La semana en que Hitler se top¨® con Churchill
H¨²ngaro emigrado a Estados Unidos, el historiador John Lukacs fue un grande de la historia como g¨¦nero narrativo. As¨ª lo demostr¨® en ¡®Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940¡ä, dedicado a una semana en la que Alemania pudo ganar la Segunda Guerra Mundial
El primer aniversario de la muerte del historiador John Lukacs coincidi¨® con la llegada a las librer¨ªas espa?olas de la reedici¨®n de uno de sus libros clave: Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940. El libro apareci¨® por vez primera en ingl¨¦s en 1999 y fue traducido, en 2001, por Ram¨®n Garc¨ªa para la editorial Turner. Es una excelente ocasi¨®n para releerlo o, si no, para leerlo por vez primera. John Lukacs es un autor muy interesante, al tiempo que un enorme narrador. Cat¨®lico y enemigo de modas ...
El primer aniversario de la muerte del historiador John Lukacs coincidi¨® con la llegada a las librer¨ªas espa?olas de la reedici¨®n de uno de sus libros clave: Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940. El libro apareci¨® por vez primera en ingl¨¦s en 1999 y fue traducido, en 2001, por Ram¨®n Garc¨ªa para la editorial Turner. Es una excelente ocasi¨®n para releerlo o, si no, para leerlo por vez primera. John Lukacs es un autor muy interesante, al tiempo que un enorme narrador. Cat¨®lico y enemigo de modas pasajeras, se autodefin¨ªa como idealista materialista y como un historiador ¡°un tanto inclasificable¡±. No cre¨ªa en la historia como ciencia, ni como ciencia social, pero s¨ª en su cercan¨ªa con la literatura, y no establec¨ªa fronteras entre historiadores acad¨¦micos y aficionados. Para ¨¦l, la historia era, por encima de todo, el conocimiento de seres humanos por parte de otros seres humanos. Lo que la gente piensa y pens¨® se encontraba en el centro de su inter¨¦s. Intent¨®, a lo largo de toda su extensa obra, responder a lo que ¨¦l mismo designara como el ¡°hambre de historia¡± en las sociedades contempor¨¢neas.
Nacido en Budapest en 1924 y emigrado a finales de la d¨¦cada de 1940 a los Estados Unidos, Lukacs fue durante d¨¦cadas profesor de historia en el Chestnut Hill College, en Filadelfia. Falleci¨® hace algo m¨¢s de un a?o, en mayo de 2019. Es autor de una treintena de libros, dedicados sobre todo a la Segunda Guerra Mundial y a sus principales actores, en especial Hitler y Churchill. Algunos han sido traducidos al castellano, en Turner: el ya citado Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940, as¨ª como El Hitler de la historia, Junio de 1941: Hitler y Stalin y Sangre, sudor y l¨¢grimas: Churchill y el discurso que gan¨® una guerra. En la misma casa editorial han visto la luz una breve historia del Novecientos (Historia m¨ªnima del siglo XX) y un par de obras m¨¢s metodol¨®gicas y personales: El futuro de la Historia y ?ltimas voluntades. Memorias de un historiador. En Editorial Sombra se ha publicado George Kennan: estudio de una personalidad. Quedan por ahora in¨¦ditos, en nuestro pa¨ªs, algunos vol¨²menes importantes sobre la consciencia hist¨®rica, el a?o 1945, Churchill, Estados Unidos en el siglo XX o el populismo y la democracia.
Advierte John Lukacs, en Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940, que Hitler pudo ganar la Segunda Guerra Mundial en 1940 o en 1941. No estaba condenado de antemano a perderla. Los ¨²ltimos d¨ªas de mayo de 1940 resultaron, en este sentido, dram¨¢ticos. Mientras que Churchill se convert¨ªa el 10 de mayo en el nuevo primer ministro ingl¨¦s, en sustituci¨®n de Neville Chamberlain ¨Cprincipal defensor entre 1937 y 1939 de la pol¨ªtica de contemporizaci¨®n-, el mismo d¨ªa empezaba la conquista hitleriana de Europa occidental. Una semana y media despu¨¦s, la ofensiva germana estaba resultando un ¨¦xito ¨Ccon Hitler como primer sorprendido, que fren¨® el avance imparable hacia Dunkerque- y la retirada franco-brit¨¢nica hacia la costa atl¨¢ntica amenazaba con un tr¨¢gico desenlace. Cuando el d¨ªa 23 estaba llegando a su fin, casi un cuarto de mill¨®n de soldados brit¨¢nicos estaban atrapados y cercados en el continente por los alemanes. Boulogne ya hab¨ªa ca¨ªdo y Calais estaba sitiada; la operaci¨®n en Dunkerque era, en aquel momento, una inc¨®gnita. Los gobernantes franceses merec¨ªan poca confianza y los estadounidenses miraban hacia otro lado, B¨¦lgica estaba fuera de juego y Mussolini, por si fuera poco, dejaba ver que pronto entrar¨ªa en el conflicto alineado con Alemania.
En esta obra se relata el pulso mantenido, en el seno del Gabinete de guerra brit¨¢nico, entre Winston Churchill y lord Halifax, ministro de Exteriores, entre el 24 y el 28 de junio a prop¨®sito de una posible negociaci¨®n con Hitler. Se trataba de un conflicto entre distintas derechas, en la que el pragmatismo de Halifax y el europe¨ªsmo de Churchill no resultaban cuestiones menores. Formaban parte tambi¨¦n de este gabinete restringido, Chamberlain y los l¨ªderes laboristas Clement Attlee y Arthur Greenwood. Tras muchas reuniones y propuestas y tras mucha tensi¨®n y el temor a dimisiones, que habr¨ªan generado una profunda crisis ministerial, Churchill acab¨® anunciando que, pasase lo que pasase en Dunkerque, Gran Breta?a no negociar¨ªa con Hitler y continuar¨ªa luchando. Curiosamente, Churchill no abord¨® estas delicadas cuestiones en sus celebradas memorias. En los d¨ªas siguientes, Dunkerque acab¨® convirti¨¦ndose en un ¨¦xito parcial dentro de un inmenso fracaso. Churchill, que cuando accedi¨® a la jefatura del gobierno ¨Cel rey y algunos conservadores prefer¨ªan a Halifax- no estaba en su mejor momento de popularidad, se fue afianzando progresivamente.
Dedica el autor un cap¨ªtulo a cada una de esta media decena de jornadas, del 24 al 28 de mayo, precedidos por otro, de tipo introductorio, y un apartado final en donde se exploran las consecuencias de las decisiones tomadas y la evoluci¨®n de los acontecimientos b¨¦licos. Adem¨¢s de las discusiones en el Gabinete de guerra, se analiza la situaci¨®n pol¨ªtica y b¨¦lica y, asimismo, las informaciones period¨ªsticas y las encuestas de opini¨®n de Mass-Observation, que se complementan con numerosos testimonios memoriales de escritores, artistas, pol¨ªticos y militares. Sorprende el silencio de la prensa y la ignorancia generalizada de los ingleses sobre la situaci¨®n real de su pa¨ªs. Comoquiera que sea, en aquellos d¨ªas postreros de mayo de 1940, sostiene John Lukacs, Winston Churchill no perdi¨® la guerra: ¡°En ese momento y en ese lugar, la salvaci¨®n de Inglaterra, de Europa, de la civilizaci¨®n occidental hubiese sido inconcebible sin ¨¦l¡±.
Cinco d¨ªas en Londres, mayo de 1940. John Lukacs. Turner, 2020. Traducci¨®n de Ram¨®n Garc¨ªa. 229 p¨¢ginas.17 Euros.