Ch¨¦jov en el exilio mexicano
Alberto Conejero ofrece una nueva lectura de ¡®La gaviota¡¯ en un espect¨¢culo que funciona mejor sobre el papel que en el escenario
Buena parte de la producci¨®n dram¨¢tica de Alberto Conejero se asienta en la confluencia de tradici¨®n literaria y memoria. Es la gran singularidad de su escritura, adem¨¢s de su marcado tono po¨¦tico. La piedra oscura (2014) exhuma el drama de la Guerra Civil a trav¨¦s de Lorca. Los d¨ªas de la nieve (2017) evoca...
Buena parte de la producci¨®n dram¨¢tica de Alberto Conejero se asienta en la confluencia de tradici¨®n literaria y memoria. Es la gran singularidad de su escritura, adem¨¢s de su marcado tono po¨¦tico. La piedra oscura (2014) exhuma el drama de la Guerra Civil a trav¨¦s de Lorca. Los d¨ªas de la nieve (2017) evoca el tr¨¢gico final de Miguel Hern¨¢ndez por medio de las memorias de su viuda, Josefina Manresa. En La geometr¨ªa del trigo (2018), una historia de tres generaciones de una familia desde los a?os setenta, vuelve a resonar Lorca. Su nueva obra, Paloma negra, mantiene esta constante, aunque la referencia literaria m¨¢s directa en este caso no es un autor espa?ol, sino Ch¨¦jov: es una especie de versi¨®n de La gaviota protagonizada por exiliados republicanos en M¨¦xico.
El argumento es casi id¨¦ntico al de La gaviota. Una actriz espa?ola con aires de diva vive exiliada en un pueblo del desierto mexicano con su hijo, un m¨²sico emergente enamorado de una joven escritora del lugar que anhela triunfar en la capital. Pero la muchacha no lo quiere a ¨¦l, sino al amante de la madre, un c¨¦lebre autor llamado Max Rejano (mezcla de los exiliados Max Aub y Juan Rejano) despreciado por el hijo no solo por celos sino tambi¨¦n por razones art¨ªsticas: el eterno enfrentamiento entre la vanguardia y las viejas formas. Asistimos adem¨¢s a la amargura de otra joven que est¨¢ enamorada del m¨²sico y que, al no ser correspondida, acepta casarse con un maestro al que nunca amar¨¢.
Conejero encaja las tribulaciones de los personajes de Ch¨¦jov con las de los exiliados y asombra lo bien que se articula el cruce. La misma a?oranza de algo que ya no existe. El desierto como trasunto de la estepa rusa y met¨¢fora del destierro. La ciudad como promesa. La paloma negra como reencarnaci¨®n de la gaviota. La sensaci¨®n de los hijos de no pertenecer a ning¨²n lugar. ¡°?Nac¨ª en un barco en mitad del oc¨¦ano y all¨ª sigo!¡±, lamenta el joven m¨²sico.
El texto funciona, pero no tanto su traslaci¨®n al escenario, dirigida por el propio Conejero. Falta el torrente subterr¨¢neo que recorre las obras de Ch¨¦jov. Esa vibraci¨®n que subyace en cada palabra y cada silencio. El argumento se come a los personajes: enuncian lo que les pasa, pero no lo sentimos. En parte por el tono recitativo de los actores, pero tambi¨¦n porque los di¨¢logos entre ellos no lo propician. Son bellos, cargados de met¨¢foras y referencias literarias, pero suenan un tanto solemnes. Da la sensaci¨®n de que el espect¨¢culo no avanza hacia ning¨²n sitio y acaba resultando plano.
Paloma negra. Texto y direcci¨®n: Alberto Conejero. Teatros del Canal. Madrid. Hasta el 21 de febrero.