David Lamelas: ¡°Vel¨¢zquez dio paso al arte moderno y al cine¡±
Figura clave del arte conceptual argentino, protagoniza en Santiago de Compostela una de sus mayores muestras hasta la fecha, que revisa cinco d¨¦cadas de trabajo camale¨®nico, del dibujo al documental

Conoc¨ª a David Lamelas en Buenos Aires en agosto de 1997. Antoni Muntadas, que se encontraba en la ciudad con motivo de su exposici¨®n en el Museo de Arte Moderno, me insisti¨® en ello: ¡°Tienes que conocer a Lamelas¡±. El d¨ªa en que quedamos el mundo se sobrecog¨ªa con la noticia del accidente de Lady Di y Dodi al Fayed en Par¨ªs. A mi excitaci¨®n por el descubrimiento de una de las ciudades m¨¢s fascinantes de Latinoam¨¦rica se sumaba el hecho de poder compartir y debatir la actualidad con Lamelas, que tambi¨¦n estaba all¨ª, en torno al inmenso poder de los mass media, pero tambi¨¦n sobre los estrechos m¨¢rgenes que se dan entre realidad y ficci¨®n.
Lamelas sigue siendo, casi 25 a?os m¨¢s tarde y con 74 reci¨¦n cumplidos, el mismo personaje seductor, ocurrente, ir¨®nico y gran conversador que conoc¨ª en Buenos Aires. El Centro Galego de Arte Contempor¨¢nea (CGAC) vuelve a recuperar el esp¨ªritu de los tiempos fundacionales de la instituci¨®n con una retrospectiva dedicada al artista argentino. El proyecto, comisariado por Pedro de Llano, comprende una gran selecci¨®n de sus trabajos e incluye la edici¨®n en gallego de una de sus obras seminales, Publication (1970).
Paseando por sus pasillos a pocas horas de la inauguraci¨®n el 23 de julio, el artista recorre su vida desde la infancia cuando era un ni?o en el contexto pol¨ªtico argentino del peronismo. Relata que en la escuela cada ni?o recib¨ªa La raz¨®n de mi vida, la autobiograf¨ªa de Eva Per¨®n. ¡°Cuando vi la fotograf¨ªa de Evita vestida de Christian Dior entend¨ª inmediatamente que hab¨ªa un proceso de ficci¨®n detr¨¢s de la realidad pol¨ªtica¡±. En un momento del recorrido, Lamelas abre una peque?a carpeta y muestra unos dibujos realizados durante la pandemia, inspirados en tres cuadros de Lucio Fontana que atesora en su casa.
En la exposici¨®n se intercalan junto a sus pel¨ªculas, fotograf¨ªas y esculturas, y, aunque representan una parte quiz¨¢s menos conocida de su producci¨®n, contribuyen a resaltar la importancia del dibujo a lo largo de su carrera. Destaca una serie de dibujos de principios de los sesenta, realizados algunos a?os despu¨¦s de su viaje inici¨¢tico a Galicia junto a su madre. Durante casi un a?o, ambos persiguieron incansablemente la pista del hermano peque?o de su madre, un fuxido de la Guerra Civil al que nunca encontraron. Lamelas pudo recomponer entonces la novela mil veces contada por su familia sobre la vida de sus progenitores en tierras de Trives, en la provincia de Ourense. Pero aquel viaje tambi¨¦n constituy¨® la oportunidad de visitar Madrid y el Museo del Prado. Le pregunto si esos dibujos tempranos, de vocaci¨®n ¡°negra¡±, son una suerte de fascinaci¨®n por la pintura de Goya: ¡°En absoluto, mi inter¨¦s en el Prado era Vel¨¢zquez; Las meninas me cambiaron la vida. Vel¨¢zquez dio paso al arte moderno y al cine¡±.

Precisamente el s¨¦ptimo arte, o su modo particular de entender la imagen en movimiento, est¨¢ presente en toda su obra desde finales de los sesenta. En la exposici¨®n se incluye una nutrida selecci¨®n de sus pel¨ªculas, que reclamaron desde muy pronto la atenci¨®n de algunas de las m¨¢s prestigiosas instituciones y programas de cine experimental en Europa, Estados Unidos y Latinoam¨¦rica. Fue su gran amigo Ra¨²l Escari quien de manera determinante lo introdujo en la esfera del pensamiento estructuralista en los tiempos del Di Tella en Buenos Aires, algunos a?os antes de su llegada a Europa como representante de Argentina en la Bienal de Venecia de 1968.
Cuando vi una foto de Evita vestida de Christian Dior entend¨ª que hab¨ªa ficci¨®n detr¨¢s de la realidad pol¨ªticaDavid Lamelas
Ese mismo a?o obtuvo una beca del British Council para estudiar en la Saint Martins School. ¡°Cuando llegu¨¦ a Londres y pos¨¦ mis maletas en el suelo, sent¨ª como si este se las tragase, e inmediatamente supe que estaba en el lugar adecuado¡±. Tan solo un a?o m¨¢s tarde realiz¨® A Study of Relation?ships Between Inner and Outer Space para el Camden Arts Centre, una de las tres pel¨ªculas incluida en esta retrospectiva y que, junto a The Desert People y The Invention of Dr. Morel, podr¨¢n verse en el auditorio del CGAC como colof¨®n final de la exposici¨®n. La primera de estas pel¨ªculas se ajusta a los criterios del cine estructuralista de la ¨¦poca, donde cualquier contenido narrativo es m¨ªnimo y subsidiario a la estructura del filme. Un trabajo que, adem¨¢s, ha sido considerado como precursor de la cr¨ªtica institucional, otra de las pr¨¢cticas que han conformado la obra de este artista en constante fuga.
En los setenta, instalado en Londres, viaj¨® frecuentemente a Francia y a B¨¦lgica. Fueron a?os de relaciones con grandes personalidades del arte y de la cultura, como Marguerite Duras o Roland Barthes, pero sobre todo con Marcel Broodthaers, al que hab¨ªa conocido en Venecia y que se convirti¨® en uno de sus grandes amigos. ¡°Con ¨¦l aprend¨ª el valor del ser humano m¨¢s all¨¢ del arte¡±, dice. Ambos compart¨ªan un mismo posicionamiento radical sobre el arte, la poes¨ªa y el cine y, muy especialmente, sobre los modos de exposici¨®n.
A lo largo de los a?os, Lamelas explorar¨ªa las posibilidades del cine desde la luz, L¨ªmite de una proyecci¨®n (1967), o desde el relato, un momento que coincidi¨® con su traslado a Los ?ngeles. En The Desert People (1974), s¨ªntesis del cine documental, la televisi¨®n y las road movies, reflexion¨® sobre lo subalterno en la cultura norteamericana. La exposici¨®n se complementa con algunas de sus piezas escult¨®ricas m¨¢s importantes, que desempe?an el papel de estructuras dialogantes con el espacio arquitect¨®nico del museo, como Falling Wall (1993-2021), Paredes dobladas (1994-2018), Corner Piece (1966) o una de sus piezas m¨¢s tempranas, El Super El¨¢stico (1965), una fascinante ¡°pintura¡± de reminiscencias pop que se adue?a del espacio.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.