Lois Pati?o: ¡°No hay diversidad en la oferta audiovisual¡±
Exponente del Novo Cine Galego, el director acaba de estrenar ¡®L¨²a vermella¡¯
Lois Pati?o (Vigo, 1983) es uno de los exponentes del llamado Novo Cine Galego: una joven generaci¨®n de cineastas muy arraigada en la cultura y el paisaje gallegos. Su ¨²ltima pel¨ªcula, L¨²a vermella, bebe tambi¨¦n de esa fuente.
Pregunta. Siendo hijo de pintores abstractos, ?c¨®mo le dio por el cine?
R. Me daban v¨¦rtigo los siglos y siglos de historia de la pintura. Encontrar una voz propia, distinguible o relevante, me parec¨ªa que supondr¨ªa un esfuerzo tit¨¢nico. En cambio, el cine, con su siglo escaso de vida, me pareci¨® m¨¢s asequible. Le ve¨ªa tambi¨¦n m¨¢s ingredientes con los que poder jugar.
P. El paisaje gallego vuelve a ser protagonista en su ¨²ltima pel¨ªcula. ?Podr¨ªa hacer una en una gran ciudad?
R. La naturaleza estaba all¨ª antes que nosotros, crece y muere y vuelve a crecer. Esa energ¨ªa, esa vitalidad, es la que me ha interesado captar, con la que he procurado conectar. Pero justo ahora, como reto, estoy terminando una pel¨ªcula rodada en Tokio de noche. Solo dejo las luces artificiales: ventanas, neones, trenes luminosos. Hago desaparecer todo lo material. Se titula El sembrador de estrellas por un poema de Machado: ¡°Tal vez la mano, en sue?os / del sembrador de estrellas / hizo sonar la m¨²sica olvidada¡±. La primera presentaci¨®n de esta obra ser¨¢ en un planetario.
P. ?De d¨®nde surge eso que llaman Novo Cinema Galego?
R. Surge de la visi¨®n l¨²cida del cr¨ªtico gallego Martin Pawley junto a Jos¨¦ Manuel Sande y Xurxo Chirro. Como toda etiqueta, nace para nombrar y dar a conocer. Martin Pawley ha sido el sism¨®grafo que detectaba cualquier se?al de talento en el territorio gallego. Las tres palabras del nombre siempre se pusieron en cuesti¨®n: ?es novo?, ?es cinema?, ?es galego? Este cuestionamiento est¨¢ en la semilla del grupo: la diversidad y la exploraci¨®n de nuevas formas cinematogr¨¢ficas es su ADN. La percepci¨®n de una naturaleza habitada, un paisaje con memoria, poblado de mitos, creo que tambi¨¦n puede aparecer como denominador com¨²n en muchos casos. Pero creo me falta distancia, temporal o f¨ªsica, para definirlo mejor. Aunque la indefinici¨®n del estilo del movimiento habla elocuentemente de su diversidad.
P. Usted adem¨¢s hace videoinstalaciones y piezas experimentales que se exhiben en museos. ?C¨®mo se refleja eso en sus pel¨ªculas?
R. No es que se refleje uno en otro sino que es un mismo proceso de b¨²squeda. A veces una pieza cristaliza en una pel¨ªcula y otras veces en una videoinstalaci¨®n. Pero el tener un pie en cada territorio siento que me ayuda a comprender la perspectiva diferente desde la que ser¨¢ contemplado el trabajo final. En el cine se subraya lo narrativo, en el arte se focaliza en lo conceptual. Por suerte llego en un momento donde sus fronteras son m¨¢s porosas, y a esa apertura procuro contribuir.
P. ?Qu¨¦ exposici¨®n le ha impactado m¨¢s ¨²ltimamente?
R. Me ir¨¦ hasta hace un a?o en Jap¨®n. Como se nos ha robado una porci¨®n de tiempo, espero que valga. En Naoshima hay una peque?a construcci¨®n de Tadao Ando hecha para albergar una obra de James Turrell. En el interior solo hay oscuridad, hasta que tus ojos se empiezan a acostumbrar a ella. Entonces comienza a emerger ante ellos un espacio de luz gris ilimitado. Es una experiencia profundamente espiritual.
P. ?Y una pel¨ªcula?
R. Vitalina Varela, de Pedro Costa. Desde que hiciera En el cuarto de Vanda all¨¢ por el 2000, se erigi¨® como uno de los cuatro o cinco faros que iluminan el cine del presente y el futuro.
P. ?En cu¨¢l se quedar¨ªa a vivir?
R. La primera que me ha venido a la cabeza es Cuenta conmigo. Amistad, preadolescencia, aventuras, descubrimiento, viaje. Una pandilla de amigos dejando de ser ni?os lanz¨¢ndose a sus primeras aventuras. Encuentro plenitud ah¨ª, vivencias tan intensas que te habitar¨¢n hasta el ¨²ltimo d¨ªa.
P. ?Deja muchas a medias?
R. Una enorme oferta audiovisual ha conquistado los salones nocturnos y es muy f¨¢cil perderse en el magma de im¨¢genes. En esa oferta, a pesar de ser gigantesca, no existe diversidad. El imaginario estadounidense est¨¢ colonizando cada rinc¨®n del planeta, y es una pena ver como las singularidades de cada cultura van siendo borradas por la erosi¨®n de esta cascada de im¨¢genes.
P. ?Qu¨¦ tipo de cine aborrece?
R. El hecho con piloto autom¨¢tico, que copia una y otra vez formulas trilladas.
P. ?Qu¨¦ libro tiene ahora en su mesilla de noche?
R. Estoy terminando por fin la promoci¨®n de la pel¨ªcula y puedo sumergirme nuevamente en la lectura. Voy picoteando: El antrop¨®logo inocente, de Nigel Barley; Mito y realidad, de Mircea Eliade; Guerra interior, de Ang¨¦lica Liddell; Los ojos azules, pelo negro, de Marguerite Duras; Materia y memoria, de Henri Bergson...
P. ?Qu¨¦ canci¨®n o tema musical elegir¨ªa como autorretrato?
R. The Disintegration Loops, de William Basinky.
P. ?Qu¨¦ encargo no aceptar¨ªa jam¨¢s?
R. Uno en el que no pudiera encontrar algo con lo que sentirme identificado.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ socialmente sobrevalorado?
R. La atenci¨®n medi¨¢tica al deporte.
P. ?A qui¨¦n le dar¨ªa el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa?
R. A Oliver Laxe y Albert Serra.
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