Liza Ambrossio, pasear por el lado salvaje
La artista mexicana presenta su ¨²ltimo proyecto dentro de la programaci¨®n de PhotoEspa?a. Su obra indaga en el malestar en la cultura, a trav¨¦s de un cruce de fotograf¨ªa y ¡®performance¡¯
El mimetista, o el cambiante, es un personaje que existe en la mitolog¨ªa de muchas culturas del mundo. En la irlandesa se refiere a una criatura que tiene la capacidad de cambiar su rostro. Esta capacidad de transmutaci¨®n sobrehumana, que se encuentra en los or¨ªgenes del totemismo y la brujer¨ªa, sirve para distintos prop¨®sitos. Entre ellos, alcanzar metas y sortear los inevitables peligros que amenazan el camino por andar. Forma parte del inquietante y rico universo de Liza Ambrossio (M¨¦xi...
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El mimetista, o el cambiante, es un personaje que existe en la mitolog¨ªa de muchas culturas del mundo. En la irlandesa se refiere a una criatura que tiene la capacidad de cambiar su rostro. Esta capacidad de transmutaci¨®n sobrehumana, que se encuentra en los or¨ªgenes del totemismo y la brujer¨ªa, sirve para distintos prop¨®sitos. Entre ellos, alcanzar metas y sortear los inevitables peligros que amenazan el camino por andar. Forma parte del inquietante y rico universo de Liza Ambrossio (M¨¦xico, 1992), un imaginario que nos presenta como si de un ritual cham¨¢nico se tratara, poblado por extra?as criaturas que habitan un entorno tan m¨¢gico como despiadado. Una obra definida por una fuerte carga simb¨®lica y on¨ªrica, que exalta la tradici¨®n del rito, y una sacudida sensorial que no deja indiferente. Igual que el mimetista, la artista es consciente de que ¡°para vivir una vida uno necesita mil rostros¡±. ¡°Cambiar de cara muchas veces. Adaptarse, reconstruirse, volverse otro ser para poder avanzar y aceptar lo que uno es a cualquier precio¡±, sostiene.
¡°Todo comienza con una imagen mental: una naranja que sangra. Contagiada de la est¨¦tica de la contracultura japonesa y de los rituales aztecas del sacrificio humano como una forma de po¨¦tica, y donde el canibalismo se presenta como un s¨ªmbolo para demostrar el desprecio ante la exasperaci¨®n, mezclo performance, intervenci¨®n del espacio, v¨ªdeos, instalaciones, pr¨¢cticas de manipulaci¨®n psicol¨®gica, ciencia ficci¨®n, ero-guro y brujer¨ªa¡±, escribe Ambrossio en el libro que re¨²ne su ¨²ltimo trabajo, Naranja de sangre. Publicado por la prestigiosa editorial alemana Kehrer, saldr¨¢ a la venta este mes, coincidiendo con la exposici¨®n del mismo t¨ªtulo que este viernes se inaugura en la Casa de Am¨¦rica de Madrid, comisariada por Fabienne Aguado, dentro de la programaci¨®n de la secci¨®n oficial de la nueva edici¨®n de PhotoEspa?a.
El proyecto es la continuaci¨®n de un primer episodio, La ira de la devoci¨®n, por el cual la artista result¨® premiada en 2018 con el festival Voies Off de los Encuentros de Arl¨¦s. Ganadora del galard¨®n fotogr¨¢fico que concede el Museo del Quai Branly, tambi¨¦n presentar¨¢ el pr¨®ximo a?o en ese museo parisino la tercera parte de este trabajo. Un ejercicio cat¨¢rtico, cargado de pasi¨®n y de locura, al que la autora se refiere como ¡°una representaci¨®n de lo que sucede despu¨¦s de que se destruye el mundo¡±.
¡°Todos somos extra?os en este mundo. Somos seres que sentimos rabia y odio y, a veces, tenemos pensamientos indecentes de destrucci¨®n¡±
Si bien la primera parte alud¨ªa a la ¡°desvinculaci¨®n y destrucci¨®n de una primera cultura, de un conocimiento, de un entenderse dentro de una sociedad como un personaje adulto, proveniente de una cultura violenta y un pasado tenebroso¡±, como expresa la autora por videollamada, en Naranja de sangre hay una lectura menos dram¨¢tica. Emerge de la violencia, pero coexiste con el sentido del humor. Se advierte un ojo m¨¢s adiestrado a la hora de buscar la asociaciones que van hilvanando la narrativa del proyecto, que discurre apuntalada en polaridades. ¡°Es un canto a la libertad, una especie de ruta mental y real por espacios que yo sent¨ªa muy alejados de las culturas que conozco, como los pa¨ªses n¨®rdicos y China¡±, se?ala Ambrossio. ¡°Esto gener¨® un exotismo del arquetipo europeo. Mi intenci¨®n es hacer saber y sentir que todos somos extra?os en este mundo. Seres en busca de libertad, del deseo, y del amor, que sentimos rabia y odio, y a veces tenemos pensamientos indecentes de destrucci¨®n¡±.
¡°Tengo m¨¢s pesadillas que sue?os¡±, asegura la artista. ¡°Es algo muy fundamental de mi vida¡±. Sue?os que utiliza para dar forma a una serie de ideas y ensalzar su relaci¨®n autobiogr¨¢fica con su quehacer art¨ªstico. ¡°La capacidad de fantasear, que es lo m¨¢s rico que tenemos como seres humanos, como artistas. La posibilidad de construir castillos en el aire me fascina¡±.
La met¨¢fora freudiana de matar al padre como f¨®rmula de liberaci¨®n total subyace la obra: ¡°En mi caso en particular, mi padre muere siendo yo una ni?a, y mi madre muere en el momento en que desaparece de mi existencia, durante mi adolescencia¡±. As¨ª, juega con la est¨¦tica de lo grotesco que alude a la corriente japonesa del ero-guro, con el fin de desestabilizar c¨¢nones y seducir con fundamentos que no son habituales, Provocar y desconcertar al espectador, y que este termine por no saber qu¨¦ est¨¢ ocurriendo, forma parte de este rito. De ah¨ª que la exposici¨®n se estructur¨¦ en varias fotoesculturas de aluminio que generan diferentes lecturas de la imagen al tiempo que la cuestionan.
¡°Las piezas tiene muchas esquinas y tri¨¢ngulos, formas que seg¨²n la teor¨ªa de la gestalt est¨¢n asociadas al conflicto y al movimiento, respectivamente¡±, explica la autora. ¡°Al desplazarse, el visitante se encuentra con una segunda o tercera imagen. Me atrae la idea del v¨¦rtigo, del miedo que se produce con el acercamiento, y del impacto de encontrarse con la imagen reflejada¡±. De la misma forma, la duplicidad, un recurso del que hace uso con frecuencia est¨¢ tambi¨¦n asociado a esta idea del reflejo. ¡°La fascinaci¨®n, y tambi¨¦n el desprecio, que despierta alguien, pueden estar asociadas a la percepci¨®n de una afinidad. En mi trabajo hay un deseo de conexi¨®n con el espectador, pero tambi¨¦n una voluntad de transitar hacia otro universo a trav¨¦s los espejos. Los reflejos y las im¨¢genes dobladas est¨¢n asociadas a las ideas del bien y del mal¡±.
De la monta?a al mar
El rostro pintado del personaje se prolonga a trav¨¦s de los surcos de una monta?a, al tiempo que la monta?a se prolonga hasta llegar al mar. ¡°Encierra una simbolog¨ªa sobre los seres humanos como dioses y monstruos; sobre la tierra y el agua¡±, explica Ambrossio, al tiempo que alude a nuestra conexi¨®n con la naturaleza, as¨ª como a nuestros instintos m¨¢s primigenios. Los protagonistas de sus im¨¢genes son seres que muestran su lado m¨¢s emocional e irracional y expresan su deseo de despegar los pies de la tierra, al tiempo que enuncian su necesidad de encontrar una cura a su dolor. Queda impl¨ªcito ¡°el deseo de liberase, de volver a construir un mundo tras haberlo destruido¡±, a?ade la artista. ¡°El psicoan¨¢lisis y psicolog¨ªa nos ayudan a identificar no solo aquello que da?a sino tambi¨¦n aquello que nutre y fascina¡±.
¡°Para fotografiar hay que vivir. Vivir de forma intensa. Darse un atrac¨®n de vida y despu¨¦s reflexionar¡±
Otros personajes que suelen ser importantes y se incluyen en su anterior trabajo son los ni?os. ¡°Representan la libertad, pero tambi¨¦n est¨¢n asociados al infierno, desde el momento en que lo demoniaco se presenta como s¨ªmbolo de liberaci¨®n; un acto de honestidad brutal con uno mismo. De aceptar aquello que uno puede albergar internamente sin que sea moralmente correcto. Algo que no es aceptado culturalmente y que conecta con el lado m¨¢s salvaje¡±. De igual forma, la bruja queda representada a trav¨¦s de las sombras y los peces representan el s¨ªmbolo de la resistencia hacia la libertad: ¡°Son tan fuertes como para poder sobrevivir dentro del agua, un medio tan vital pero al mismo tiempo tan violento¡±.
El libro concluye con un autorretrato. ¡°Mi trabajo ha supuesto una forma de autoconocimiento. Muchas veces nos cuesta reconocernos frente a nuestro reflejo. Construirnos, entendernos y saber qui¨¦nes somos puede ser el trabajo de toda una vida¡±, apostilla. ¡°Para fotografiar hay que vivir¡±, concluye Ambrossio. ¡°Vivir de forma intensa. Darse un atrac¨®n de vida y despu¨¦s reflexionar. ?Qu¨¦ es eso que te estas comiendo? ?De qu¨¦ te estas empachando? ?Qu¨¦ te est¨¢ doliendo? ?Qu¨¦ te hace temblar y vomitar en la vida? Fotografiar es para mi la acci¨®n de vivir.
¡®Naranjas de Sangre¡¯. Liza Ambrossio. PhotoEspa?a. Casa de Am¨¦rica, Madrid. Hasta el 26 de julio.
¡®Blood Orange¡¯. Liza Ambrossio. Kehrer Verlag, 2021. 124 p¨¢ginas. 38 euros.
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