Desarmar al desalmado

?Qu¨¦ dif¨ªcil es caminar por el filo de la iron¨ªa de David Mamet! Trigo sucio, su comedia reci¨¦n estrenada en Madrid, es una aguzada s¨¢tira sobre la industria cinematogr¨¢fica estadounidense, f¨¢brica de sue?os cuyo motor se alimenta a veces con capitales de origen inconfesable, necesitados de blanqueo r¨¢pido. El autor de la pieza caricaturiza la prepotencia, la ignorancia y la lascivia de alguno de los productores con los que se ha ido encontrando en su larga andadura, utilizando como modelo a Harvey Weinstein, cofundador de Miramax, empresa que dio a luz pel¨ªculas como El paciente ingl¨¦s, Pulp Fiction, Shakespeare in Love¡­ Acusado por varias actrices, Weinstein fue condenado en 2020 por sendos delitos de agresi¨®n sexual y violaci¨®n.

Mamet estren¨® Trigo sucio en Londres un a?o antes de la condena de Weinstein (con John Malkovich en el papel de Barney Fein, trasunto del productor enjuiciado) y la cr¨ªtica le dio para el pelo. Especialista en t¨¦cnicas de acoso y derribo, c¨ªnico hasta la m¨¦dula, Fein no despierta simpat¨ªa alguna en el espectador: resulta abominable, pero lo que cuenta y la iron¨ªa con la que lo cuenta tiene inter¨¦s y pellizco humor¨ªstico. Es un personaje endiabladamente dif¨ªcil: le sobra cinismo. Mamet lo usa para pasar r¨ªos de informaci¨®n: esto no es siempre un defecto, pero supone un inconveniente para su int¨¦rprete, Nancho Novo, que hace un trabajo notable de composici¨®n f¨ªsica y vocal de un tipo bien diferente de los que ¨¦l da con naturalidad. Cuando m¨¢s abyecto se muestra su personaje es cuando m¨¢s punta le saca. Se permite, incluso, encajar cuatro morcillas en el texto y a?adir alguna acci¨®n, todo ello con propiedad.

En su cabal adaptaci¨®n, Bernab¨¦ Rico ha cambiado el personaje de la actriz asi¨¢tica por una de origen ruso, por un imperativo obvio y aprovechando que Mamet ironiza por extenso sobre la recurrencia de EE UU a demonizar a sus adversarios. El montaje de Juan Carlos Rubio pasa de puntillas sobre los pasajes m¨¢s pol¨ªticamente inc¨®modos del texto, sin pronunciarse sobre ellos. Eva Isanta encarna con fidelidad pero apenas sin modulaci¨®n la figura de la asistente personal que trae al magnate neoyorquino las noticias del exterior. La Irina original tiene una picard¨ªa y un cierto misterio que no asoman en la ingenua Irina interpretada por Candela Serrat bajo la direcci¨®n de Rubio. La funci¨®n se sigue con inter¨¦s fijo y su final est¨¢ bien resuelto.

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