As¨²melo, una inteligencia artificial te va a ganar la partida
Los ¡®softwares¡¯ evolucionan a pasos agigantados, confundiendo los sentidos y transformando el mundo
En 1996, Gari Kasparov, campe¨®n del mundo de ajedrez, se dej¨® seducir por una idea que dio la vuelta al globo: competir contra el ordenador de IBM Deep Blue. Aunque perdi¨® una partida (de seis), el campe¨®n humano logr¨® imponerse a la bestia digital. Sin embrago, en 1997 y con el Deep Blue mejorado, el gran maestro ruso perdi¨® el que fue anunciado como ¡°el duelo de ajedrez m¨¢s espectacular de la historia¡±, ¡°la batalla final por el cerebro¡± y dem¨¢s ep¨ªtomes muy mesurados. La m¨¢quina, por primera vez, hab¨ªa ganado al hombre. ¡°Estaba furioso. No porque perdiera por primera vez contra una m¨¢quina, ...
En 1996, Gari Kasparov, campe¨®n del mundo de ajedrez, se dej¨® seducir por una idea que dio la vuelta al globo: competir contra el ordenador de IBM Deep Blue. Aunque perdi¨® una partida (de seis), el campe¨®n humano logr¨® imponerse a la bestia digital. Sin embrago, en 1997 y con el Deep Blue mejorado, el gran maestro ruso perdi¨® el que fue anunciado como ¡°el duelo de ajedrez m¨¢s espectacular de la historia¡±, ¡°la batalla final por el cerebro¡± y dem¨¢s ep¨ªtomes muy mesurados. La m¨¢quina, por primera vez, hab¨ªa ganado al hombre. ¡°Estaba furioso. No porque perdiera por primera vez contra una m¨¢quina, sino porque era la primera vez que perd¨ªa, en general¡±, recuerda ahora Kasp¨¢rov en un reciente y breve documental sobre el juego de cartas interactivo Heartstone, en el que el ruso vuelve a enfrentarse con una inteligencia artificial. Y vuelve a perder.
Desde aquella derrota que en febrero cumpli¨® un cuarto de siglo la inteligencia artificial ha ido creciendo a pasos agigantados en el mundo de la tecnolog¨ªa. En los videojuegos, los enemigos no humanos a los que nos enfrentamos han ido evolucionando sin piedad desarrollando sus propias l¨®gicas internas. En 2015, Google reedit¨® la haza?a de IBM y su AlphaGo derrot¨® por primera vez a un campe¨®n del milenario juego Go, el francochino Fan Hui.
Estos d¨ªas han tenido lugar dos alertas tecnol¨®gicas. El que quiz¨¢ sea la persona m¨¢s importante del mundo estos meses, el siempre genial y a veces desconcertante Elon Musk, no dej¨® lugar a dudas sobre lo que piensa al respecto: ¡°La inteligencia artificial har¨¢ que los trabajos sean un poco in¨²tiles¡±, dijo sin pesta?ear el CEO de Tesla y SpaceX el jueves pasado en Shangh¨¢i, en el marco de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial. Por si quedaba alguna duda, ha reiterado en varios tuits de este mes su inter¨¦s en contratar ingenieros expertos en la materia, pues cree que es la profesi¨®n con m¨¢s futuro.
Adem¨¢s, con nocturnidad y alevos¨ªa (y de forma gratuita) el pasado viernes apareci¨® disponible, para Play Station 5 y Xbox The Matrix Awakens, una demostraci¨®n de las capacidades del motor gr¨¢fico Unreal 5 que toma como base el universo de ciencia ficci¨®n de las hermanas Wachowski. Solo es una breve persecuci¨®n en coche y un paseo por una ciudad repleta de veh¨ªculos y gentes, pero pueden hacer caso a quien esto escribe: es lo m¨¢s indistinguible de la realidad que se ha hecho en videojuegos. La iluminaci¨®n, las f¨ªsicas de los coches, las texturas de la ciudad, la recreaci¨®n de actores como Keanu Reeves y Carrie-Anne Moss son sencillamente pasmosas. Varios comentarios de usuarios de redes sociales pod¨ªan resumirse en una afirmaci¨®n tan osada como ineludible (por seductora, por provocadora) en un art¨ªculo como este: ¡°El cine no puede competir con esto¡±.
No sabemos si el cine (de acci¨®n, se entiende) podr¨¢ competir ¡°con esto¡±. Lo que s¨ª sabemos es que el documental de Kasp¨¢rov tiene trampa. El campe¨®n pierde al Heartstone 1-2 pero, enfrascado en las partidas de su tablet, lo que no sabe es que con quien realmente est¨¢ jugando es con Slyssa, ex n¨²mero dos mundial del citado juego. Tras la contienda y revelada la trampa, ambos se saludan y se muestran admiraci¨®n mutua. Es muy posible que la inteligencia artificial se termine imponiendo y haciendo realidad la profec¨ªa de Musk, pero hoy por hoy los que aprietan las tuercas todav¨ªa son personas. Los que programan a las m¨¢quinas a¨²n son humanos. El software, por ahora, no puede escribir su propio software.
Tambi¨¦n sabemos otra cosa: que desde que le pic¨® el gusanillo del juego (¨¦l lo cuenta), Kasp¨¢rov juega casi a diario al Heartstone y est¨¢ ascendiendo poco a poco en la clasificaci¨®n mundial. ¡°Siempre y cuando sigamos aprendiendo, siempre y cuando estemos dispuestos a seguir aprendiendo, estaremos bien¡±, deja como optimista corolario el ruso. Si se avecina una nueva lucha entre apocal¨ªpticos e integrados, parece que Kasp¨¢rov ya ha escogido bando.
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