nouria y habla as¨ª, describiendo lo que la rodea: ¡°Una manada de patos resbala por encima de los tejados de Oud-Molenbeek. Nubes delgadas. Olor de lluvia en la ma?ana, y de pronto aquella luz oblicua. Un sentimiento de esperanza difusa entre las nubes bajas¡±.
Nouria es musulmana. Sus padres, inmigrantes (a los que no vemos), viven en Molenbeek, uno de los barrios m¨¢s radicales de B¨¦lgica. Tampoco vemos al hermano de Nouria. Hab¨ªa marchado a Oriente Pr¨®ximo para entrar como soldado del ISIS. Ha derramado mucha sangre, ha vuelto a su ciudad, y luego se ha suicidado en un atentado. Nouria es una estudiante de Derecho. Quiere enterrar a su hermano. La decisi¨®n de la justicia es no enterrarle. Miro la cara de Nouria. Hay dolor en ella, pero tambi¨¦n una extra?a paz, una sonrisa melanc¨®lica. Una gitana con los ojos m¨¢s all¨¢ del r¨ªo: eso veo. Es dif¨ªcil no sentir amor o pena ante su rostro. Querr¨ªamos saber m¨¢s de los dos hermanos. Pero hay un largo silencio, y de repente: ¡°El agua muerta de las viejas ca?er¨ªas gorgotea medio dormida. Afuera, en el pasadizo, alguien llama a una puerta¡±.
Una luz de tiniebla. Peque?as urnas de hierro y vidrio. La voz de Nouria en el crep¨²sculo suena como la del poeta Vicent Andr¨¦s Estell¨¦s. Atm¨®sfera de m¨²sica de cuerda. Los m¨²sicos de Danel Quartet parecen mu?ecos con trajes de lujo. Una caja transparente llena de lo que parece sal, y hace pensar en un gran terr¨®n de az¨²car. El mon¨®logo de Nouria crece como el anochecer. Retengo estas frases: ¡°He de darle un lugar para que no se me aparezca cada d¨ªa. Como un alma en pena que no puede reposar¡±. Y esta frase amputada, que podr¨ªa ser una nader¨ªa, pero se me clava as¨ª: ¡°Todav¨ªa hay una alfombrita¡ una alfombrita donde mi hermano y yo¡¡±. Y esta otra, casi lorquiana, casi Thamar y Amn¨®n: ¡°Viento de desierto y or¨¢culo. Banderas negras. Guerra de fondo. Aroma de flores de naranja y arena empapada en lluvia¡±. Cada vez m¨¢s potencia en la voz de la hermana, sus frases como hileras brillantes.
M¨¢s tarde sabremos que el mon¨®logo de Nouria llega a la hora, hora y media. Y un tiempo similar, con una peque?a pausa, ocupa la reci¨¦n llegada Tiresias, que ha comenzado a escuchar ¡°un zumbido fuerte, ensordecedor, un viento de verano que atraviesa infinitas hileras de ¨¢lamos¡±. ?D¨®nde est¨¢ el v¨ªnculo entre las dos mujeres? Hay una hermandad. Hablan de un modo muy similar. Tiresias tiene aire de mujer sabia, bondadosa, pero capaz de lo m¨¢s tremendo. Algo va a pasar con ella. Habla de ¡°horas blancas y mortales, sin conciencia del tiempo. ?D¨ªas? ?Noches? Luz blanca¡±. Tiresias ha sido un ni?o de 15 a?os, como pudo ser la madre de una ni?a. Y animales que acuden a la cita: ¡°Dos serpientes que se retuercen, se envuelven¡±. El mon¨®logo de Tiresias es agua cayendo r¨ªo abajo. Hay frases que no se desvelan f¨¢cilmente. Y otras que son transparentes: ¡°Guarda los ojos en una bolsa de pl¨¢stico¡±. La belleza, la ferocidad y el dolor son evidentes. Sus voces y la poes¨ªa son regalos, pero dos horas y treinta minutos resultan, para m¨ª, un tiempo excesivo.
Antigona in Molenbeek & Tiresias. Texto: Stefan Hertmans y Kae Tempest. Direcci¨®n: Guy Cassiers. Festival Temporada Alta de Girona. Programaci¨®n a distancia.
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