Un boxeador shakespeariano
La dramaturga Denise Duncan no aprovecha en su obra todo el potencial que contiene el personaje de Jack Johnson, el primer p¨²gil negro en ganar el t¨ªtulo mundial de los pesos pesados
?Qu¨¦ fant¨¢stico personaje dram¨¢tico fue el boxeador Jack Johnson! El apodado Gigante de Galveston protagoniz¨® la lucha racial en EE UU a principios del siglo XX al convertirse en 1908 en el primer negro en conquistar el t¨ªtulo mundial de los pesos pesados, lo que desat¨® una ola de racismo en el pa¨ªs y una campa?a de desprestigio que culmin¨® con su detenci¨®n en 1913 por atravesar una frontera estatal con una mujer blanca con ¡°prop¨®sitos inmorales¡±. Huy¨® al extranjero en 1915 para evitar la c¨¢rcel y vivi¨® tres a?os en Barcelona antes de regresar a su pa¨ªs en 1920. Pero m¨¢s all¨¢ de esta fascinante peripecia, Johnson es teatralmente interesante sobre todo por su personalidad: provocador, juerguista, amante del lujo y las mujeres (blancas), era excesivo y contradictorio como un personaje de Shakespeare, autor que el p¨²gil recitaba a la menor ocasi¨®n. Como un h¨¦roe tr¨¢gico, ¨¦l tambi¨¦n se rebel¨® contra el destino que le estaba reservado como negro en un pa¨ªs de blancos y pag¨® por ello.
La dramaturga Denise Duncan, costarricense afincada en Barcelona y afrodescendiente como Johnson, ha tenido el buen ojo de convertir a este boxeador en protagonista de una obra teatral reconstruyendo no solo los episodios m¨¢s sonados de su vida, sino incidiendo en su personalidad tr¨¢gica. Para ello centra la acci¨®n en el Excelsior, un local del Paralelo barcelon¨¦s que frecuent¨® el p¨²gil, de manera que el resto de su historia se presenta como una evocaci¨®n desde ese lugar: recuerdos y pesadillas que surgen entre el humo y la m¨²sica del cabar¨¦. Su rivalidad con James Jeffries, La Gran Esperanza Blanca, espoleada por las cr¨®nicas racistas de Jack London. Su detenci¨®n arbitraria, su relaci¨®n con las mujeres, su amistad con las cabareteras. Y un leitmotiv que se repite durante la obra: ¡°Yo no he nacido para morder el polvo¡±.
Estrenada en catal¨¢n el pasado oto?o en la sala Beckett de Barcelona y recientemente en castellano en el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid, la estructura de El combate del siglo parece id¨®nea para recrear la vida de Johnson con aliento po¨¦tico, pero cierto desorden y redundancias en su desarrollo hacen que la funci¨®n, dirigida por la propia Duncan, resulte confusa y repetitiva. El texto no logra aprovechar todas las posibilidades del personaje, y la interpretaci¨®n dubitativa de Armando Buika tampoco ayuda a profundizar en sus pulsiones internas. El resto del reparto se desdobla en varios papeles y cumple su cometido con correcci¨®n, especialmente Queralt Albinyana y Yolanda Sikara, dos poderosas voces de music hall capaces de convertir un ring de boxeo en un cabar¨¦ sin necesidad de cambiar el decorado.
El combate del siglo. Texto y direcci¨®n: Denise Duncan. Teatro Valle-Incl¨¢n. Madrid. Hasta el 23 de mayo.
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