Nuestros ayeres
'La geometr¨ªa del trigo', gran texto escrito y dirigido por Alberto Conejero, empieza su gira tras conmover al p¨²blico en Madrid
Ten¨ªa muchas ganas de ver La geometr¨ªa del trigo en el Valle-Incl¨¢n, pero no la pude pillar hasta su pen¨²ltimo d¨ªa. Escribo ahora porque me pareci¨® una soberbia funci¨®n, compleja y clara a la vez; un poderoso relato de amor y p¨¦rdida. Me sacudi¨® y quiero decirlo, porque sent¨ª c¨®mo sacud¨ªa tambi¨¦n al p¨²blico, y quiero intentar que gire mucho. Lo merece: se agotaron las localidades todos los d¨ªas. De momento tiene unos cuantos bolos. En mayo en Zaragoza, en octubre en Valencia, en noviembre en Sevilla, en enero en Granada. Pero deber¨ªa conmover a m¨¢s espectadores.
Todo el rato me hizo pensar en Natalia Ginzburg, en Las palabras de la noche o en Nuestros ayeres. Le robo este ¨²ltimo t¨ªtulo para la cr¨ªtica. Cuenta Alberto Conejero, su autor y director:¡°La geometr¨ªa del trigo es un viaje de norte a sur, de sur a norte, de ahora a entonces y de entonces a ahora. Una historia de tr¨¢nsitos y transiciones entre tiempos, espacios, lenguas y formas de amar¡±. Recuerdo el espect¨¢culo y pienso tambi¨¦n que su Andaluc¨ªa es ¡°el sur¡±, como la pel¨ªcula de Erice. Y tambi¨¦n podr¨ªa ser una pel¨ªcula suya, por su poes¨ªa ¨¢spera, delicada e intensa. O de Guti¨¦rrez Arag¨®n, Borau, Ch¨¢varri. Del gran cine espa?ol de mi adolescencia.
Alessio Meloni ha colocado dos bancos enfrentados en escena. Y en mitad, una grieta. Dos ¨¦pocas, dos historias que convergen. Una sucede en la Andaluc¨ªa de mitad de los setenta; la otra, en la Barcelona de treinta a?os despu¨¦s. Seis personajes. Una sabia indicaci¨®n de Conejero: ¡°Aunque algunos personajes aparezcan en tiempos y edades distintos, ser¨¢n interpretados por los mismos actores. Lo que el espectador debe ver es una voz que se abre en dos tiempos, y no un int¨¦rprete que finge dos edades de un cuerpo¡±. En Barcelona, una pareja, Joan (Jos¨¦ Bustos) y Laia (Eva Rufo) recibe la noticia de la muerte de Antonio (Juan Vinuesa), padre del primero, y largo tiempo desaparecido. Viaje a 1975. Andaluc¨ªa. Un pueblo minero. Antonio y Beatriz (Zaira Montes) est¨¢n a punto de tener un hijo. Samuel (Jos¨¦ Troncoso), amigo de Antonio, es el hombre que vuelve. Emilia (Consuelo Trujillo), madre de Beatriz, desconf¨ªa de lo que viene a proponer. Esto es solo el principio.
Como en las mejores narraciones, los datos se van revelando poco a poco. Una carta dice: ¡°Regresa al lugar donde nunca estuviste¡±. As¨ª puede hablar una madre al hijo en su vientre. Antes he mencionado a Ginzburg y me refiero a su tono. Conejero y sus formidables int¨¦rpretes dibujan muy bien, por ejemplo, el enflaquecimiento de algunas pasiones y la emergencia de otras. Algunos llegan a decirse lo que les est¨¢ pasando. A otros les cuesta much¨ªsimo, quiz¨¢s porque hay muchos a?os de por medio. Pero siempre hay una gran verdad: cuando se dicen lo que es inesquivable, o cuando no lo dicen pero nos damos cuenta de que lo saben. Los silencios del p¨²blico fueron los silencios de los personajes: primero por lo que no dec¨ªan y, luego, el mutismo que provocaba lo que dijeron de golpe. Anot¨¦ algunas frases secas que me provocaron el llanto. ¡°No quiero seguir con alguien que cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s triste, m¨¢s lejos de m¨ª. ?Para qu¨¦ quiero yo una casa, si no soy feliz en ella?¡±. O esta otra: ¡°Cuando nazca nuestro hijo le pondr¨¦ un nombre que te haga olvidarme¡±. O esta hermosa clausura: ¡°El v¨ªnculo nunca desaparece, y siempre estamos a tiempo de protegerlo¡±. Me gust¨® que los actores no se comportasen como galanes, y que las actrices no buscaran la belleza porque ya la exhalaban. Otro de los momentos que nos partieron el alma (y vuelvo a hablar en plural) es la escena en la que Emilia le recuerda a su hija lo que se dijeron en el hospital. Tras los aplausos, Conejero quiso salir a escena para celebrar el coraje de Consuelo Trujillo, que hizo la funci¨®n con el brazo roto por tres puntos y en cabestrillo: ni loca, hab¨ªa dicho, dejar¨ªa a los compa?eros ni abandonar¨ªa la funci¨®n. A N¨²ria Espert en Romancero gitano tambi¨¦n le vi lograr que me olvidara de su dolor real para percibir el dolor representado. As¨ª se forj¨® el acero.
Lo ¨²nico que no me convence de esta gran funci¨®n es el t¨ªtulo, quiz¨¢s porque me resulta un poco pomposo, quiz¨¢s porque no acabo de entenderlo. Todo lo dem¨¢s me parece admirable: el trabajo actoral, la composici¨®n de la historia y la m¨²sica de los di¨¢logos, la sutil¨ªsima puesta en escena, la generosidad de Joan y Laila alternando el castellano con algunas frases en catal¨¢n, el eco que esos amores y desamores dejan en nosotros. Me han gustado mucho otras obras de Alberto Conejero, pero esta creo que es su trabajo m¨¢s personal, alto y verdadero.
La geometr¨ªa del trigo. Texto y direcci¨®n: Alberto Conejero. Pr¨®ximas funciones: Zaragoza, 11 y 12 de mayo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.