C¨®mputos, c¨®mputos

Una de las razones por las que he declinado esta vez la invitaci¨®n de mis compa?eros de Babelia a formar parte del jurado de ¡°los mejores libros del a?o¡± es que me apetec¨ªa analizar los resultados desde fuera. He formado parte de este jurado muchos a?os porque me divierten los juegos, y siempre he considerado que el de los ¡°libros del a?o¡± era uno que me implicaba como miembro de esa difusa y bomb¨¢stica categor¨ªa de ¡°expertos¡± q...

1. Los expertos

Una de las razones por las que he declinado esta vez la invitaci¨®n de mis compa?eros de Babelia a formar parte del jurado de ¡°los mejores libros del a?o¡± es que me apetec¨ªa analizar los resultados desde fuera. He formado parte de este jurado muchos a?os porque me divierten los juegos, y siempre he considerado que el de los ¡°libros del a?o¡± era uno que me implicaba como miembro de esa difusa y bomb¨¢stica categor¨ªa de ¡°expertos¡± que se dedica a analizarlos, glosarlos o criticarlos. La pandemia ha revalorizado el t¨¦rmino ¡°experto¡±, hasta el punto de que quienes as¨ª son llamados han sustituido a los tradicionales tod¨®logos de las tertulias televisivas, con resultados semejantes en lo que a fiabilidad se refiere. En nuestro tiempo, ya se sabe, cualquiera puede llegar a ser un experto durante al menos 15 minutos, de modo que ?a jugar!: el ejercicio sirve al menos para que muchos se cabreen, otros se reafirmen y los libreros vendan alg¨²n libro m¨¢s; en un pa¨ªs en el que los debates literarios serios se han evaporado, ya nos podemos dar con un canto en las muelas. En todo caso, nadie deber¨ªa tomarse al pie de la letra lo que dicen los expertos (?cu¨¢ntos de ellos/ellas publican en las editoriales de la lista?), ni tampoco demasiado en serio: como demostraci¨®n, ah¨ª tienen, por entrar en materia citando al cl¨¢sico, el chasco que se llev¨® Macbeth por creerse el dictamen de las (expertas) hechiceras acerca del bosque de Birnam. He le¨ªdo estos d¨ªas alguna esperable opini¨®n reivindicativa acerca del ¡°sesgo de g¨¦nero¡± que tendr¨ªa la lista (composici¨®n del jurado: 43 hombres y 32 mujeres, si he contado bien; no me constan otros g¨¦neros) ¡ªy que, sin duda, lo tiene, a pesar de los esfuerzos y cortafuegos implementados para limitarlo¡ª, argumentando, por ejemplo, que en ella no aparece ¡°ninguna escritora espa?ola¡±. Tampoco, por cierto, ninguna de, al menos, otra docena de pa¨ªses que me vienen a la cabeza; y sin embargo pocas veces ha estado mejor representada nuestra lengua (com¨²n) gracias a la obra de las escritoras que hablan y se expresan en otros acentos del espa?ol. Y es que hay a?os de mejores cosechas ¡°aut¨®ctonas¡±, sin duda, y otros de peores, tanto para los escritores como para las escritoras: en la lista de este a?o, por ejemplo, me ha golpeado con la contundencia de un piroclasto comprobar que s¨®lo hay cuatro ¡°verdaderas¡± novelas de autores espa?oles entre los 20 primeros libros; se dir¨ªa que, seg¨²n los expertos, la ficci¨®n de este a?o ha sido mayoritariamente ¡°femenina¡±, aunque no necesariamente ¡°espa?ola¡±.

2. Los mejores

En realidad, del examen de la lista de ¡°los mejores¡± me han interesado m¨¢s otros aspectos. Por ejemplo, el de la representaci¨®n editorial. De los 50 t¨ªtulos seleccionados, 23 est¨¢n publicados por sellos propiedad de los dos grandes grupos rivales: Planeta, con 12, y Penguin Random House (PRH), con 11. El tercer grupo en presencia ¡ªm¨¢s modesto¡ª es Anagrama (propiedad de Feltrinelli), con 7. Adem¨¢s, el jurado ha colocado en la lista 20 t¨ªtulos de editoriales ¡°independientes¡±: 4 de Asteroide, 4 de Visor (este a?o se registran m¨¢s t¨ªtulos de poes¨ªa), 2 de Impedimenta y 1 por cada uno de los sellos Acantilado, Sexto Piso, Eterna Cadencia, Cabaret Voltaire, Galaxia Gutenberg, Errata Naturae, Tres Puntos, Caja Negra y Adriana Hidalgo. Si nos limitamos a los 20 primeros, se aprecia mejor qui¨¦nes son las editoriales que m¨¢s han pesado en las preferencias cr¨ªticas: Planeta (7), PRH (6), Anagrama (2), adem¨¢s de 5 t¨ªtulos correspondientes a otras tantas ¡°independientes¡±. Si no nos ponemos muy estrictos en la taxonom¨ªa de los g¨¦neros (cada d¨ªa m¨¢s permeables y mestizos), la mayor¨ªa de los t¨ªtulos corresponder¨ªa a los de ficci¨®n y no ficci¨®n (incluida la memorial¨ªstica, que este a?o logra una apabullante representaci¨®n), con una presencia aceptable de poes¨ªa (9 t¨ªtulos, 5 escritos por mujeres) y una historia gr¨¢fica (El secreto de la fuerza sobrehumana, de Alison Bechdel), que, parad¨®jicamente, no aparece en la lista de los mejores c¨®mics del a?o, publicada en el mismo ejemplar de Babelia. Por lo dem¨¢s, y como dec¨ªa m¨¢s arriba, no hay que tomarse demasiado en serio las listas, empezando porque, si se fijan, gran parte de los t¨ªtulos elegidos corresponden a la segunda mitad de 2021, demostrando c¨®mo la mete¨®rica rotaci¨®n de las novedades tambi¨¦n afecta a la memoria de los expertos. Para escribir esta peque?a e imperfecta cr¨®nica he echado un vistazo a los ¡°mejores libros¡± de los a?os 2008 y sucesivos: y, cr¨¦anme, de muchos de ellos no se acuerda nadie y est¨¢n (comercialmente) m¨¢s muertos que los muertos de Comala, lo que no quiere decir que entre los olvidados no haya alguna obra maestra lista para ser ¡°redescubierta¡±. Y, por lo dem¨¢s, insisto en que lo mejor, y lo que consume menos bilis negra, es hacerse a la idea de que se trata de un divertimento y un motivo de conversaci¨®n y despotricamiento (perdonen el neologismo) para letrados durante el tiempo de un suspiro semanal. Y si no se lo creen, esperen a diciembre de 2099, cuando Babelia (si es que todav¨ªa) publique la lista de los mejores libros del siglo XXI (si es que para entonces).

3. Inmersiones

?Estamos locos o qu¨¦? Leo ¡ªy, peor, escucho¡ª que el ine?fable y un punto trafalmejas ¡ªojo, suena a insulto, pero no lo es¡ª se?or Rufi¨¢n (que cuando dice algo que cree importante suele separar las palabras con guiones y pronunciarlas a 16 r.p.m.), declar¨® en la sede de la soberan¨ªa nacional ¡ªy en el contexto de la pol¨¦mica del 25% en las escuelas de Catalu?a¡ª que ¡°la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica es una conquista de la clase trabajadora¡±. Toma ya. Ahora me suena menos rara la tesis del fil¨®logo Jordi Bilbeny acerca de la catalanidad de Cervantes y de que fuera obligado a traducir al castellano El Quijote.

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