Venga, ?qui¨¦n va primero?

Revancha no es otra novela m¨¢s de Barcelona. Es una novela excepcional de otra Barcelona: la de la periferia o el extrarradio ¡ªde La Mina y Sant Adri¨¤ a las poblaciones del Baix Llobregat¡ª, donde se alojan y recluyen los expulsados de BAR-CEL-ONA, la millor botiga del m¨®n. Incluye expresamente estos dos esl¨®ganes usados para promocionar la marca Barcelona y convertir la ciudad en objeto de deseo y multitudinario destino tur¨ªstico porque, mientras todo eso suced¨ªa ¡ªd¨¦cada de los noventa¡ª y engrosaba los anales, en la ciudad tambi¨¦n suced¨ªan otras cosas, y por sus calles se mov¨ªan bastante a sus anchas grupos de j¨®venes neonazis, singularmente los vinculados al batall¨®n ultra del Bar?a, los Boixos Nois.

Kiko Amat construye Revancha en torno a dos personajes protag¨®nicos ¡ªAmador y C¨¦sar¡ª, cuyas vidas acabar¨¢n cruz¨¢ndose. De ambos se recogen experiencias clave de la infancia y la adolescencia, incluida la minuciosa radiograf¨ªa del n¨²cleo familiar, m¨¢s una sustanciosa selecci¨®n de hechos y experiencias que iluminan la posterior deriva y que explican el presente o punto de llegada. Ambas historias van altern¨¢ndose en cap¨ªtulos que combinan el contrapunto temporal, o por el contrario se anclan en un ¨²nico episodio, bien sea para cubrir el pasado, o bien sea para avanzar a partir de la acci¨®n y la escena representada en el arranque de la novela, la cual precipita la intriga y desencadena el conflicto central de Revancha. En esta escena inicial, Kiko Amat nos somete a un centrifugado de 1.200 revoluciones por minuto, del que salimos tan sacudidos y estrujados como salen las prendas del tambor de la lavadora. No s¨®lo por meternos de cabeza en una intensa y culminante situaci¨®n de cuyos antecedentes nada sabemos, sino tambi¨¦n por estar narrada en segunda persona y protagonizada por personajes que hablan en su particular jerga (en la que no obstante conseguiremos adentrarnos).

Es otro rasgo destacable de Revancha: la s¨®lida factura narrativa, apreciable en la capacidad del autor para armar y mezclar entre s¨ª piezas de muy distinta naturaleza. Tambi¨¦n en la equilibrada alternancia entre la acci¨®n (tan veloz como feroz) o el desarrollo de la intriga y esos flashbacks que en gran medida escenifican un momento decisivo o bien narran un peque?o suceso cotidiano, a veces inocuo, pero que sin embargo dejar¨¢ un impacto emocional: alegr¨ªa, odio, aversi¨®n, tristeza, deseo, desesperaci¨®n, temor, ira. En cuanto a la mencionada combinaci¨®n de voces narrativas ¡ªla segunda persona para contar la historia de Amador y la tercera para la de C¨¦sar¡ª, admito que progresivamente me fui reconciliando con ese t¨², que sin duda funciona muy bien en tramos introspectivos, de inflexi¨®n y autoan¨¢lisis, pero que no deja de ser artificioso y dif¨ªcil de sostener en tiradas largas. No importa. Lo decisivo es el poderoso lenguaje de Kiko Amat: la riqueza y pluralidad de registros, las inflexiones y modismos, el habla o la jerga de tantos personajes como los que aqu¨ª tienen cabida, y cuya articulaci¨®n se traduce en una espl¨¦ndida y sugestiva polifon¨ªa.

Ahora bien, quiz¨¢ lo m¨¢s admirable sea la forja de dos grandes personajes que desde luego no vamos a olvidar f¨¢cilmente, en parte porque no abundan figuras de tal calado en nuestra narrativa. Incluidos los femeninos: las madres o la impar Chari.

Fran Amador es el n¨²mero dos de Lokos, la facci¨®n del grupo ultra que ocupaba el gol sur del Camp Nou en las pasadas d¨¦cadas de los ochenta y noventa, que, sin abandonar la violencia, pasan del fanatismo deportivo a la acci¨®n criminal para obtener un lucro personal, a costa de manejar y manipular a sus ¡°soldados¡± y ¡°cachorros¡±. Poco queda ya de su juvenil relaci¨®n sexual con Alberto, El Cid ¡ªhijo de una pareja perteneciente a la progres¨ªa culta y rica¡ª, n¨²mero uno de la organizaci¨®n. Del obligado ocultamiento de su condici¨®n homosexual en tal entorno y de los nuevos agravios que se suman a las heridas de la infancia (familia lumpen, abandono, hogares de acogida, calles, calles, calles¡­) brota el drama en el que parece ir a hundirse. C¨¦sar Beltr¨¢n tuvo una vida algo m¨¢s amable. Prometedor jugador de rugby en su juventud, se gana ahora la vida como sicario al servicio de Fundador, quien le encarga una serie de trabajos con que vengar a las v¨ªctimas de pederastas o conductores que tras cometer un atropello se dan a la fuga. Vive en un viejo campin abandonado y s¨®lo se relaciona con su hermana Paloma y su sobrina Luc¨ªa, a las que protege.

Alrededor de Amador y C¨¦sar, sobre todo de aquel, se mueve un considerable n¨²mero de personajes que no son planos, ni tienen un mero papel ornamental o pintoresco, ni est¨¢n enfocados desde una sociolog¨ªa superficial y previsible, ni ¡ªmenos a¨²n¡ª sirven a un discurso interesado y acoplado a la demanda que convenga atender, como nos han ofrecido algunos otros escritores barceloneses de la promoci¨®n de Amat. Con todos sus personajes, Kiko Amat opera con t¨¦cnicas de cirug¨ªa l¨¢ser. Y les aplica una lente de alta precisi¨®n, una mirada microsc¨®pica, incluso a aquellas figuras captadas al vuelo, al entrar en un bar, o en la sala de espera de un hospital, o al circular por tantas y tantas calles. Y son docenas y docenas. Lo mismo cabe decir de los espacios y sus ambientes, representados desde un hiperrealismo cuajado de detalles y matices.

Por todo ello, Revancha me parece un sobrecogedor retablo, que nos deja una lacerante y admirable impresi¨®n de verdad, tan nutrida de vida como de literatura. Es, con diferencia, la mejor novela espa?ola que he le¨ªdo en estos ¨²ltimos meses.

Revancha

Autor: Kiko Amat.

Editorial: Anagrama, 2021.

Formato: 324 p¨¢ginas. 19,90 euros.